Este libro nos cuenta la historia de un campo de concentración
donde muchas personas vivían en muy malas condiciones. Los nazis que se
encontraban allí trabajaban en las vías ferroviarias y esas personas que no servían
para trabajar las mataban llevándolas a las cámaras de gas. El protagonista de
esta historia es Simón Wiessenthal este era judío y trabajaba en el campo de concentración
este estudió arquitectura, pero lo modificaron en un hospital. Cuando Simón iba
de camino para el hospital se encontró un cementerio con varias tumbas y en
cada una de ellas se encontraba un girasol, esas tumbas pertenecían a los
soldados de la SS (una unidad paramilitar del partido nazi) fallecidos en
guerra. Simón siguió con su camino y allí
en el hospital se enteró que lo mandaron al hospital para curar a los
malheridos, un día le toco cuidar a un soldado moribundo llamado Karl un joven
de 21 años. Karl le contó a Simón que se encontraba arrepentido y le va
confesando a este la serie de crimines que tiene que realizar. Karl le confiesa
que después de estar en Rusia la mayoría de personas eran niños y ancianos o
mujeres y estas personas murieron debido a que los nazis los mataron, arrojando
granadas y quemando las casas. Karl le contó que cuando oyó todo eso quería marcharse,
pero Karl le suplico que no lo hiciese que tenía que seguir contándole las
historias. Karl le cuenta que niños pequeños fueron llevados a las cámaras de
gas y en Crimea durante la guerra encontraron familias y empezaron a matarlas.
Este le dijo a Simón que quería morir tranquilo por todo lo que le había hecho
a personas inocentes. Para Karl fue demasiado horrible y le atormentaba cada día
no tener un girasol en su lapida el día que muriese. Después de esto Simón volvió
al campo de concentración y se lo contó todo a sus compañeros. Al día siguiente
cuando Simón llegó al hospital Karl había muerto y en el hospital le dijeron
que las pertenencias de este se los había dejado a él, pero no las aceptó. Pasaron
varios años y Simón se acordó de Karl y recorrió un camino para ir a ver a la
madre de este y que fuera perdonado al final Karl es perdonado en secreto.
Opinión sobre JEAN
AMÉRY.
La opinión de este autor es que ve esta historia a través de
dos perspectivas diferentes, la primera es la psicología y este opina que si el
pudiese haberlo mirado a los ojos quizás lo hubiese perdonado. La otra
perspectiva es la política, el autor dice que es un criminal y que a pesar de
que se arrepentía de lo que hizo era un criminal y los criminales merecen su
castigo.
Opinión propia
Mi opinión es que yo no hubiese perdonado al soldado porque
a pesar de estar arrepentido mato a personas inocentes solo por ser judías con
respecto a la opinión del autor que he escogido por una parte no estoy de
acuerdo porque, aunque lo tuviera delante a matado a mucha gente, pero sin
embargo con la otra parte que nombro del autor estoy de acuerdo todo criminal
merece ser castigado.
1 comentario:
Estoy de acuerdo con tu opinión porque también pienso que todas las cosas malas que hagas tienen su consecuencia. Además desde mi punto de vista, el soldado quería el perdón del judío porque estaba a punto de morirse, pero si el soldado hubiese estado en una situación distinta no lo pediría el perdón y menos de un judío.
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