sábado, 8 de marzo de 2025

LOS LÍMITES DEL PERDÓN: Daniel Fernández González

 Resumen

-El texto aborda diferentes teorías filosóficas sobre la naturaleza humana. Cada autor tiene una visión distinta del ser humano:

1. Julien de La Mettrie: Considera que el ser humano es una máquina, reduciendo su existencia a procesos materiales, sin alma ni divinidad.

2. Immanuel Kant: Argumenta que el ser humano tiene una inclinación hacia el mal debido a su libertad, pero puede superarlo a través de la razón y la moral.

3. Denis Diderot: Critica la civilización, sosteniendo que las normas sociales corrompen la naturaleza humana y que esta debe ser liberada.

4. Thomas Hobbes: Describe al ser humano en su estado natural como egoísta y violento, necesitando un poder absoluto para mantener el orden.

5. Simone de Beauvoir: Asegura que el género es una construcción social, no un destino biológico, y que las mujeres son oprimidas por esta construcción.

6. Voltaire: Defiende que los animales no son máquinas, sino seres con sentimientos y conciencia, desafiando el mecanicismo de su tiempo.

7. Michel Onfray: Presenta una visión hedonista y materialista, donde el placer es el objetivo de la vida humana, sin necesidad de trascendencia o moral religiosa.

En resumen, estas teorías analizan al ser humano desde diferentes ángulos, ya sea como un ser material, moral, social o emocional.

 

Opinión del autor: Julien de La Mettrie

-El texto de Julien de La Mettrie expone su perspectiva materialista y mecanicista sobre la naturaleza humana. Rechaza la existencia de Dios y del alma, sosteniendo que el ser humano es una máquina hecha únicamente de materia. Según La Mettrie, la distinción entre humanos y animales no es esencial, sino que radica en la capacidad de aprender y utilizar el lenguaje. Sugiere que, si se entrenara a un mono, podría aprender a hablar y desarrollar habilidades similares a las de los humanos. La Mettrie considera al ser humano como un animal más evolucionado, cuyo pensamiento y conocimiento son el resultado de la adquisición de palabras, lenguas y ciencias, y no de algo trascendental o divino.

Opinión personal

-En mi opinión, el ser humano se ha convertido en una plaga que destruye todo a su alrededor. Antes de nuestra llegada, los animales y otros seres vivos coexistían en paz, sin ser perturbados y respirando aire limpio. Con la llegada del ser humano, todo eso cambió. Comenzamos a talar árboles, a contaminar el planeta, a dañar la capa de ozono y a destruir el hogar de muchas especies, lo que ha llevado a la extinción de numerosos animales.

 

 Los Límites del Perdón. Pablo Pérez Castelo

Resumen

 

La historia que vamos a comentar a continuación narra las vivencias acontecidas a un judío en medio del horro del Holocausto, Simon, quien experimentó de primera mano las atrocidades de los campos de concentración. Él, enfrentó unas condiciones de vida extremas y en especial una encrucijada moral que lo llevó a cuestionar el significado verdadero del perdón. A lo largo de esta conmovedora obra, Simon se ve inmerso en una serie de eventos y encuentros que le inducen a reflexionar profundamente sobre la humanidad, el sufrimiento y la justicia.

 

La narración inicia en el campo de concentración de Wilhous, donde Simon, junto a sus compañeros prisioneros, tuvo una existencia marcada en su totalidad por la humillación y el abuso. En aquel entorno que como ustedes se pueden imaginar era completamente desolador y desumanizado, los judíos son considerados "infrahumanos" y sufren atrocidades a manos de los soldados alemanes, polacos y ucranianos, quienes se autonombraron como "superhumanos" en la jerarquía racial que impuso el régimen nazi. Simon no solo fue testigo de tal brutalidad, sino que también comparte su atroz experiencia junto con dos amigos cercanos: Arthur, quien vivió con un constante temor por su supervivencia, y Josek, un hombre de profunda fe que, a pesar de las adversidades, logró mantener una paz interior.

 

La vida de aquel judío dio un giro inesperado cuando es trasladado, junto a otros prisioneros, a un antiguo Instituto Tecnológico que ha sido convertido en un hospital militar. En este lugar, Simon se encuentra con Karl, un soldado de las SS que, al borde de la muerte, le solicita perdón por los crímenes cometidos durante su servicio. En una escena colmada de una enorme tensión moral, Karl confiesa a Simon que se alistó sin comprender el verdadero alcance del exterminio y las masacres perpetradas por los nazis. Abierto a su arrepentimiento, le ruega a Simon que lo perdone en nombre de todas las víctimas. Simon, sumido en una confusión paralizante, elige el silencio, una decisión que lo marcará durante mucho tiempo.

Cuando Simon regresa al campo de concentración, comparte su experiencia con sus amigos, quienes, lo apoyaron, consideran que su silencio fue la respuesta más coherente, puesto que, como víctima, a Simon no le correspondia conceder el perdón. Dos años después, cuando Simon es trasladado a diversos campos y finalmente llega a Mauthausen, entabla amistad con Bolek, un prisionero judío de profundamente religiosioso. Al contarle sobre su encuentro con Karl, Bolek, al igual que los amigos de Simon, sugiere que, dado el arrepentimiento genuino mostrado por Karl, el perdón podría ser una opción que debió haber sido considerada por Simon.

