lunes, 12 de marzo de 2012
Los limites del perdon Aitor Alfaro Cubero 1ºbto A
Opinión sobre el libro
Erich. H Loewy opinión del autor
LOS LÍMITES DEL PERDÓN. LAURA LORÉN
El girasol
Cuenta la historia de un judío llamado Simón que está en un campo de concentración y trabaja en el Ferrocarril Este. En él Simón tenía dos amigos, Josek era un religioso y Arthur era arquitecto como Simón. Simón trabaja en un Ferrocarril pero un día organizan un grupo de trabajo en el que cogen a Simón y los llevan al Hospital, lo que antes era el Instituto Tecnológico donde Simón estudiaba, por el camino Simón recordaba sus años en ese instituto, como los alemanes intentaban impedir que estudiaran o hicieran exámenes los judíos creando el ‘’Día sin Judíos’’ que realmente duraba varios días y era en época de exámenes. Cuando caminaba hacia el hospital pasaron al lado de un cementerio en el cual cada soldado alemán tenía un girasol, que de alguna forma hacia conectar al soldado muerto con el exterior y el sol y Simón de alguna forma sintió envidia porque él cuando muriera lo único que tendrá será más cuerpos encima.
Cuando llegaron al hospital una enfermera paró a Simón y se lo llevó a un cuarto en el que estaba moribundo un soldado de las SS. al principio Simón quiso irse, como casi cada poco rato ya que lo que éste alemán quería hacer es confesar su mayor crimen pero antes cuenta su vida para que Simón supiera que realmente él no era así, que fue Hitler el que lo cambió. El soldado cuenta que de pequeño era muy religioso, que iba a la iglesia todos los domingos, quería mucho a sus padres, que su familia era muy humilde incluso que su dentista era judío. Cuando creció, a los 16 años se apuntó a Juventudes Hitlerianas lo cual disgustó mucho a sus padres y mucho más a su padre, sus padres comenzaron a dejar de hablar delante de él, había dejado de ir a la iglesia... Mientras el soldado hablaba Simón intentó irse en varias ocasiones pero el soldado lo agarraba muy fuerte, así que este no se iba y el soldado seguía.
Contó que en una ocasión tuvieron que meter a unos judíos en un edificio, cientos de judíos, para después echar a arder esa casa y tenían la orden de que todo el que intentara salir del edificio le dispararan y una familia echó a un niño cubierto en llamas y a Karl, el solado, le dio mucho coraje pero tuvo que hacerlo. Al final de esa experiencia, el soldado puso las manos juntas como para rezar y rogó a Simón que como última voluntad lo perdonara, que lo perdonara ya que para él Simón era un representante de la comunidad judía pero la reacción de Simón fue salir de esa habitación.
Cuando volvió al campo de concentración les contó a sus amigos la experiencia del soldado y empezó a preguntarse si había hecho bien no perdonándole y lo que sus amigos le dijeron fue que no pensara en eso, que era un alemán menos y que si lo hubiera perdonado se habría arrepentido. Al día siguiente volvió a ir al hospital y la misma enfermera volvió a llevárselo pero esta vez a una sala diferente en la que le dijo que el soldado había muerto la pasada noche pero esta le había prometido que le daría a Simón un fardo envuelto en una sabana en la que estaba la dirección de su casa pero Simón no lo acepta y dice que se lo envíe a su madre.
Dos años más tarde sus amigos habían muerto y faltaba poco para que tuviera libertad ya que los campos de concentración iban desapareciendo. En su último campo de concentración conoce a un religioso polaco con el cual discute sobre el tema del soldado de las SS. y este le hace ver que tenía que haberlo perdonado ya que era su última voluntad pero el hecho de haberlo escuchado este soldado murió tranquilo.
Cuando todo termina, Simón sobrevive y comienza a estudiar los crímenes nazis y un día pasando por las calles con su esposa y sus hijas decide buscar la casa del soldado y conoce a su madre, una señora mayor muy agradable que había perdido a su único hijo y a su marido, en esa casa es la primera vez que Simón ve la cara de Karl. Simon quería contarle la verdad a su madre pero lo único que dijo fue que Karl le mandaba saludos.
Para finalizar Simón pregunta al lector que hubiera hecho él en su lugar, ¿habría perdonado al soldado o no?
MATTHEW FOX:
Matthew Fox de alguna manera perdona ya que expone que gracias a esa experiencia entre Simón y Karl, Simón comenzó a dedicarse a investigar sobre los crímenes de los nazis, buscar testigos etc… Pero también expone que perdonar y olvidar se actos distintos y que siempre se debería perdonar por la necesidad de ser libres y de poder seguir viviendo nuestra vida pero nunca se debe olvidar. Simón no olvidó y por eso su vida es dedicarse a la justicia y a la compasión, para Fox la vida de Simón es divina.
