LOS LÍMITES DEL PERDÓN
RESUMEN
"Los límites del perdón"es el título de un libro que narra en primera persona las atrocidades cometidas por los alemanes en el Holocausto Nazi.
El protagonista del libro es un judío que cuenta desde su experiencia la vida (pero sobretodo la muerte) en los campos de concentración. Su nombre es Simon Wiesenthal, y comienza explicando su vida al ser reclutado por los nazis directo a un campo de concentración.
Simon vivía en un barracón junto a sus amigos y compañeros Arthur y Josek. Un día, lo mandaron a lo que fue el instituto tecnológico en el que él mismo estudió arquitectura, que más tarde se convirtió en un hospital militar. Allí tras varias explicaciones, acabó en la habitación de una soldado de la SS moribundo, que quería explícitamente la compañía de algún judío para así poder arrepentirse de su comportamiento de asesino durante su época de soldado. Tras contarle su historia y rogarle su perdón a Simon, este ultimo acabo marchándose sin darle ninguna respuesta al aleman.
Simon estuvo bastante tiempo reflexionando su respuesta, y cuestionándose si fue correcta o no. Al día siguiente le comunicaron que el soldado de la SS Karl había fallecido.
Tiempo más tarde, trasladaron a Simon a Mathausen, donde el calvario acabaría, pero lo acabaría solo, ya que sus amigos habían muerto a manos de los nazis. Al ser liberado decide ir a ver a la madre de Karl , el soldado de la SS, con la finalidad de averiguar la forma de ser del nazi observando la de su madre.
OPINIÓN PERSONAL
Desde mi punto de vista, el libro es un claro ejemplo de cómo a veces nos vemos en situaciones comprometidas sin saber cómo actuar, y qué sería o no lo correcto. También añadiría que la historia está muy bien relatada, y puedes imaginarte completamente las escenas que se cuentan en el libro. Los sentimientos de los protagonistas son muy reales, ya que muestran el sufrimiento que tuvieron que vivir los judíos durante la II Guerra Mundial, una de las masacres más crueles de la historia, que aún se recuerda, gracias a libros como este.
OPINIÓN DEL AUTOR: FRANKLIN H. LITTELL
Fanklin H. Littell fue un escritor americano, que no perdonaría los millones de crímenes cometidos por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Littell piensa que el problema del asesino moribundo era que los únicos que le podían perdonar estaban muertos y que la culpabilidad era lo que realmente movía al alemán a intentar obtener un perdón por parte del judío.
OPINIÓN SOBRE EL AUTOR
Yo estoy de acuerdo con el punto de vista del autor. Creo que tú no puedes perdonar cosas que no has sufrido, aunque en este caso el soldado, intentase hacerle ver al judío que quería pedirle perdón al grupo judío en general, no a él en concreto. Pienso que solo la persona que lo ha sufrido o Dios podrían perdonar tal crimen.
5 comentarios:
Estoy de acuerdo con tu punto de vista acerca del perdón al judío, el autor que has elegido tiene bastante razón al decir que no podemos perdonar algo que no hemos vivido, ya que solo si lo vivimos en primera persona somos capaces de decidir algo tan importante como el perdón a una persona que ha matado y hecho tanto daño a ese gran número de personas. Opino como tú al decir que solo la persona que lo ha sufrido podrá perdonar este tipo de crímenes.
Comparto la opinión de María ya que tiene razón con que ese tipo de actos solo deben de ser perdonados por las personas a las que se les ha hecho algo malo y no alguien que no lo ha sufrido en primera persona.
Estoy de acuerdo con mi compañera María, ya que cada persona tiene un distinto grado de culpabilidad, y cada una de ellas se siente de manera distinta al realizar diferentes actos, por lo que es muy difícil ponerse en una situación en la que no has vivido ni has estado presente.
No estoy de acuerdo con la opinión de mi compañera María, porque aunque es difícil tratar de perdonar a alguien que ha hecho tanto mal, creo en que las personas con el tiempo y la reflexión pueden cambiar, como desde mi punto de vista creo que le pasó al soldado, y el rencor sería algo que llevaría a cuestas toda la vida.
Estoy de acuerdo con la opinión de María, ya que no nos podemos hacer responsables del perdón que han sufrido otros. Por ello, la mejor opción es mostrar nuestro apoyo de que si lo perdonaría, pero no es moral ponernos en situación de los demás si saber su opinión.
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