 

La liberación del campo de concentración representa un hito crucial en la historia puesto que Simon, al sentirse ahora libre, se quiso adentrar profundamente en una reflexión sobre el perdón y la justicia. En su memoria siguen resonando los girasoles que observaba en las tumbas de los soldados alemanes caídos, un símbolo de reconocimiento que jamás podría ser otorgado a los judíos y que no lo es. Quería buscar respuestas y ahogar la duda que lo atormenta, Simon decide por ello visitar a la madre de Karl. En ese encuentro que tuvo cargado de emociones, eligó no revelarle las atrocidades cometidas por su hijo, permitiéndole mantener una imagen positiva de él a su madre. Este acto de compasión y silencio pone en manifiesto la complejidad de las emociones humanas frente al sufrimiento, el perdón y la venganza, y nos ofrece una visión sobre cómo las víctimas procesan el dolor y la tragedia de la guerra.

 

A partir de lo que se ha expuesto, la historia de Simón nos invita llama a la reflexión e introspección sobre la moralidad del perdón, la pesada carga de la culpa y la dificultad de comprender plenamente el sufrimiento causado durante el Holocausto. Al concluir, la obra nos transmite la idea de que el perdón es un acto profundamente personal, y que en determinados casos, solo las víctimas tienen el poder de decidir si lo otorgan o no.

 

 

Opinión del autor: MANÈS SPERBER

 

Este escritor francés sostiene que, a pesar de las difíciles circunstancias que enfrentó Simon, él habría perdonado al soldado alemán. Sin embargo, lleva el concepto de perdón a dimensiones éticas y filosóficas, comparando este acto con las acciones que, de manera indirecta, realizan las grandes naciones, es por ello por lo que he decidido escogerlo. Además, según su perspectiva, es fundamental que el transgresor se someta a un juicio interior, que asuma el peso de la culpa que lo atormenta, ya que solo así podrá liberarse de su sufrimiento, aunque el recuerdo del acto cometido nunca se borre por completo.

 

Opinión personal:

Puesto que coincido totalmente con la opinión de Marnés no voy a extenderme demasiado. A mi parecer, el perdón es esencial tanto para Simon como para Kart, ya que este acto libera a ambos; aligera el odio que siente uno y la tristeza del otro. A mayor Inri, la religión que profeso defiende el perdón y es uno de los siete pilares, es por ello por lo que siento que perdonar debería ser la base de todo. Volviendo al hilo, esto resulta crucial, porque si no se lleva a cabo el perdón, sería muy difícil que pudieran reanudar su camino en la vida de manera normal, ya que el sentimiento de culpa los atormentaría aun no borrándose las imágenes de su mente, un concepto que resulta realmente complicado de materializar pero que debería ser puesto en practica por los dos. Esta lectura me ha hecho introducirme mas hacia un mundo que pienso que la sociedad actual debería introducirse, el mundo de perdonar. 

Los límites del perdón. Celia Ferrero Andújar


        LOS LÍMITES DEL PERDÓN

 Simón Wiesenthal es un prisionero judío en un campo de concentración nazi, donde él y otros son forzados a trabajar en condiciones horribles y soportan numerosas atrocidades y actos completamente deshumanizados. Están constantemente lidiando con el hambre, maltratos y el temor a la muerte.

Un día, mientras está trabajando en un hospital militar alemán, una enfermera lo lleva a ver a un soldado nazi gravemente herido. Simón no tiene idea de por qué lo llaman, pero sigue a la enfermera con un nudo en el estómago. Al entrar, se encuentra con un joven soldado llamado Karl, tumbado en una cama y cubierto de vendas. Apenas puede hablar y se nota que está al borde de la muerte.

El soldado Karl le pide a Wiesenthal que lo escuche. Le cuenta que creció en una familia católica y que, aunque tenía valores morales, decidió unirse a las SS. Participó en muchas atrocidades contra los judíos y ahora se siente lleno de culpa.

En su confesión, Karl describe cómo él y otros soldados mataron a varias familias judías. Recuerda especialmente un momento en que encerraron a hombres, mujeres y niños en una casa, les lanzaron granadas y dispararon para que nadie pudiera escapar. Desde una ventana, vio a una familia abrazándose en sus últimos instantes antes de morir en el incendio. Esa imagen lo ha perseguido desde entonces. Ahora que está a las puertas de la muerte, Karl quiere el perdón de un judío para poder irse en paz. Así que al ver a Wiesenthal, confiesa su crimen y le pide que lo perdone.

Simón Wiesenthal se siente abrumado. No está seguro de si tiene la autoridad para perdonar en nombre de las víctimas. Después de escuchar todo, no le responde nada y simplemente se marcha de la habitación, dejando al soldado sin el perdón que tanto anhelaba, ya que se encontró frente un gran dilema moral , en el que reflexiono sobre los límites y la naturaleza del perdón.

