miércoles, 13 de marzo de 2019

RESUMEN


Este libro trata sobre un judío que se encontraba en un campo de concentración en el que tenía un par de amigos que eran judíos como él que compartían una visión de la vida en la que aunque, practicamente esclavizados por su religión, ellos citan varias veces que Dios está de permiso y que no volverá. Un día que caminaba por las calles de Lemberg su ciudad natal este fue destinado a un hospital en el que estudió para arquitecto. Mientras trabajaba allí una enfermera se acercó a él para llevarle ante un soldado de las SS a las puertas de la muerte; este soldado pidió que llevaran aun judío ante él. El soldado contó su historia que era bastante normal hasta que se torció al volverse un SS y confesó las atrocidades que cometió contra el pueblo judío, al final de su confesión pidió al protagonista su perdón por parte de la raza judía, a la que este respondió cerrando la puerta tras de sí sin una palabra. Esa noche se lo contó a sus amigos que respondieron que lo que hizo estaba bien. Al tiempo fue trasladado y finalmente liberado y con una familia formada este se llegó a ver a la madre del soldado ya fallecido llamado Karl y él habló con la madre como si fuera un amigo y no contó realmente su relación ni su conversación.

OPINIÓN DE SVEN ALKALAJ

 Este autor opina que aunque se puede decir que el perdón se da aunque no sea directo, sin embargo si afirma que olvidar no se olvida y que resulta impensable que después de el holocausto se den conflictos como los de Bosnia. Sugiere que la sociedad debe tener conciencia de este tipo de atrocidades y que la reconciliación debe ser el fin del conflicto aunque sin quitar la responsabilidad a las personas que acabaron con la vida de sus iguales.

MI OPINIÓN

En gran parte yo estoy bastante de acuerdo con la opinión de Sven excepto por la parte del olvido. Se debe perdonar pero ese perdón sin olvido nunca se irá el daño provocado se va con el olvido no el perdón claro todo esto hablando desde la perspectiva de las víctimas del conflicto; a los culpables se les debe perdonar y olvidar pero las consecuencias se pagan y hay algunas personas que su condena debería ser el fin de su existencia por el daño tan devastador provocado.

1 comentario:

Jose Luis Aguilar Sánchez dijo...

Tal vez no has parado a pensar todo lo que el nazismo le hizo a los judíos todo el odio que tenían todos y cada uno de los soldados comom para poder perdonar. Probablemente si los nazis se hubieran llevado junto contigo a tus padres a un campo de concentración y los hubieras visto morir, te pensarías un poco más tu respuesta. Saludos.