viernes, 7 de marzo de 2025

LOS LÍMITES DEL PERDÓN- JAVIER SÁNCHEZ

 

LOS LÍMITES DEL PERDÓN.

RESUMEN


El texto relata la experiencia de Simon Wiesenthal, un arquitecto judío en un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial, donde los judíos sufrían terribles abusos.

Simon estaba en un grupo con su amigo Arthur y Josek, un hombre muy religioso con quien discutía sobre la bondad de Dios frente a la maldad del comandante Wihaus. A veces se preguntaban si Dios los había abandonado, dadas las atrocidades del campo.

Un día, Simon y otros 50 prisioneros fueron enviados a trabajar fuera del campo. Al pasar por un cementerio, notó girasoles en cada tumba, lo que lo hizo pensar que los muertos recibían luz y mensajes de alguna manera. Llegaron luego a un instituto donde Simon había estudiado, ahora convertido en hospital militar. Allí, una enfermera lo llevó al decano, donde un soldado de la SS moribundo, llamado Karl, quería confesarse. Karl había participado en la masacre de cientos de judíos y, lleno de arrepentimiento, buscaba el perdón de la comunidad judía. Simon, sin decir palabra, salió y regresó al campo.

Más adelante la enfermera le informó que Karl había muerto, dejándole sus pertenencias, pero Simon rechazó todo. Dos años después, Simon fue trasladado a otra prisión, donde conoció a Bolek, un teólogo polaco, con quien habló sobre la situación con Karl. A pesar de no llegar a una conclusión, Simon sintió que no había actuado correctamente al no perdonar al soldado.

Al final de la guerra, Simon decidió visitar a la madre de Karl, quien estaba devastada por la muerte de su hijo. Simon, sintiendo lástima, decidió no hablarle sobre los crímenes de Karl, pero reflexionó sobre su arrepentimiento y su naturaleza, concluyendo que Karl había sido un buen hombre que fue corrompido y se arrepintió al final. Sin embargo, Simon seguía dudando si debió perdonarlo y si su silencio frente a la madre fue lo correcto.

OPINIÓN

Harry James Cargas, académico y autor estadounidense, se opone al perdón a los nazis. En su respuesta a Simon, dice que él también habría actuado igual, ya que considera que el perdón es algo que solo corresponde a Dios, y no a los seres humanos. Además, cree que perdonar haría que la persona se sintiera en deuda.

OPINIÓN PERSONAL.

Estoy de acuerdo en parte con Cargas. En el Evangelio, se pregunta quién puede perdonar los pecados sino solo Dios. Karl, siendo católico, sabía que "No matarás", y solo buscaba el perdón de un judío para encontrar paz. Pero si cometes un mal, debes asumir la responsabilidad y no pedir perdón solo para aliviar tu conciencia. Además, el perdón de Simon no tiene peso, ya que no fue él quien sufrió el daño. Solo las víctimas tienen derecho a perdonar.

1 comentario:

Pablo Pérez Castelo dijo...

Me parece correcta la manera de mi compañero Javier de destacar que solo Dios puede otorgar el perdón y que perdonar a los nazis generaría una deuda moral en la víctima. Su argumento es sólido, especialmente al señalar que el perdón de Simon carece de valor, ya que él no fue la víctima directa. Coincido totalmente con su visión: el perdón no debe ser un alivio para el agresor, sino un derecho exclusivo de quienes sufrieron el daño. Por ello, asumir la responsabilidad es más importante que buscar absolución.