Este encuentro deja una pregunta rondando en la mente de Simón toda su vida: ¿es posible perdonar un crimen tan atroz? ¿O hay cosas que jamás deberían ser perdonadas?

En base a esta cuestión tan interesante muchos autores han dado su punto de vista desde un punto filosófico, moral , humano y espiritual.

MATTHEW FOX

LA VENGANZA ES UN ACTO DE EGOÍSMO.

Karl fue un simpatizante nazi y propulsor de la construcción de un campo de exterminio que provocó mediante su estancia en la directiva nazi y las SS innumerables muertes entre ellas 89 familiares de un judío llamado Simón del cual posteriormente hablaremos además de muestras de odio antisemitas.

Simón fue un judío sobreviviente al holocausto el cual después de todos estos años de asedio y de sufrimiento se encontró en un hospital nazi con uno de los responsables de este asesinato despiadado, Karl, en su lecho de muerte, pidió reencontrarse con un judío para así pedir perdón e intentar salvar su alma del pecado, pero este, no le perdono ya que en su mente siempre perduraba aquel sentimiento de odio, rabia e impotencia hacia los nazis. Este proponía que si los muertos no podían perdonar, los vivos tampoco.

Matthew Fox argumenta que Simón actuó correctamente al no conceder el perdón al soldado nazi ya que no le corresponde perdonar en nombre de judíos asesinados. La culpa de Karl es mayor que su confesión y además en la situación de salud en la que se encontraba no podía hacer penitencia ni propósito de enmienda.

Mi punto de vista respecto a este tema es el siguiente: por una parte, perdonaría a Karl ya que el perdón es mayor que el odio y más aún perteneciendo a una religión Judía donde el perdón es primordial,  aunque yo poniéndome en su piel, no lo haría en el nombre de las víctimas sino como un acto personal de liberación, el perdón ayuda a cerrar una herida sin olvidar el daño provocado, en mi opinión Simón al no perdonar mantuvo la carga de esa experiencia hasta el final de su vida.

YOSSI KLEIN HALEVI

El autor argumenta que aunque el sistema nazi era corrupto y opresivo no exime a los individuos de su responsabilidad moral ya que cada persona podría tener la opción de retirarse o colaborar. Yossi habla sobre el encuentro de Simón con la madre de un soldado nazi, este decide no revelarle la verdad sobre los crímenes de su hijo para mantener su orgullo, un ejemplo de humanidad y resistencia a la venganza. Reflexionando así sobre que negar el perdón pertenece al contexto del holocausto, no el presente, aunque algunos crímenes son demasiado grandes para el perdón propio y de Dios, por ello el autor tiene una postura matizada y admira el comportamiento de simón como muestra de gran fuerza moral.

En mi opinión perdonar no es fácil, especialmente frente a crímenes de tal magnitud pero debemos avanzar hacia la paz y reconciliación no se trata de olvidar o justificar, sino de una liberación del odio y el resentimiento con fines éticos, morales y psicológicos, esto lleva a una reflexión sobre si dios perdonaría actos tan deshumanizados como los de los nazis que son remotamente perdonables, pero esta cuestión aún no la podemos abarcar, así que cada uno de nosotros tendrá su propio límite del perdón.


                             

LOS LÍMITES DEL PERDÓN. Paula lara llamas

 LOS LÍMITES DEL PERDÓN. Paula Lara Llamas.


   En estos dos capítulos, se nos presenta el contexto histórico del Holocausto. Dónde Simón, el protagonista, un prisionero judío en un campo de concentración nazi, que narra su experiencia diaria y el sufrimiento que vive a su alrededor. A través de sus pensamientos, se abordan temas como la crueldad de la guerra, la deshumanización, y esa lucha interna entre el odio y la compasión. Además, se introduce un momento clave en el que el protagonista es llamado por un soldado nazi moribundo, lo que lo enfrenta a una situación inesperada que pondrá a prueba sus valores y creencias.

  Más tarde, el protagonista es llevado a la habitación de un soldado de la SS que está en su lecho de muerte. Este soldado, llamado Karl, le cuenta su historia y le confiesa los crímenes que cometió contra los judíos, incluyendo actos de brutalidad que lo atormentan en sus últimos momentos. Karl muestra un profundo arrepentimiento y le pide al protagonista algo muy importante: su perdón.

  Este encuentro pone al protagonista en una encrucijada moral, obligándolo a preguntarse si puede o debe perdonar a su opresor, sabiendo que representa a quienes han destruido su mundo.


OPINIÓN AUTOR: HARRY WU.

