RESUMEN-EL
GIRASOL
El libro nos cuenta la historia de Simon ,
un judío que ejercía de arquitecto antes de ser reclutado en un campo de
concentración. Allí él es cocinero y posteriormente es trasladado a trabajar en
los Ferrocarriles del Este. Pero un día Simon, es elegido para trabajar en un hospital
militar. Mientras van en camino hacia el hospital militar (el cuál antiguamente
era un instituto tecnológico), se cruzan con un cementerio militar, en cuyas
tumbas hay un girasol. Para Simon esos girasoles son muestra de superioridad, y
de tener un lugar después de la muerte, y que él no tendrá ya que cuando muera
acabará en una fosa común. En el hospital militar, una enfermera lo lleva a una
habitación, dónde se encuentra un Soldado, miembro de las SS. Este soldado
necesita hablar con un judío y contarle todo lo sucedido, y el arrepentimiento
que siente ante los crímenes cometidos, por ello necesita la confesión de un
judío y su perdón para poder morir en paz, ya que le quedan escasos días de
vida. Simon tras escuchar la historia del soldado, y tras sentir su arrepentimiento
decide irse. No sabía si perdonarle o no. Al volver al campo de concentración
cuenta a sus amigos lo sucedido y ellos le dicen que no tiene que preocuparse,
ni sentirse culpable de nada, el soldado no merecía su perdón, ya que los
asesinatos que el cometió en su día, no tienen vuelta atrás. Simon no quería volver a trabajar al
hospital, porque no quería volver a ver al soldado, y cuando llega se encuentra
otra vez con la enfermera, la cuál le da la noticia de la muerte de Karl
(soldado de las SS) , quién le dejo sus pertenencias a Simon, pero él se va sin
aceptarlas. Tras dos años, sus mejores amigos y compañeros durante mucho tiempo
dentro del campo, mueren y él es trasladado a otro campo de concentración de
Mathausen, lugar donde preveía su muerte. Finalmente consigue sobrevivir tras
el final de los campos de concentración, y puede retomar su antigua vida y retomar
el tiempo perdido. Pero Simon no consiguió olvidar al soldado, y el dilema del
perdón continuaba rondando por su cabeza. Él va a visitar a la madre del
soldado, pero no le cuenta los crímenes, solo quería saber si todo lo que le
había contado Karl sobre su vida antes de formar parte de las SS, era verdad. Y
así fue, el soldado le había contado toda la verdad, pero Simon no terminó de
decidirse, y el dilema del perdón del soldado, seguía rondando por su cabeza.
OPINIÓN
PERSONAL
En mi opinión, Karl no merecía el perdón,
y menos de un judío. Las SS fueron las tropas más agresivas y violentas de
Hitler, y las cuales mataron a millones
de personas. Buscaban la destrucción de la población judía y no tenían piedad.
A pesar de que el soldado mostró su arrepentimiento por los crímenes cometidos,
no dejaba de ser un asesino, y formó parte de las SS de manera voluntaria.
Aunque no conociera a la perfección los objetivos de los nazis, debería intuir
que eran un grupo de asesinos y explotadores. Por mi parte el soldado no
hubiera tenido el perdón de los judíos, lo que hicieron en aquellos campos de
concentración no se puede perdonar, fusilamientos, hambrunas, enfermedades,
deterioro de la población… Y todo con un fin eliminar la raza judía, cosa que
es imperdonable , por mucho arrepentimiento que hubiese por parte del soldado.
Todos merecemos una segunda oportunidad, pero hay cosas que no tienen marcha
atrás y que marcan la vida de muchas personas, en este caso de los judíos. Esto
forma parte de la historia del mundo, y o se olvidará nunca.
OPINIÓN DEL
AUTOR – ROGER KAMENETZ
Roger kamenetz: La opinión de Roger
Kamenetz se basa en que Simon hizo bien en guardar silencio ya que era un
prisionero condenado a morir y no tenía total libertad. Simon se encontraba
coaccionado y lo mejor era guardar silencio. El soldado no le hablaba como
persona, sino como un ‘judío’, y cualquiera le hubiera valido para cumplir su
propósito. El soldado no le tenía respeto, por lo tanto no merece el perdón. En
ese momento Simon no era persona, sino judío.
4 comentarios:
Paola, en mi opinion yo no estoy de acuerdo con el autor ya que creo que Simon no hubiera guardado silencio y le hubiera dicho directamente que no lo perdona por todos los malos tratos que tuvieron los nazis con los judios.
Creo que el autor lleva razón en que el soldado no merecía el perdón.
Pienso, que es un judío, pero ante todo una persona y como tal tiene derecho a expresarse y a actuar libremente, sin sentirse coaccionado o prisionero.
Aunque la realidad era muy distinta, por eso, veo correcto el comportamiento de Simón, el mantenerse en silencio.
Estoy de acuerdo con la opinión de tu autor ya que, Karl ve a los judíos como una raza inferior. Por lo tanto no comprende que todos somos humanos y tenemos los mismos derechos. Y Simon hace bien en guardar silencio y así mostrar el mismo desprecio que muestra Karl a aquellos que comparten la religión de Simon.
Publicar un comentario