jueves, 27 de febrero de 2020

       




                           LOS LÍMITES DEL PERDÓN 


                                                                  RESUMEN

El libro narra la historia de un judío llamado Simón que narra lo que sucede en un campo de concentración. Tenía dos amigos, Arthur y Josek. Un día les agruparon para trabajar y al grupo de Simon les llevaron al Instituto Tecnológico (que ahora era un hospital militar), y por el camino Simon se fijó de un cementerio que soldados de las SS, y en cada tumba había un girasol, cosa que a él le llamó mucho la atención, ya que decía que a pesar de que esos soldados estuviesen muertos, tenían una posesión, ese girasol, junto a una tumba para cada uno, al contrario que él, como a cualquier judío, que lo echarían a una fosa común donde nadie se acordaría de él.
Cuando llegaron al hospital militar, les mandaron a recoger los cubos de basura acumulada. Una enfermera lo llamó y le pidió que le acompañara, le llevó a una sala donde estaba un soldado de las SS en su lecho de muerte, con prácticamente todo el cuerpo vendado. El soldado le dice que tiene que contarle a un judío el error que cometió para que le perdone. Le cuenta su historia desde que era un chaval, que su familia era religiosa, se apuntó a las Juventudes Hitlerianas, cosa que a su padre y a su madre no les gustó. Le cuenta que un día fueron a un sitio donde, en una casa, habían metido a muchos judíos para dispararlos y quemarlos, y que, cuando ya habían empezado a quemarse, vio un hombre, una mujer y un niño se disponían a saltar desde una ventana para morir en el acto y no lentamente, esa imagen dice el soldado que se le quedó grabada y que se dio cuenta de las barbaridades que estaba cometiendo y que se sentía muy mal por ello. Cuando le pidió a Simon que si le perdonaba o no, el judío salió de la habitación en silencio y se fue con sus compañeros.
Esa noche soñó con el soldado, con lo que ocurrió con los padres y el niño en aquella casa, y eso le recordó a un niño que él conocía llamado Eli. Le contó la historia a sus dos amigos, y Josek le dijo que no tenía derecho a responder a la pregunta que le hizo puesto que él no representaba a todos los judíos. Al día siguiente, volvió al hospital, y la enfermera le llamó de nuevo, pero esta vez le dijo que el soldado murió esa noche, y le dijo que le diese todas sus pertenencias a el, menos el reloj de oro, que lo mandara a su madre. Simon lo rechazó y dijo que le mandara todo a su madre.
Después cuenta que, pasaron los años y sus dos amigos murieron, a él le trasladaron a otros campos de concentración y cuando acabó la guerra quiso hacer una vida nueva ya que quedarse en su ciudad le traía muchos recuerdos. Se alistó en una comisión que investigaba crímenes nazis, se casó y un día decidió visitar a la madre del soldado de las SS, que le contó que su hijo era muy bueno

OPINIÓN DE HERBERT MARCUSE
Lo que el dice es que no lo perdonaría ya que dice que su perdón es muy sencillo al querer en su hora de la muerte que le perdonen por todo lo que a hecho e irse en paz, también dice que no le perdonaría porque después de haber matado y torturado a tanta gente felizmente no se merece que le perdonen ya que han matado a gente de su familia y la han torturado.
OPINIÓN PERSONAL
Yo no estoy de acuerdo con Herbert Marcuse ya que yo si lo perdonaría por que se muestra arrepentido de sus actos y aunque yo no podría perdonarlo como representante a todo el pueblo yo lo perdonaría como persona ya que es una persona y todos nos podemos equivocar pero lo mas importante es saber reconocer los errores cometidos en la vida.




Trabajo realizado por: DANIEL RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ 1ª BACH C.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no estoy de acuerdo con Daniel, porque en mi opinión, no perdonaría a Karl, ya que hablaría en nombre de todos los judíos que han muerto y han sufrido por culpa de personas como él.

Elena Parra López dijo...

En este caso no estoy de acuerdo con mi compañero ya que yo no perdonaría a Karl, pues éste no debe perdonarlo en nombre de todas las víctimas de los actos cometidos por el soldado.Aunque al igual que Daniel opine que todos cometemos errores a lo largo de nuestra vida yo considero que la causa de la muerte en otros individuos no puede estar justificada jamás con un simple perdón, está bien reconocer los errores, pero en este caso son demasiado graves para ser perdonados.

Pedro Sierra dijo...

Yo estoy totalmente de acuerdo contigo porque eso es una cosa imperdonable y tampoco puede perdonar eso en nombre de las personas que las sufrieron, comparto totalmente tu opinión