RESUMEN CAPÍTULO 1
El libro “El
girasol” es una obra escrita por Simon Wiesenthal, donde el autor narra en
primera persona los actos que el mismo ha visto en el contexto del holocausto y
nos plantea una reflexión sobre la justicia y los límites del perdón ante actos
extremadamente agresivos.
Esta primera parte del libro se divide en varias “secciones”.
En la primera, el autor nos cuenta el contexto en el que vive, hablándonos de
que es un prisionero judío en un campo de concentración nazi durante la 2ª
Guerra mundial. Un día mientras trabajaba en un hospital militar alemán conoce
a un soldado de la SS, llamado Karl.
Seguidamente, nos cuenta como este soldado, que está
gravemente herido y a punto de morir ha cometido grandes crímenes, entre ellos,
describe uno en los que cientos de personas, entre los que se encontraban
mujeres y niños, fueron encerrados en una casa y quemados vivos. Este soldado,
confiesa que en el momento de realizar ese acto no se cuestionaba la gravedad
de sus actos justificando que solo recibía órdenes, aunque le dice a Wiesenthal
que ahora siente una gran culpa por ese crimen. Karl, sabiendo que iba a morir
llamó a Simon porque quería ser perdonado por un judío antes de morir ya que
ante esa gran culpabilidad necesita del perdón de un judío para morir con la
consciencia tranquila.
Después de escuchar esto,
Wiesenthal se presenta ante un gran dilema moral, y se le plantean varias
preguntas (todas difíciles de responder) como si debería perdonar a Karl en
nombre de todas las personas asesinadas o si puede una persona conceder el
perdón de un crimen concedido sobre otros. Seguidamente, el autor se marcha sin
decir ni una sola palabra y el soldado muere al poco tiempo después.
Por último, el autor hace una reflexión sobre este caso ya pasada
la guerra y pregunta a otros prisioneros, pensadores y líderes religiosos para
saber si hizo o no lo correcto. Algunos le responden que el perdón es algo
personal y no se puede perdonar en nombre de otros, mientras que otros le dicen
que es un deber moral que está por encima del odio y el sufrimiento, por lo que
no se obtiene una respuesta definitiva.
En conclusión, obtenemos que este primer capítulo del libro
nos lleva a reflexionar y no nos da una respuesta fija, sino que nos deja la
pregunta planteada de “¿Qué habrías hecho tu?”.
OPINIÓN
PROPIA
Desde mi punto de vista, el perdón siempre debe ser algo que
nos tengamos que plantear por muy grave que sea el acto cometido, ya que nunca
sabemos el motivo que ha llevado a esa persona a cometer ese tipo de actos,
bien si es por una orden superior como el caso del libro, o bien si es por una
situación extrema en la que se puede actuar de una manera extrema. Debido a
esto, siempre deberíamos plantearnos que podemos perdonar ya que a nadie le
gustaría ser duramente condenado por un acto que no sabemos el “por qué” de esa
situación. Esto no quita que no deba de tener su sanción ejemplar, pero siempre
siendo una sanción acorde a los principios morales del perdón y sin llevar a la
muerte del individuo ya que nadie es mala persona por naturaleza sino que es el
entorno y el contexto el que nos lleva a realizar ciertos actos.
Resumidamente, siempre se debería de tener en mente la opción
del perdón por muy grave que sea la acción realizada, siempre teniendo en cuenta
una sanción acorde al crimen cometido.
AUTOR
-Jean Améry: Este autor le plantea a Wisenthal dos tipos de percepciones
sobre el problema. La primera de ella la psicológica, en la que le plantea que
hubiera hecho si uno de esos soldados hubiera ayudado a escapar a un familiar o
le hubiera hablado amablemente, en ese caso su respuesta podría haber sido
otra. La otra posición que le plantea es la política en la que le dice que si
hubiera perdonado hubiera tenido todo el derecho y si no lo hubiera hecho también
estaría en su derecho. Finalmente concluye diciendo que él hubiera concedido el
perdón al soldado ya que eso no hubiera influido en ningún acto y es moralmente
correcto desde su punto de vista.
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