Los Límites del Perdón. Pablo Pérez Castelo
Resumen
La historia que vamos a comentar a continuación
narra las vivencias acontecidas a un judío en medio del horro
del Holocausto, Simon, quien experimentó de primera mano las atrocidades
de los campos de concentración. Él, enfrentó unas condiciones de
vida extremas y en especial una encrucijada moral que lo llevó a
cuestionar el significado verdadero del perdón. A lo largo de esta
conmovedora obra, Simon se ve inmerso en una serie de eventos y
encuentros que le inducen a reflexionar profundamente sobre la
humanidad, el sufrimiento y la justicia.
La narración inicia en el
campo de concentración de Wilhous, donde Simon, junto a sus compañeros prisioneros, tuvo una
existencia marcada en su totalidad por la humillación y el abuso. En aquel entorno
que como ustedes se pueden imaginar era completamente desolador y desumanizado,
los judíos son considerados "infrahumanos" y sufren
atrocidades a manos de los soldados alemanes, polacos y ucranianos, quienes
se autonombraron como "superhumanos" en la jerarquía racial que
impuso el régimen nazi. Simon no solo fue testigo de tal brutalidad,
sino que también comparte su atroz experiencia junto con dos amigos
cercanos: Arthur, quien vivió con un constante temor por su
supervivencia, y Josek, un hombre de profunda fe que, a pesar
de las adversidades, logró mantener una paz interior.
La vida de aquel judío dio un giro
inesperado cuando es trasladado, junto a otros prisioneros, a un
antiguo Instituto Tecnológico que ha sido convertido en un hospital
militar. En este lugar, Simon se encuentra con Karl, un soldado de las SS que,
al borde de la muerte, le solicita perdón por los crímenes cometidos
durante su servicio. En una escena colmada de una enorme tensión
moral, Karl confiesa a Simon que se alistó sin comprender el verdadero alcance
del exterminio y las masacres perpetradas por los nazis. Abierto
a su arrepentimiento, le ruega a Simon que lo perdone en
nombre de todas las víctimas. Simon, sumido en una confusión paralizante, elige
el silencio, una decisión que lo marcará durante mucho
tiempo.
Cuando Simon regresa al campo
de concentración, comparte su experiencia con sus amigos, quienes, lo apoyaron, consideran que
su silencio fue la respuesta más coherente, puesto que, como
víctima, a Simon no le correspondia conceder el perdón. Dos años
después, cuando Simon es trasladado a diversos campos y finalmente llega a
Mauthausen, entabla amistad con Bolek, un prisionero judío de
profundamente religiosioso. Al contarle sobre su encuentro con Karl,
Bolek, al igual que los amigos de Simon, sugiere que, dado el arrepentimiento
genuino mostrado por Karl, el perdón podría ser una opción que debió haber
sido considerada por Simon.
La liberación del campo de
concentración representa un hito crucial en la historia
puesto que Simon, al sentirse ahora libre, se quiso adentrar
profundamente en una reflexión sobre el perdón y la justicia. En su
memoria siguen resonando los girasoles que observaba en las
tumbas de los soldados alemanes caídos, un símbolo de reconocimiento que jamás podría ser
otorgado a los judíos y que no lo es. Quería buscar respuestas
y ahogar la duda que lo atormenta, Simon decide por ello
visitar a la madre de Karl. En ese encuentro que tuvo cargado
de emociones, eligó no revelarle las atrocidades cometidas por su
hijo, permitiéndole mantener una imagen positiva de él a su madre. Este
acto de compasión y silencio pone en manifiesto la complejidad de las
emociones humanas frente al sufrimiento, el perdón y la venganza,
y nos ofrece una visión sobre cómo las víctimas procesan el
dolor y la tragedia de la guerra.
A partir de lo que se ha
expuesto, la historia de Simón nos invita llama a la reflexión
e introspección sobre la moralidad del perdón, la pesada carga de la
culpa y la dificultad de comprender plenamente el
sufrimiento causado durante el Holocausto. Al concluir, la
obra nos transmite la idea de que el perdón es un acto profundamente
personal, y que en determinados casos, solo las víctimas
tienen el poder de decidir si lo otorgan o no.
Opinión
del autor: MANÈS SPERBER
Este
escritor francés sostiene que, a pesar de las difíciles circunstancias que
enfrentó Simon, él habría perdonado al soldado alemán. Sin embargo, lleva el
concepto de perdón a dimensiones éticas y filosóficas, comparando este acto con
las acciones que, de manera indirecta, realizan las grandes naciones, es por
ello por lo que he decidido escogerlo. Además, según su perspectiva, es
fundamental que el transgresor se someta a un juicio interior, que asuma el
peso de la culpa que lo atormenta, ya que solo así podrá liberarse de su
sufrimiento, aunque el recuerdo del acto cometido nunca se borre por completo.
Opinión personal:
Puesto
que coincido totalmente con la opinión de Marnés no voy a extenderme demasiado.
A mi parecer, el perdón es esencial tanto para Simon como para Kart, ya que
este acto libera a ambos; aligera el odio que siente uno y la tristeza del
otro. A mayor Inri, la religión que profeso defiende el perdón y es uno de los
siete pilares, es por ello por lo que siento que perdonar debería ser la base
de todo. Volviendo al hilo, esto resulta crucial, porque si no se lleva a cabo
el perdón, sería muy difícil que pudieran reanudar su camino en la vida de
manera normal, ya que el sentimiento de culpa los atormentaría aun no borrándose
las imágenes de su mente, un concepto que resulta realmente complicado de
materializar pero que debería ser puesto en practica por los dos. Esta lectura
me ha hecho introducirme mas hacia un mundo que pienso que la sociedad actual debería
introducirse, el mundo de perdonar.
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