   He decidido hablar de Harry Wu porque su perspectiva sobre el perdón, la memoria y la justicia es realmente interesante, sobre todo cuando tratamos temas tan serios como los crímenes y abusos que ocurren en regímenes autoritarios. Wu plantea que el perdón no debe ser un trámite automático ni algo que se concede sin pensar; más bien, es un proceso que debería estar ligado a la justicia y al recuerdo de lo que ha sucedido. Para él, el perdón solo tiene sentido si quienes llevaron a cabo esos abusos reconocen lo que hicieron y se hacen responsables de sus actos. Además, Wu enfatiza que el perdón no puede venir a expensas de la dignidad de las víctimas. Recordar lo que ocurrió que la historia no se repita. En resumen, su postura es clara: el perdón debe estar en armonía con la justicia y la reparación, no solo como un medio para sentirse mejor, sino como un acto que también tiene peso moral y político.


OPINIÓN PERSONAL:

   Siguiendo lo que piensa Harry Wu, no creo que se pueda perdonar tan fácilmente. El perdón no es algo que se pueda dar sin que haya una verdadera muestra de arrepentimiento y sin que se haga justicia por lo sucedido. Si los que han causado el daño no asumen la responsabilidad por sus acciones, si no reconocen el sufrimiento que han causado, entonces no hay ninguna razón para ofrecer perdón. Perdonar en esta situación podría ser como quitarles la dignidad a las víctimas y olvidar el dolor que se ha causado, lo cual definitivamente no es justo ni                       moralmente correcto.

  Como dice Harry Wu, la memoria y la justicia son esenciales para evitar que estos crímenes se repitan. Por eso, yo no perdonaría hasta que haya un reconocimiento de culpa y una verdadera rendición de cuentas por parte de los responsables.

Los límites del perdón - Francisco Rivera

 Resumen

Esta historia se narra en la segunda guerra mundial (alrededor de 1939) donde Simon, nuestro protagonista narra las historias que le ocurren en el campo de concentración junto a sus compañeros Arthur y Josek, como sus pésimas condiciones de vida y el hecho de que están prácticamente obligados a morir.

Un día, Simon, mientras hacían equipos para ir a trabajar este se percató de que había un girasol en la tumba de los soldados, este se envidio de esto pensando de que el terminará en una fosa común sin ser recordado, más tarde, este llega al Instituto Tecnológico, concretamente al “Hospital de Reserva” donde dentro de él encontró a soldados de todo tipo, desde unos amenazando con quitarle la vida después de recuperarse de sus heridas hasta otros rogando con misericordia para poder curarse.

Seguidamente, una enfermera lo llama a escondidas y lo lleva a una habitación donde se encuentra un voluntario de la SS herido llamado Karl, estos conversan un rato y Karl le dice que no quiere morir ya que es muy joven, Simon intenta buscar a un médico como ayuda pero el médico le responde que hay demasiados pacientes y que no pueden salvarlos a todos. Antes de morir, Karl decide como gesto de arrepentimiento a los judios contar toda su vida como soldado de la SS, desde que era un niño hasta que se alistó a las SS, contando con detalle los horrores que hicieron al pueblo judío además de hablar sobre un niño que conoció en el gueto llamado “Eli”.

Cuando Simon volvió al campo después de esa experiencia les preguntó a sus amigos Arthur y Josek que habían hecho. Al tener ambas personalidades tan distintas Simon pensó que tendrían opiniones distintas, sin embargo ambos pensaban que la mejor idea era dejarlo morir. Al día siguiente, la enfermera le comentó que el soldado falleció y que decidió darle todo lo que tenía a Simon. Dos años después, Simon nos cuenta cómo sigue su vida, Arthur murió por una enfermedad y Josek en otro campo debido a una enfermedad que le hacía no poder trabajar por lo que terminó fusilado.

Un día, un nuevo prisionero llegó al campo llamado Bolek el cual iba a ser un sacerdote, Simon le preguntó a él si debería haberlo perdonado, Bolek respondió que al haber escuchado sus arrepentimientos lo había perdonado de forma indirecta por mucho de que hubiera muerto, aun después de esto Bolek no le terminó dando una respuesta concreta a su pregunta.

Unos años más tarde la guerra terminó y Simon decidió a ir a visitar a la madre de Karl

la cual era una mujer viuda con tristeza después de esta guerra. Simon decidió no contarle los horrores que tuvo que pasar en los campos de concentración, la madre de Karl le habló más de cómo fue la infancia de Karl y de lo buena persona que este era.

Por último al salir de la casa este seguía dudando de si hizo lo correcto en aquel hospital.



Alan L. Berger.

Alan L. Berger piensa que como judío, el tiene derecho a perdonar los pecados que un hombre le haya hecho pero que no puede que alguien le haya quitado la vida a otro, además pone en duda su arrepentimiento, pensando que solo lo usa como excusa para

curarlo y que si todavía siguiese en la guerra, este no hubiera tenido ningún remordimiento en quitar esas vidas.


Harry James Cargas

Harry también opina que no podría perdonar a Karl por dos motivos principales:
1. El no tiene derecho a perdonar a nadie, sino Dios, ya que este acto podría ser uno arrogante al intentar quedar superior a la persona perdonada

2. Nos habla sobre como en las escrituras cristianas existe un pecado imperdonable aunque este sea un misterio.

Para concluir él nos cuenta que ni él, ni Simon han perdonado sus pecados y que además Karl murió sin ser perdonado.


