viernes, 21 de febrero de 2020

 LOS LÍMITES DEL PERDÓN


RESUMEN:


El protagonista de esta historia se llama Simón un judío el cual su profesión era la de arquitecto. Simón, estaba interno en el campo de concentración de Lemberg. Era un infierno muy duro sobrevivir allí, aunque con el paso de los días empezó a relacionarse con la gente y este se hizo amigo de dos presos que trabajaban con él. Uno se llamaba Arthur y el otro Josek. Josekera un abogado muy religioso a quién le broma le llamaban "el religioso". Un día eligieron a un grupo de judíos y en ellos estaba Simón. Los trasladaron a un hospital, el cual antiguamente era un Instituto Tecnológico. De camino al hospital, le llamó la atención un cementerio por el que pasó, este era un cementerio que tenía un girasol plantado en cada tumba, pero él mismo sabía que no iba a acabar allí, ya que era judío. Cuando llegaron al hospital, le asignaron a cada hombre un propio trabajo: a Simón se lo llevó una enfermera, hacia una habitación. En ella, se encontraba Karl, un soldado nazi. Karl le confesó las maldades que había cometido a personas inocentes, y estaba muy arrepentido, por lo que poco después le pidió a Simón que lo perdonase. Cuando llegaron al campo de concentración. Simón hablo con Arthur y Josek de lo que pasa el soldado le había contado, simón estaba desconcertado porque no sabía si era justo o no perdonarlo. Al día siguiente Simón volvió al hospital a hablar con Karl de lo que había estado pensando durante todo el tiempo, pero ya era demasiado tarde, Karl había muerto. Pasaron dos años y Simón fue declarado libre y salió del campo de concentración. Decidió buscar a la madre de Karl para contarle sobre su hijo y qué pasó en el hospital, sin contarle nada sobre los actos que cometió. Finalmente, Simón nos pregunta qué hubiésemos hecho nosotros: perdonarle o no.


OPINIÓN DE JEAN AMÉRY:


Este autor se basa en su opinión personal. Piensa que: ¿Porqué quiere perdonar a Karl pero no quiere perdonar al soldado?. Para Jean esto crea una situación de injusticia, ya que no entiende porque Simón decide perdonar a Karl antes que al soldado. Para este autor no es una muerte más de un asesino como de tantos otros.


MI OPINIÓN RESPECTO A JEAN AMÉRY:


No pienso igual que Jean, por qué creo que no se merece Karl el perdón de un judío, ya que participó con los Nazis matando a gente inocente y ahora que esta cerca de la muerte y se siente arrepentido busca el perdón. Eso es de ser un orgulloso e interesado cuando se ve en apuro. Que pena que hoy en día siga existiendo personas así o peores...


MI OPINIÓN RESPECTO A LA HISTORIA:


Si me hubiera ocurrido lo mismo que a Simón no hubiese perdonado al soldado Karl porque, aunque su arrepentimiento sea verdadero, un asesinato no se puede perdonar ya que las personas han sufrido demasiado. Aunque puede ser que llegue a un punto en el que piense que verdaderamente tiene o no la culpa.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también pienso que un asesinato no puede ser perdonado, ya que serían muchas las personas que sufrirían por la muerte de sus seres queridos. Si olvidamos estos pecados y no tenemos en cuenta el dolor de estas familias estaríamos incluso faltándoles el respeto, ya que podrían pensar que sus familiares son tratados y valorados con inferioridad respecto al resto de la población.

Sin embargo,no me plantearía si él realmente fue el culpable de aquella muerte o no, ya que él mismo participó en muchas otras por voluntad propia, mientras que podría haber tomado la opción de no unirse a los nazis, evitando así verse envuelto en aquella masacre.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con que un asesinato es una falta muy grave, que difícilmente puede ser perdonado pero hay excepciones en la que la persona está realmente arrepentida.

María Torres Fernández dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con mi compañero ya que desde mi punto de vista lo que hizo Karl es algo imperdonable aunque esté realmente arrepentido, no tendría que haber hecho todo lo que hizo y no debería haberse arrepentido cuando murió sino antes.