LOS LÍMITES DEL PERDÓN. RESUMEN CAPÍTULO 1 “EL GIRASOL”
Este capítulo trata de de la experiencia de un hombre llamado Simon cuando fue llevado a un campo de concentración nazi. Nos cuenta sus trágicas experiencias y anécdotas vividas en aquel lugar.
Él y un viejo amigo llamado Arthur fueron llevados al hospital militar para trabajar y una enfermera llevó a Simon a una habitación donde se encontraba un antiguo soldado de la SS llamado Karl gravemente herido, quién le contó todos los crímenes que había cometido durante la guerra sintiéndose bastante arrepentido de ello y con la intención de ser perdonado. Simon no quiso darle una respuesta y se fue, y, posteriormente le contó lo ocurrido a sus amigos, quienes le apoyaron por no perdonarle.
Aunque ya había pasado tiempo, siguió con la duda si debería de haberlo perdonado o no ya que realmente no le dio una respuesta clara al soldado en aquel momento. Para terminar con su duda, se lo comentó a su nuevo compañero Bolek quien se estaba preparando para ser sacerdote y se sintió más aliviado.
Al acabar la guerra, Simon fue liberado y en un viaje con su mujer observó unos girasoles que le recordaban a aquel soldado y decidió ir a hablar con la madre de él para resolver algunas dudas aunque siguió con bastantes.
OPINIÓN Y ARGUMENTO DE UN AUTOR: ALAN L. BERGER
Este autor defiende que Simon no debería perdonar a el soldado por mucho arrepentimiento que sintiese ya que todos los actos que realizó no son dignos del perdón de nadie.
Si Simon le hubiese perdonado habría caído en la trampa de los nazis, ellos matan pero no hacen nada por ellos por lo que su arrepentimiento no sirve de nada, solo actúan de manera inmoral.
Los asesinos piden el perdón después de realizar actos tan graves y hacer tanto daño a millones de personas.Y, por ello, no hay que ser moral con esas personas que no entienden lo que es.
OPINIÓN PERSONAL
Dichas acciones llevadas a cabo por los nazis son totalmente imperdonables dado que la muerte de alguien no se perdona ni se puede olvidar. El sufrimiento en el que han estado sometidos los judíos y familiares es algo que les perdurará siempre. No importa todo lo arrepentidos que puedan llegar a estar aquellos asesinos porque las atrocidades que han cometido son deshumanas y totalmente inmorales. El perdón no quita los actos que se han realizado y el daño causado.
2 comentarios:
Respecto a tu opinión personal, pienso que llevas toda la razón ya que una acción vale mucho más que un simple perdón debido a que esa palabra la puede decir cualquier persona sintiéndolo realmente o no, una simple palabra no va a devolver la vida de tantísimas personas ni va a sanar el dolor de todas aquellas víctimas y sus descendientes que han sufrido de manera directa el régimen nazi , lo cual pienso que debería morir con esa carga encima.
No puedo estar más de acuerdo contigo, Karl no era merecedor del perdón, puesto que ni millones de arrepentimientos harían olvidar los daños que el ocasionó, no podría revivir a todos los asesinados. Puesto que no fue justo el homicidio que sufrieron los judíos, tampoco lo sería el perdonarles. Karl fue consciente del daño que generó y debería llevar ese cargo de conciencia.
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