Cuenta la historia de un judío llamado Simón que está en un campo de concentración y trabaja en el Ferrocarril Este. En él Simón tenía dos amigos, Josek era un religioso y Arthur era arquitecto como Simón. Simón trabaja en un Ferrocarril pero un día organizan un grupo de trabajo en el que cogen a Simón y los llevan al Hospital, lo que antes era el Instituto Tecnológico donde Simón estudiaba, por el camino Simón recordaba sus años en ese instituto, como los alemanes intentaban impedir que estudiaran o hicieran exámenes los judíos creando el ‘’Día sin Judíos’’ que realmente duraba varios días y era en época de exámenes. Cuando caminaba hacia el hospital pasaron al lado de un cementerio en el cual cada soldado alemán tenía un girasol, que de alguna forma hacia conectar al soldado muerto con el exterior y el sol y Simón de alguna forma sintió envidia porque él cuando muriera lo único que tendrá será más cuerpos encima.
Cuando llegaron al hospital una enfermera paró a Simón y se lo llevó a un cuarto en el que estaba moribundo un soldado de las SS. al principio Simón quiso irse, como casi cada poco rato ya que lo que éste alemán quería hacer es confesar su mayor crimen pero antes cuenta su vida para que Simón supiera que realmente él no era así, que fue Hitler el que lo cambió. El soldado cuenta que de pequeño era muy religioso, que iba a la iglesia todos los domingos, quería mucho a sus padres, que su familia era muy humilde incluso que su dentista era judío. Cuando creció, a los 16 años se apuntó a Juventudes Hitlerianas lo cual disgustó mucho a sus padres y mucho más a su padre, sus padres comenzaron a dejar de hablar delante de él, había dejado de ir a la iglesia... Mientras el soldado hablaba Simón intentó irse en varias ocasiones pero el soldado lo agarraba muy fuerte, así que este no se iba y el soldado seguía.
Contó que en una ocasión tuvieron que meter a unos judíos en un edificio, cientos de judíos, para después echar a arder esa casa y tenían la orden de que todo el que intentara salir del edificio le dispararan y una familia echó a un niño cubierto en llamas y a Karl, el solado, le dio mucho coraje pero tuvo que hacerlo. Al final de esa experiencia, el soldado puso las manos juntas como para rezar y rogó a Simón que como última voluntad lo perdonara, que lo perdonara ya que para él Simón era un representante de la comunidad judía pero la reacción de Simón fue salir de esa habitación.
Cuando volvió al campo de concentración les contó a sus amigos la experiencia del soldado y empezó a preguntarse si había hecho bien no perdonándole y lo que sus amigos le dijeron fue que no pensara en eso, que era un alemán menos y que si lo hubiera perdonado se habría arrepentido. Al día siguiente volvió a ir al hospital y la misma enfermera volvió a llevárselo pero esta vez a una sala diferente en la que le dijo que el soldado había muerto la pasada noche pero esta le había prometido que le daría a Simón un fardo envuelto en una sabana en la que estaba la dirección de su casa pero Simón no lo acepta y dice que se lo envíe a su madre.
Dos años más tarde sus amigos habían muerto y faltaba poco para que tuviera libertad ya que los campos de concentración iban desapareciendo. En su último campo de concentración conoce a un religioso polaco con el cual discute sobre el tema del soldado de las SS. y este le hace ver que tenía que haberlo perdonado ya que era su última voluntad pero el hecho de haberlo escuchado este soldado murió tranquilo.
Cuando todo termina, Simón sobrevive y comienza a estudiar los crímenes nazis y un día pasando por las calles con su esposa y sus hijas decide buscar la casa del soldado y conoce a su madre, una señora mayor muy agradable que había perdido a su único hijo y a su marido, en esa casa es la primera vez que Simón ve la cara de Karl. Simon quería contarle la verdad a su madre pero lo único que dijo fue que Karl le mandaba saludos.
Para finalizar Simón pregunta al lector que hubiera hecho él en su lugar, ¿habría perdonado al soldado o no?
MATTHEW FOX:
Matthew Fox de alguna manera perdona ya que expone que gracias a esa experiencia entre Simón y Karl, Simón comenzó a dedicarse a investigar sobre los crímenes de los nazis, buscar testigos etc… Pero también expone que perdonar y olvidar se actos distintos y que siempre se debería perdonar por la necesidad de ser libres y de poder seguir viviendo nuestra vida pero nunca se debe olvidar. Simón no olvidó y por eso su vida es dedicarse a la justicia y a la compasión, para Fox la vida de Simón es divina.
CRÍTICA A FOX:
Estoy de acuerdo con la reflexión de Matthew de que debemos perdonar pero hay actos que por mucho que queramos olvidar es imposible poder perdonar, para Fox perdonar y olvidar son actos distintos en cambio yo creo que para poder perdonar debemos olvidar, mientras no olvidemos no perdonaremos y mientras no perdonemos no olvidaremos, este autor dice que no debemos olvidar y yo pienso que para poder seguir adelante con nuestra vida debemos olvidar sino nos aferramos a ese pasado y nos impedirá seguir adelante.
2 comentarios:
En este caso yo discrepo con la opinión del autor, ya que yo no perdonaría al nazi, porque por mucho que se arrepienta, nada borrará, sus actos, yo creo que se tenía que haber dado cuenta en su momento del sufrimiento que estaba causando, pero estoy de acuerdo en que para poder perdonar no hace falta olvidar, sino que no hay que ser rencoroso y perdonar.
yo pienso que podría perdonar a Karl claro esta si el daño me lo realizara hacia mi y si mostrara el arrepentimiento que muestra en el libro.
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