Opinión personal

Personalmente yo perdonaría a Karl por varias razones, entre ellas está el arrepentimiento, Karl nos narra toda su experiencia como soldado contando cómo se arrepiente que cada acto que cometió, Alan piensa que solo es porque estaba herido, sin embargo podemos ver

como en el hospital hay soldados con actitud arrogante diciendo que seguirán a su actividad cuando se recuperan, no siendo este el caso de Karl, en cuanto a Harry no pienso que este fuera un pecado imperdonable debido al arrepentimiento que mostró Karl.

Desde mi punto de vista aunque no pueda ponerme en el lugar de un judío al ser cristiano, yo perdonaría a Karl


Los limites del perdón - Lorenzo Varela

 

RESUMEN


El libro empieza con Simon, nuestro protagonista, un arquitecto judío recluido en un campo de concentración alemán, donde este intenta récord una conversación que tuvo con uno de sus compañeros la noche anterior, así nos presentan a dos compañeros del protagonista Arthur, un judío que ha decidido dejar de creer y Josek otro judío que ha mantenido su fe a pesar de lo que está viviendo en el campo a manos de la SS.


Ese mismo día los prepararon para salir del campo de concentración, aunque al principio los prepararon para ir a los carriles del este, la sorpresa fue cuando un cabo llamo a 50 de los prisioneros entre los ellos nuestro protagonista, al sacarlos del campo el protagonista empieza a recordar cosas como su juventud como las calles por donde pasaba y la gente que conocía, por el camino también pasaron delante de un cementerio donde los prisioneros se quedaron ensimismados con unos girasoles que habían plantado en cada tumba. Una vez que llegaron a su destino el protagonista se dio cuenta que estaban en su antigua facultad ahora convertida en un hospital de campaña, cuando los pusieron a trabajar una enfermera llamo al protagonista para que la siguiera, cuando llegaron al antiguo despacho del decano donde le esperaba un soldado de la SS herido, vendado completamente y en sus últimos momentos allí el soldado de pidió que se sentara y este empezó a relatar toda su vida, como su juventud y sus años dentro de SS donde le contaría el hecho por el que le pide perdón, haber asesinado a una familia de judíos a sangre fría mientras estos intentaban huir de las llamas, una vez relatada este le pidió el perdón del protagonista por los daños que había hecho demostrando verdadero arrepentimiento, Simón después de escuchar esto decide irse sin decir nada, al volver al campo de concentración les cuenta a sus compañeros que le paso en el hospital y aunque todos le dijeron le dijeron que lo había hecho bien su conciencia no quedo tranquila, al día siguiente tubo que volver al hospital donde se enteraría que el soldado había muerto la noche anterior, esto hizo que se sintiera peor.


Ya habiendo pasado un tiempo y habiendo olvidado el suceso del hospital, coincidiría con un polaco, en un campo de concentración diferente, que se había estado preparando para ser cura, con este tubo una larga conversación después de haber tenido una pesadilla estos acabarían llegando a la conclusión de que su conciencia se culpa de no haber perdonado al alemán. Una vez terminada la guerra se metería en el comité para juzgar a los nazis y aprovechando uno de los viajes acabaría en la ciudad del soldado y este aprovecharía para conocer a su madre quien le demostraría que todo lo que le dijo el soldado en su lecho de muerte era verdad así este acabaría decidiendo no contarle a la madre que es lo que su hijo hizo en la guerra. El capitulo termina con una reflexión del protagonista sobre lo ocurrido en la guerra.




Albert Speer


Albert Speer reconoce que no habría perdonado al soldado, puesto que él habiendo pasado 20 años en la cárcel debido a sus propios crímenes en la guerra este es incapaz de perdonarse a si mismo. Además de que para el nadie tiene derecho a perdonar algo que no ha sido el perjudicado pero admira a Simon por su manera de comportarse con el enfermo, con su madre.

También agradece a Simon el como se porto en la entrevista que tuvieron juntos y que no le reprochara nada comparándose con el propio soldado.


El Cardenal Franz Köing


El Cardenal Franz Köing decide no responder puesto que para el como cristiano nosotros no podemos perdonar las ofensas que no han cometido contra nosotros pero si alaba como se comporto Simon al escuchar al soldado.


Opinión personal


Personalmente como cristiano se que uno no puede perdonar las ofensas que no se han cometido contra mi opina el Cardenal Franz Köing y al igual que los dos personajes que he escogido alabo el comportamiento ejemplar de Simon con el soldado herido escuchándolo en todo momento sin interrumpirlo, pero también opino que el soldado debería ser perdonado debido a que mientras que relataba su historia demostró verdadero arrepentimiento de sus actos incluso la existencia de las pausas cuando llega al momento en el que dispara a los judíos que intentaban escapar demuestra que esta verdaderamente arrepentido, además de la carga de conciencia que demostró tener al intentar pedir el perdón a un judío sabiendo el soldado mismo como cristiano que fue en su juventud que el judío no podía perdonarlo. Por eso vuelvo a decir que yo perdonaría al soldado.

viernes, 7 de marzo de 2025

Los límites del perdón - María Pérez

 Los límites del perdón.

