sábado, 8 de marzo de 2025

 Los Límites del Perdón. Pablo Pérez Castelo

Resumen

 

La historia que vamos a comentar a continuación narra las vivencias acontecidas a un judío en medio del horro del Holocausto, Simon, quien experimentó de primera mano las atrocidades de los campos de concentración. Él, enfrentó unas condiciones de vida extremas y en especial una encrucijada moral que lo llevó a cuestionar el significado verdadero del perdón. A lo largo de esta conmovedora obra, Simon se ve inmerso en una serie de eventos y encuentros que le inducen a reflexionar profundamente sobre la humanidad, el sufrimiento y la justicia.

 

La narración inicia en el campo de concentración de Wilhous, donde Simon, junto a sus compañeros prisioneros, tuvo una existencia marcada en su totalidad por la humillación y el abuso. En aquel entorno que como ustedes se pueden imaginar era completamente desolador y desumanizado, los judíos son considerados "infrahumanos" y sufren atrocidades a manos de los soldados alemanes, polacos y ucranianos, quienes se autonombraron como "superhumanos" en la jerarquía racial que impuso el régimen nazi. Simon no solo fue testigo de tal brutalidad, sino que también comparte su atroz experiencia junto con dos amigos cercanos: Arthur, quien vivió con un constante temor por su supervivencia, y Josek, un hombre de profunda fe que, a pesar de las adversidades, logró mantener una paz interior.

 

La vida de aquel judío dio un giro inesperado cuando es trasladado, junto a otros prisioneros, a un antiguo Instituto Tecnológico que ha sido convertido en un hospital militar. En este lugar, Simon se encuentra con Karl, un soldado de las SS que, al borde de la muerte, le solicita perdón por los crímenes cometidos durante su servicio. En una escena colmada de una enorme tensión moral, Karl confiesa a Simon que se alistó sin comprender el verdadero alcance del exterminio y las masacres perpetradas por los nazis. Abierto a su arrepentimiento, le ruega a Simon que lo perdone en nombre de todas las víctimas. Simon, sumido en una confusión paralizante, elige el silencio, una decisión que lo marcará durante mucho tiempo.

Cuando Simon regresa al campo de concentración, comparte su experiencia con sus amigos, quienes, lo apoyaron, consideran que su silencio fue la respuesta más coherente, puesto que, como víctima, a Simon no le correspondia conceder el perdón. Dos años después, cuando Simon es trasladado a diversos campos y finalmente llega a Mauthausen, entabla amistad con Bolek, un prisionero judío de profundamente religiosioso. Al contarle sobre su encuentro con Karl, Bolek, al igual que los amigos de Simon, sugiere que, dado el arrepentimiento genuino mostrado por Karl, el perdón podría ser una opción que debió haber sido considerada por Simon.

 

La liberación del campo de concentración representa un hito crucial en la historia puesto que Simon, al sentirse ahora libre, se quiso adentrar profundamente en una reflexión sobre el perdón y la justicia. En su memoria siguen resonando los girasoles que observaba en las tumbas de los soldados alemanes caídos, un símbolo de reconocimiento que jamás podría ser otorgado a los judíos y que no lo es. Quería buscar respuestas y ahogar la duda que lo atormenta, Simon decide por ello visitar a la madre de Karl. En ese encuentro que tuvo cargado de emociones, eligó no revelarle las atrocidades cometidas por su hijo, permitiéndole mantener una imagen positiva de él a su madre. Este acto de compasión y silencio pone en manifiesto la complejidad de las emociones humanas frente al sufrimiento, el perdón y la venganza, y nos ofrece una visión sobre cómo las víctimas procesan el dolor y la tragedia de la guerra.

 

A partir de lo que se ha expuesto, la historia de Simón nos invita llama a la reflexión e introspección sobre la moralidad del perdón, la pesada carga de la culpa y la dificultad de comprender plenamente el sufrimiento causado durante el Holocausto. Al concluir, la obra nos transmite la idea de que el perdón es un acto profundamente personal, y que en determinados casos, solo las víctimas tienen el poder de decidir si lo otorgan o no.

 

 

Opinión del autor: MANÈS SPERBER

 

Este escritor francés sostiene que, a pesar de las difíciles circunstancias que enfrentó Simon, él habría perdonado al soldado alemán. Sin embargo, lleva el concepto de perdón a dimensiones éticas y filosóficas, comparando este acto con las acciones que, de manera indirecta, realizan las grandes naciones, es por ello por lo que he decidido escogerlo. Además, según su perspectiva, es fundamental que el transgresor se someta a un juicio interior, que asuma el peso de la culpa que lo atormenta, ya que solo así podrá liberarse de su sufrimiento, aunque el recuerdo del acto cometido nunca se borre por completo.

 

Opinión personal:

Puesto que coincido totalmente con la opinión de Marnés no voy a extenderme demasiado. A mi parecer, el perdón es esencial tanto para Simon como para Kart, ya que este acto libera a ambos; aligera el odio que siente uno y la tristeza del otro. A mayor Inri, la religión que profeso defiende el perdón y es uno de los siete pilares, es por ello por lo que siento que perdonar debería ser la base de todo. Volviendo al hilo, esto resulta crucial, porque si no se lleva a cabo el perdón, sería muy difícil que pudieran reanudar su camino en la vida de manera normal, ya que el sentimiento de culpa los atormentaría aun no borrándose las imágenes de su mente, un concepto que resulta realmente complicado de materializar pero que debería ser puesto en practica por los dos. Esta lectura me ha hecho introducirme mas hacia un mundo que pienso que la sociedad actual debería introducirse, el mundo de perdonar. 

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