1.Resumen del capítulo: "El Girasol":
En el capítulo “El girasol”, Simon Wiesenthal cuenta una experiencia que vivió como prisionero en un campo de concentración nazi, planteando un dilema moral sobre el perdón. Un día, mientras trabaja fuera del campo, es llevado a la habitación de un soldado alemán moribundo, llamado Karl, quien le confiesa sus crímenes: Participó en la masacre de una familia judía, incendiando una casa con personas dentro. Atormentado por la culpa, busca el perdón de Wiesenthal antes de morir.
El prisionero lo escucha en silencio, pero al final decide marcharse sin decirle nada. De regreso en el campo, comparte la experiencia con sus compañeros, quienes tienen diferentes opiniones: Algunos creen que el perdón es solo de Dios, mientras que otros lo consideran irrelevante ante la magnitud del crimen. Años después, Wiesenthal visita a la madre del soldado, pero decide no revelar la verdad sobre su hijo.
El capítulo deja abierta la pregunta sobre los límites del perdón: ¿Puede una víctima perdonar en nombre de los muertos? Wiesenthal no ofrece una respuesta, sino que invita a la reflexión sobre la moralidad, la justicia y la memoria del Holocausto.
2.Explicar la opinión y la argumentación del autor/autores elegidos(Robert Coles y Dorothee Soelle):
Por un lado, Robert Coles recalca que Wiesenthal nos enfrenta a un problema moral sin solución clara. Desde su perspectiva, el perdón es un acto personal y subjetivo, determinado por las experiencias individuales. Si bien, como cristiano, rezaría para que Dios perdonara a Karl, admite que no tiene la autoridad para hacerlo en nombre de las víctimas. En su opinión, más importante que el perdón es la memoria histórica: Recordar lo que sucedió para que nunca se repita.
En cambio, Dorothee Soelle introduce un debate interno entre la negación del perdón y la posibilidad de la liberación. A través de su experiencia con un exnazi arrepentido, se pregunta si Karl pudo haber experimentado un teshuvá, un auténtico cambio de conciencia. Para ella, el perdón no es solo un acto individual, sino que también tiene un significado religioso y espiritual. Aun así, reconoce que Wiesenthal tenía el derecho de negarlo, ya que el sufrimiento vivido por las víctimas no puede ser minimizado.
Mientras que Robert Coles ve el perdón como un dilema subjetivo y prioriza la memoria, Dorothee Soelle explora la posibilidad de la redención y el arrepentimiento genuino.
3.Explicar la postura personal frente al dilema moral, es decir, mi opinión:
Estoy de acuerdo con Wiesenthal de decir no al perdón.
Creo que Wiesenthal actuó correctamente al no perdonar al soldado nazi. Aunque Karl parecía arrepentido, su arrepentimiento llegó demasiado tarde, cuando ya no podía cambiar el daño que ya había causado. No creo que una persona pueda pedir perdón en nombre de las víctimas, especialmente cuando esas víctimas fueron asesinadas brutalmente sin haber tenido la oportunidad de decidir por sí mismas.
Además, el perdón no es solo un acto de compasión, sino también de justicia. En este caso, Karl buscaba aliviar su culpa antes de morir, pero su sufrimiento no se compara con el de los millones de judíos que fueron exterminados. Wiesenthal entendió que su silencio era la única respuesta honesta ante la magnitud del horror.
Por otro lado, el perdón puede ser un acto noble en algunos casos, pero en este contexto significaría olvidar la gravedad de los crímenes nazis. La memoria histórica es fundamental para evitar que se repitan estas atrocidades, y perdonar demasiado rápido podría minimizar lo ocurrido.
Trabajo realizado por Mercedes Téllez.
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