CRÍTICA A FOX:
Estoy de acuerdo con la reflexión de Matthew de que debemos perdonar pero hay actos que por mucho que queramos olvidar es imposible poder perdonar, para Fox perdonar y olvidar son actos distintos en cambio yo creo que para poder perdonar debemos olvidar, mientras no olvidemos no perdonaremos y mientras no perdonemos no olvidaremos, este autor dice que no debemos olvidar y yo pienso que para poder seguir adelante con nuestra vida debemos olvidar sino nos aferramos a ese pasado y nos impedirá seguir adelante.
LOS LÍMITES DEL PERDÓN. Cristina Lasheras
EL GIRASOL: Resumen
Un día la enfermera hizo que Simon la siga por que ahí había un moribundo que le quedaba poco tiempo de vivir, el moribundo al ver a Simon lo cogió de las manos y le apretó muy fuerte por que quería contarle el crimen aue había cometido en su vida. Simon esperaba el momento en que el moribundo va a contarle la historia de todos les crímenes que había echo y le ha pedido el perdón en nombre de todos los judíos y también quería darle las cartes que su madre le escribía. Simon se fue sin decirle nada por que no tenía ninguna respuesta de lo que ha dicho el moribundo.
LOS LIMITES DEL PERDON. Bianca Viorel.
Simon era un judío que estaba recluido en un campo de concentración nazi. Tiene dos amigos Arthur y Josek, a los que siempre cuenta lo que le sucede a lo largo del día.
Un día Simon fue llevado por los askaris al viejo instituto tecnológico donde el estudiaba, aunque ya no era un instituto sino un hospital. Mientras Simon estaba paseando por el hospital, una enfermera se acerco a él y le pregunto que si era judío, el respondió que sí, entonces la enfermera le dijo que la siguiera. Le llevo a un cuarto donde había un soldado de las SS, a punto de morirse. El soldado llamado Karl le empezó a contar los crímenes que él hizo, diciendo que se arrepentía mucho de ello. Simon en realidad no quería escucharlo, pero a la vez le daba pena irse. Cuando el soldado acabo de decirle todo lo que había hecho, le pido que le respondiera si le perdonaba o no. Simon se levanto y se fue sin decir nada.
A la noche cuando volvió se lo conto a sus amigos, ellos dijeron que hizo bien en no decirle nada, es mas tenía que haberle dicho que no lo perdonaba.
A los días Arthur y Josek murieron, y Simon fue llevado al campo de concentración Mauthausen, donde conoció a un polaco llamado Bolek, al que también le conto lo sucedido con Karl. Bolek le dijo que si que tenía que haberlo perdonado, si el soldado realmente se arrepentía.
Después de un tiempo, el campo de concentración Mauthausen fue liberado. Simon llevo una vida normal. Un día decidió ir a hablar con la madre de Karl, para contarle lo que su hijo hizo. Pero al final no le dijo nada, para que la madre siguiera viendo a su hijo como una buena persona.
Ana Molinero. Los limites del perdón
Simon es un arquitecto preso en un campo de concentración por ser judío.El nos narra las desagradables y tristes historias que vive dentro y fuera del campo.
Un día lo mandan a trabajar al hospital de Lemberg descargando contenedores. Mientras el y sus compañeros trabajan , una enfermera lo busca y lo conduce a la habitación donde se encuentra un soldado alemán de las SS moribundo.
El soldado, Karl, le cuenta a Simon su vida confesando sus horribles crímenes y le ruega que, en nombre de los judíos que el mató, que le perdone ya que no puede hablar con los el mato.Simon se marchó sin decir nada. El tiempo pasaba y Simon se atormentaba con la pregunta de ¿Hice lo correcto? así que va a ver a la madre del soldado para descubrir como vivía y como era de pequeño. Eso no le lleva a nada y sigue dudando hasta el final pero piensa que el no es quien para perdonar crímenes que el no a recibido directamente y tampoco las personas que el soldado mato le dieron permiso para que lo hiciera.
EUGENE J. FISHER
Este autor habla de después del holocaustro sobre posición de los cristianos y los judíos sobre si estos deben perdonar a los que los masacraron.
Algunos representantes católicos incluso el Papa han pedido perdón publicamente a la población judía pero es muy injusto y dificil pedir que ellos perdoden aunque su religión les aconseja perdonar.
OPINION PERSONAL
Yo personalmente estoy de acuerdo con el pensamiento de Simon porque el no es quién para perdonar en nombre de las víctimas que mató el soldado.
Pero es cierto que me tendría que verme en la situación de ver a alguien agonizando y arrepentido suplicándome perdón.
También pienso que si el soldado hubiera sobrevivido no se habría arrepentido de sus actos,simplemente quería desahogar sus crímenes con alguién que no los a sufrido directamente pero de la misma condición de las personas a las que el mató.
Yo sincéramente no lo perdonaría, creo que hay cosas que no pueden perdonarse, sin mas, o pueden perdonarse pero nunca olvidarse y yo personalmente, si supiera que después de perdonarle iva a tener dentro un rencor incesable, simplemente no lo perdonaría