LOS LÍMITES DEL PERDÓN. EL GIRASOL - RESUMEN
En este libro, Simon Wiesenthal, que nos cuenta su vida en primera persona, era un judío cuya vida se desarrolló en la Alemania nazi y cuenta una historia que hace reflexionar al lector.
Este arquitecto judío polaco se encuentra en un campo de concentración en Lemberg junto a otros judíos que eran maltratados: les obligaban a realizar trabajos denigrantes. Las condiciones en las que se encontraban, por el mero hecho de ser de otra raza, eran horribles y por ello, la esperanza y la fe en Dios era casi impensable para ellos. Unos judíos religiosos, de los pocos que seguían manteniendo sus creencias y un compañero de su universidad, se llamaban Josek y Arthur respectivamente, y eran los mejores amigos de Simon.
Un día, Simon fue elegido junto a 50 judíos más para hacer un trabajo asignado por los nazis. Llegando a su destino, Simon se fijó en un cementerio en el que había algo que le hizo captar su atención. Esto, tan asombroso para él, era la presencia de girasoles en cada una de las tumbas de los soldados que habían muerto. Mientras los observaba, pensaba en su futuro y, tristemente, en su muerte e hizo que empezara a ser consciente de que al morir, no acabaría en una tumba como los soldados.
Una vez que llegaron a su destino: “Hospital de la Reserva”. Ir allí le traía bonitos recuerdos ya que fue el lugar dónde había realizado sus estudios de arquitectura y, para su tristeza, había dejado de ser el instituto que era por motivos de guerra. Allí, es llevado ante un hombre de 22 años, cuyo rostro estaba recubierto de vendas que impedían a Simon reconocerlo. Su nombre era Karl, soldado de la SS, organización paramilitar nazi al servicio de Hitler.
Karl le relató sus primeros años de vida en la que este fue criado en una familia cristiana y, de joven, se unió a las JuventudesHitlerianas, lo que provocó que, posteriormente, pasara a formar parte de la SS.
Karl también le cuenta que fue enviado a una misión en la que encerraron, en la planta baja de un edificio, a algunos judíos y fueron asesinados con materiales explosivos. Algunos intentaban escapar entre las llamas desesperadamente, entre ellos había una familia a la que Karl, siguiendo las órdenes de sus superiores, los abatió. Aquel hecho hizo que este quedara frustado y, en su siguiente misión, no pudo atacar ya que, continuamente, recordaba lo sucedido y, finalmente, fue atacado. Este fue el motivo por el que Karl se encontraba en ese estado. Al terminar, Karl le pide perdón a Simon pero este prefiere no contestar y volver al campo de concentración. Estuvo todo el día pensando en si había hecho bien en no perdonar al nazi que, verdaderamente, estaba arrepentido. Al día siguiente, éste volvió al hospital pero ya era demasiado tarde ya que Karl había fallecido y le había dejado todas sus pertenencias pero Simon no las acepta y, finalmente, acaban en las manos de su madre. A los dos años, los amigos del protagnista también murieron, lo que hizo que Simon perdiera completamente la esperanza ya que sabía que iba a ser asesinado como sus amigos.
Sorprendentemente, no fue asesinado y salió de los campos de concentración así que, deidco su vida a invesigar crímenes nazis.
El autor nos deja en ascuas, dejándonos, a su vez, una pregunta muy importante sin contestar con el propósito de que nos la planteemos nosotros: ¿Lo perdonarías?.
OPINIÓN DEL LIBRO
El libro relata muy bien las pésimas condiciones en las que tuvieron que vivir las personas que simplemente pensaban diferente a los que tenían el control del país, en este caso, los judíos. Nos ayuda a hacer uso de la empatía, a hacer que nos pongamos en la piel de esos pobres judíos que tenían que soportar maltratos, abusos, asesinatos de familiares e incluso sus propios asesinatos. Está claro que el soldado, que pidió perdón a Simón por todo lo que había hecho, fue utilizado y educado en un ámbito y con una ideología contraria a la suya e hizo que éste se arrepintiera de todo lo que había hecho aunque fuera un poco tarde.
Hemos de ser conscientes que no podemos permitirnos volver a pasar por situaciones tan traumáticas y fatídicas y tener cuidado con los liderazgos radicales y absolutos que, sin darnos cuentas, manipulan a las personas y consiguen lo que quieren: tener el poder de gran parte del mundo.
Desde mi punto de vista, mis principios morales no me permitirían aceptar el perdón del soldado ya que había hecho sufrir a todas las personas que ha asesinado pero, mucho más, a sus familiares que no saben nada de ellos.
Debemos ser conscientes y consecuentes del daño que podemos causar con un simple acto.
Este libro ha hecho que adquiera una nueva visión de la tan conocida II Guerra Mundial.
OPINIÓN DEL AUTOR: EVA FLEISCHNER
Eva Fleischner, una australiana que vivió este suceso, se plantea si Simon quería perdonar a este soldado, pero la verdadera pregunta es: ¿Podía Simon perdonarle? ¿Tenía la suficiente autoridad como para hacerlo?. Desde su punto de vista, ella si aceptaría el perdón ya que es cristiana y creía que Karl era un soldado que estaba simplemente cumpliendo órdenes.
OPINIÓN SOBRE EL AUTOR
No comparto la opinión del autor ya que creo que el soldado era consciente de lo que hacía en ese momento y del daño que iba a causar. No obstante, sí estoy de acuerdo en que a Simon le había tocado aceptar una autoridad la cual no tenía por qué aceptar.
9 comentarios:
Desde mi punto de vista me encuentro de acuerdo con mi compañera en la opinión sobre no conceder el perdón al nazi, debido a que después de todo el daño que había causado no podía pedir perdón como si nada a un judío cualquiera. Y este tampoco podría perdonarlo en nombre de todos los judíos que habían sufrido el holocausto alemán.
Estoy de acuerdo con Marta en que Simón no podía asumir la responsabilidad de dar un perdón en nombre del pueblo judío como colectivo. En tal caso podría perdonar los daños causados sobre él.
No me encuentro de acuerdo con Marta ya que sí que le habría perdonado en sus últimos momentos, aunque no fuese una autoridad ni quien verdaderamente debía perdonarle. Pienso que él solo cumplía órdenes en contra de su religión y creencias.
Estoy de acuerdo con Marta en que Simón no podía perdonarlo en nombre de todos los judíos, pero creo que yo si hubiese perdonado al soldado si estaba realmente arrepentido por los daños causados al pueblo judío.
Estoy totalmente de acuerdo con mi compañera Marta. No perdonaría al soldado en lugar de Simón y pienso que este hizo bien en no darle una respuesta. Porque aunque se arrepienta de sus malos actos, el sufrimiento que pasaron los judíos no tiene perdón, ya que estas personas no habían hecho nada a la sociedad para que los alemanes le respondieran con malos tratos.
Estoy de acuerdo con mi compañera Marta ya que Simón no puede perdonar al soldado en nombre de todos los judios a los que ha hecho daño. Yo opino que Simón lo hizo bien no dándole respuesta.
Estoy totalmente de acuerdo con mi compañera Marta, ya que es cierto que el soldado mientras estaba haciendo todos los daños que causó, estaba siendo consciente de ello.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Marta , el perdón de su pueblo era una decisión del pueblo entero no solo de el , tomo la mejor desción , si hubiera sido al contrario habría sido un acto muy egoista por su parte
Publicar un comentario