Resumen

   Este capítulo narra la historia de Simon Wiesenthal, un hombre judío que se encontraba en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, y al que le es presentado una cuestión sobre el perdón que le hará reflexionar a lo largo de esta  historia.


    Tras ser asignado a un trabajo en las afueras del campo, una enfermera reclama la presencia de Simon. Este es llevado a una habitación con un soldado alemán en su lecho de muerte el que narra su historia y cómo es que ha llegado aquí. En esa historia el soldado, Karl, relata los horrores que hizo sufrir a cientos de judíos y muestra su vulnerabilidad y arrepentimiento por aquellos hechos con el propósito de poder ser perdonado y poder morir en paz.


    Simón no le da su perdón y se marcha de allí. Tal acción le hace replantear si hizo bien, por lo que comparte la situación con sus compañeros que opinan diciendo que lo que hizo es lo correcto ya que Simon no tenía el derecho de perdonar en nombre de otras personas.


    La respuesta a esta cuestión atormenta a Wiesenthal incluso tras la muerte del soldado. Es por ello que tras la guerra decide visitar a la madre de Karl, quien corrobora la generosidad que el soldado aclamaba tener antes de la guerra. Tras ello Simon se marcha sin revelar los crímenes cometidos por su hijo y cuestionandose aún si hizo lo correcto.


    Finalmente y tras haber narrado este trágico episodio de su vida el autor nos hace la pregunta: ¿Qué habrías hecho tú en su lugar? ¿Hubieras perdonado al soldado a pesar de sus acciones?


Opinión de El Dalai Lama


    Este autor nos expresa cómo cree que la persona que comete alguna atrocidad contra uno mismo o los demás debería ser perdonado. Sin embargo, eso no significa que aquellos crímenes que cometió deban ser olvidados, ya que estas experiencias han de ser tomadas en cuenta para que no se vuelvan a repetir en la historia. Dalai ilustra esto con el ejemplo del problema del gobierno chino respecto a la lucha con el pueblo tibetano, diciendo así que no podríamos condenar a todo el pueblo chino como enemigo ya que no es un comportamiento budista.


Mi opinión.

 

   Dalai ilustra su creencia sobre el perdón expresando como el pueblo budista debe perdonar las acciones del pueblo chino para poder seguir luchando por sus objetivos. No obstante, esta facilidad que parece tener Dalai para perdonar innumerables atrocidades realizadas a grandes grupos de personas se ve claramente afectada por su religiosidad. En mi opinión a la hora de plantearnos este gran dilema debemos de hacerlo de una manera más imparcial y que no se pueda ver afectada por factores como pueden ser los valores religiosos. Es más, aunque puedo estar de acuerdo con la idea de que tales malas acciones no deban ser olvidadas para poder ser remediadas en un futuro, no estoy de acuerdo con que estas deban ser perdonadas a todo el mundo. No solo son acciones que afectaron a la vida de personas de manera radical, si no que también afectaron al mundo en el que vivimos de manera negativa.

    De hecho, creo que si hubiese sido  planteada una situación diferente y no tan cercana a su propia experiencia, Dalai podría haber considerado la posibilidad de no perdonar a ese grupo de personas.


    En cuanto a la situación por la que se ve pasar a Simon, pienso que sus compañeros estaban en lo correcto. No podemos perdonar a alguien que ha afectado a un grupo tan grande de personas ya que estaríamos asumiendo un poder que no nos corresponde. Incluso si Simon era la única persona a la que Karl podía acudir para pedir su perdón pienso que esa responsabilidad no debería caer en los hombros de un solo hombre, sino que debería ser expuesta para ser debatida y aclarada.


    A decir verdad, creo que tales atrocidades cometidas por los nazis no deberían ser nunca perdonadas. Puedo entender que muchos de aquellos soldados fueran buenas personas que fueron radicalizados y manipulados por su gobierno para cambiar su ideología, sin embargo no creo que esto sea una excusa para tolerar todas las crueldades que realizaron y mucho menos de perdonarlos.


LOS LÍMITES DEL PERDÓN. LAURA LIÑÁN GARCÍA



RESUMEN 

  Este capítulo nos narra las vivencias de Simon Wiesenthal, un arquitecto judío que se encuentra prisionero en un campo de concentración alemán, donde los judíos eran sometidos a perjuicios y maltratos durante la Segunda Guerra Mundial. Por culpa de ello vivió la mayor parte de su vida obligado a pensar entre la vida y la muerte, trabajando día a día como un esclavo. Forzados a realizar tareas se encontró allí con los que se convertirían en su familia, Arthur, un viejo amigo de la juventud y Josek.

  Un día un grupo de prisioneros entre los que Simon se encontraba fueron enviados al instituto tecnológico donde Simon había estudiado años anteriores, recordando sus días de estudiante allí le vino a la mente "el día sin judíos" que solía coincidir con épocas de examen obteniendo el fin de algunos estudiantes que no conseguían superar el trimestre. Este antiguo instituto se había convertido ahora en un hospital militar.

