Los limites del perdón
Simón cuenta su propia historia de cuando estuvo en el campo de
concentración. Durante su estancia en el centro, Un día los soldados hicieron
varios grupos para salir a trabajar fuera del campo y a él le toco en el grupo
que iba al antiguo instituto tecnológico, allí una enfermera lo llevó hasta
donde se encontraba un miembro de las SS que estaba a punto de morir, pidió ser
perdonado por un judío.
Simón se preguntaba muchas cosas respecto a esa situación, porque ahora que
estaba en la muerte, que derecho tenía el de perdonarle por tantas muertes, la
suerte que tenía el soldado porque él iba a tener un girasol en su fosa y es
estaría en una común, etc. Al fin y al cabo la respuesta de Simón fue el
silencio, que da a entender que no acepta sus disculpas; tras volver al campo
de concentración lo comenta con sus compañeros para saber si había hecho lo correcto.
Simón durante toda su permanencia en el campo sigue pensando en el soldado y en
la respuesta que le dio, no sabía si había hecho lo correcto pero los datos en
los que se sostenía su silencio y denegación del perdón son los siguientes: mientras
el soldado le contaba su historia, pensaba en las demás personas que habían
muerto por culpa de él y de otros soldados, también tenía dudas en el
arrepentimiento del soldado, en que si también se hubiera arrepentido si
siguiera con vida porque ahora que estaba cerca de la muerte era muy fácil
decirlo, se preguntaba si todo lo que le estaba contando de su juventud y
familia era cierto; Simón dudaba en perdonarlo, estaba muy afectado con las
historias que le había contado el soldado. Al final después de tanto pensar y
derle vueltas, decide no perdonarle, salir de la habitación, no decirle nada,
no volver allí e intentar olvidarse del tema, porque él no tenía derecho a
perdonar por las demás victimas. Tras salir del campo de concentración y
pasar por la ciudad donde vivía familia del soldado entra en su casa y habla
con su madre, para verificar lo que el soldado le había contado años atrás, que
aun le reconcomía la conciencia y si había hecho bien en denegarle el perdón,
también la visito para llevarle los últimos saludos de su hijo y comprobó que
era verdad toda la historia y la ignorancia de la madre respecto a la idea de
su hijo, pero Simón vuelve a hacer uso del silencio y no le cuenta como era el
soldado en realidad, ya que eso lo consideraba como un posible crimen. En
conclusión, Simón no lo pudo perdonar porque no podía hacerlo en nombre de todos las victimas ya
que eso significaría traición y desprecio a la memoria de millones de personas
inocentes e incluso a su propia familia.
Christopher hollis
El
autor opina que él no sería capaz de decidir lo que habría hecho, ya que nadie
tiene la suficiente fuerza para decidir, pero que, el protagonista, al menos le
debería de haber dicho unas palabras de compasión por la sinceridad del miembro
de las SS. Todos los seres humanos hemos sido creados para amar y perdonar, aun
cuando estas leyes se rompen nosotros, los humanos, somos los encargados de
arreglarlo perdonando aunque nos hayan destrozado la vida.
Por último añade que de todas formas Dios le perdonará
ya que no hay que juzgar si no quieres ser juzgado, como dice en la biblia y
este soldado no se hubiera dirigido a Simón si no hubiera estado totalmente
arrepentido.
Opinión personal.
Yo en mi opinión lo realizado por Simón tiene su punto de
comprensión ya que había sufrido muchos por culpa de soldados como él, pero
también hay que entender que los soldados son solo unos simples siervos con
armas que hacen todo lo que les dicen desde los altos cargos, vale que muchos
hicieran esas barbaridades aun sin el consentimiento de los altos cargos pero
puede que hubiera soldados como este que
verdaderamente si estuvieran verdaderamente arrepentidos y realizaran
esto por salvar la vida de los suyos. Yo si que le perdonaría ya que en esos
tiempos los soldados eran muy fanfarrones y no mostraban su verdadera forma de
ser y si este soldado pido perdón por todos los crímenes realizados es porque
en verdad si estaría verdaderamente arrepentido.
1 comentario:
Yo Pablo, no estoy de acuerdo contigo, creo que cada soldado alemán desde muy joven en las juventudes Hitlerianas, son voluntarios totalmente de aliarse o no a ellas, y Karl desde el momento en que lo hizo sabría a todo tipo de cosas que estaría sometido. En mi opinión, una persona no tiene por que consentir el perdón de otra, cuando al final de su vida se da cuenta de todo el daño que ha hecho y no cuando lo hacía.
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