  Mientras trabajaban, una enfermera se acercó a Simon y lo condujo hacía una habitación ante un soldado malherido de la SS, llamado Karl. Antes de morir, atormentado por las atrocidades que había realizado, Karl intentó justificarse comentándole algunos detalles de su vida, como si quisiera demostrarle que en el fondo había sido una buena persona. Continuó confesándole el crimen que había realizado, y como último deseo, le pidió el perdón en nombre de los judíos que quemó en el interior de un edificio y sobre todo en el nombre de una familia que intentaron escapar en llamas por la ventana siendo fusilados por los nazis.

  Simon, completamente desconcertado y abrumado, permaneció en silencio, sin poder decir ni una sola palabra. Tras un momento de reflexión, decidió salir de la habitación dando a entender que no lo perdonaría. Atónito por lo ocurrido, regresó al campo y, compartió su experiencia con sus amigos Arthur y Josek. Al día siguiente, Simon vuelve a ir con su grupo al instituto de tecnología, donde la enfermera se le acercó para informarle que Karl había fallecido la noche anterior. Le entregó sus pertenencias y le dio su dirección. Sin embargo, Simon, sin dudarlo, las rechazó y pidió que se la enviaran a la familia del joven.

  Unos años después, Simon es trasladado a la prisión de Mauthausen pero sin la presencia de sus dos compañeros ya que habían fallecido enfermos en los campos de concentración. Con el tiempo la guerra llega a su fin, pero sigue pensando en Karl, por ello decidió ir a visitar a su familia ya que seguía recordando su ubicación. Una vez allí, Simon le habla a la madre del soldado sobre la bondad que su hijo tenía sin comentar nada sobre los crímenes que realizó, ya que la madre lo había perdido todo y lo único que le quedaba era la certeza de que su hijo en el fondo sí era buena persona. Simon prefirió guardar silencio a pesar de todo.

OPINIÓN DE EVA FLEISCHNER

  Eva hubiera sido incapaz de perdonar por varias razones: La primera porque ella pensaba que Simon no tenía el poder para darle el perdón a Karl, sino quienes tenían ese derecho eran los fallecidos a causa de ello, por lo que ella tampoco tendría ese poder para perdonar.

  La segunda razón es que a ella le pareció egoísta que Karl involucrara a la enfermera y a Simon en la búsqueda de su perdón, ya que, si alguien se llegase a enterar ellos, dos podrían tener grandes castigos incluso la muerte. Karl pensó en su bienestar antes que en el de la enfermera o de Simon.

  La tercera razón, es que Eva se preguntaba el por qué Karl no hizo nada para evitar aquellos crímenes. Podría haberse negado y evitar que aquellas pobres familias murieran.

  En mi opinión concuerdo bastante con todo lo que ella nos quiere transmitir ya que yo no puedo perdonar algo que han sufrido otras personas, si alguien lo tiene que perdonar son los que han sido afectados, aun así la muerte son palabras mayores y es una acción para mí imposible de perdonar. También lleva razón cuando dice que Karl ha sido egoísta ya que la enfermera y Simon por mantener ese encuentro podrían haber tenido graves consecuencias. Para terminar, entiendo el punto de vista de Eva pero también podría empatizar con Karl ya que si no colaboraba en ello sería fusilado o incluso podría sufrir torturas inimaginables. En conclusión, yo no sería capaz de perdonar a Karl porque matar es un acto desde mi punto de vista imperdonable.

LOS LÍMITES DEL PERDÓN-TAMARA DE LA VEGA

 RESUMEN LOS LÍMITES DEL PERDÓN:

Nos cuenta la historia de Simón, un judió prisionero en un campo de concentración nazi en Lemberg donde eran fuertemente torturados los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Allí, tenía dos grandes compañeros Arthur y Josek, juntos normalmente trabajaban en los ferrocarriles del Este. 

Un día, hubo una redistribución de trabajos, donde eligieron a él y a otros prisioneros a ir a otro lugar vigilados por guardias askaris (rusos). Durante el camino, pasaron por un cementerio, en donde cada tumba tenía un girasol, Simón se quedó perplejo y se le quedó grabado en la memoria. Más tarde, llegaron al Instituto Tecnológico, el cuál recordaba muy bien por haber estado de pequeño, pero ahora era un hospital militar, donde se les asignó un trabajo. 

De repente, una enfermera le pidió que fuera con ella a una habitación donde se hallaba un soldado nazi de 21 años herido en sus últimos momentos de vida. El soldado, se llamaba Karl y quería hablar con él sobre un hecho que le atormentaba. Comenzó a hablarle sobre su infancia, como llegó a ser soldado y lo que tuvo que vivir al trasladarlo a una unidad de asalto. Le contó que un día les ordenaron llevar cerca de 200 judíos dentro de una casa llena de bombonas de gasolina y que les tuvieron que lanzar bombas dentro de la casa, que rapidamente fueron matando a familias. Karl se arrepintió al instante, pero tenía que seguir adelante seguir con la guerra. Sin embargo, mientras estaba en una batalla no se le iba de la cabeza los judíos muertos, quedando paralizado y atacado por una granada. Después de esto, despertó en el hospital y desde entonces sigue arrepentido, por lo que necesita el perdón de un judío para poder morir en paz. Simón no sabía qué hacer y decidió salir de la habitación sin responderle para volver a su trabajo. 

Más tarde, volvió al campo de concentración y decidió contarle a sus amigos lo ocurrido. Arthur y Josek opinaban que había hecho bien al no perdonarle. A la mañana siguiente, tuvo que volver al hospital e intentó esconderse de la enfermera. Por el contrario, ella le habló que Karl había muerto y que se quedará con algunas de sus pertenencias, Simón las rechazó. Posteriormente, al volver de trabajar habló con sus compañeros, los cuales apoyaron la decisión que tomó. A la mañana siguiente, no tuvo que ir al hospital ya que volvería a trabajar en los ferrocarriles. 

Transcurrieron dos años, desgraciadamente Arthur y Josek murieron y a él lo trasladaron a otro bloque. Una noche tuvo un sueño sobre lo que le pasó dos años atrás y optó por hablar con un compañero, Bolek. Este era un teólogo polaco y le confesó que aunque no perdonará a Karl, le escuchó y pudo morir en paz. Aún así, según Bolek el arrepentimiento es parte del perdón, por lo que perfectamente le podría haber perdonado.

Un tiempo después, obtuvo la libertad, consiguió trabajar investigando crímenes nazis y se fue de viaje con su familia, en donde se encontró con varios girasoles, recordando todo por lo que había tenido que pasar años atrás. Por ello, fue a visitar a la madre de Karl para descubrir si Karl era realmente un buen hombre, ella le contó que era un hombre de buena fe y que lo recuerda constantemente. Finalmente, tras marcharse, Simón se dio cuenta que tenía que pasar página, guardando en secreto todo lo que le había pasado. 

OPINIÓN Y ARGUMENTACIÓN DEL AUTOR: Tzvetan Todorov

Tzvetan nos quiere expresar su opinión ante dos temas del libro, el primero de ellos habla sobre lo que debería de haber hecho Simón. En este caso, nos expresa que hizo muy bien al no responderle ya que él no ha sido el que estuvo en aquella situación y sufrió el daño; por tanto no tiene ningún derecho a perdonar el asesinato de las personas implicadas. Y según él, el perdón no es esencial en nuestras vidas, si lo es la justicia y la moral. El segundo tema, nos habla de lo que él  hubiera hecho en caso de que estuviera en la situación de Simón. En esta situación, nos declara que él no hubiera perdonado a Karl, sin embargo, tiene un gran valor su arrepentimiento ya que la mayoría de personas que cometen crímenes no suelen culparse de ello. Finalmente, nos manifiesta que estamos cuestionando un suceso que ocurrió hace mucho tiempo atrás y en el que ninguno de nosotros estuvimos presente, por lo que aunque no conozcamos todo lo que pasó es necesario no olvidar las numerosas familias que murieron por culpa de la guerra.  

OPINIÓN PERSONAL ANTE EL DILEMA MORAL:

Desde mi punto de vista, apoyo totalmente la opinión que tiene Todorov sobre Simón al no haber perdonado a Karl, él no puede perdonarle ya que no es la persona que ha sido afectada. Karl no puede excusarse con su arrepentimiento de lo que hizo, esto se debe a que cuando se encontraba en aquella situación era consciente de lo que estaba ocurriendo y por tanto podría haber ido a ayudar a las personas que estaban dentro y no haberle tirado granadas. Además, tampoco lo perdonaría por el simple hecho de que no tenían ningún derecho a tratar inferiormente a personas de la casa por el simple hecho de ser judíos. Para concluir, a pesar de que no perdonaría a Karl, valoró enormemente su arrepentimiento ya que las personas que cometen los crímenes no suelen culparse de ello. Pero en este caso Karl sí lo hizo y pienso que pudo morir en paz al culparse constantemente de haber hecho lo que hizo ese día y haberle confesado su crimen a otro judío.


Los Límites del Perdón. Adrián Heredia

 LOS LÍMITES DEL PERDÓN


RESUMEN GIRASOL:


  Simon Wiesenthal, un arquitecto polaco de origen judío que se encontraba como prisionero en un campo de concentración nazi en plena Segunda Guerra Mundial. Como prisionero, sufría de abusos, hambre y realizaba los trabajos forzosos mientras vivía en condiciones inhumanas.

  Un día los guardias dividieron en grupos a los prisioneros para realizar diferentes trabajos. A Simon le tocó realizar trabajos en un hospital de Lemberg, cerca de el campo de concentración donde era prisionero. Lo que él no sabía es el dilema moral que le cambiaría la vida y los recuerdos que le traería ese lugar.

  Por el camino, siendo guiados por los askaris, guardias rusos, Simon se interesaría por un cementerio militar, en el cual cada tumba tendía un girasol encima de ella. Una vez llegados a su destino, el Instituto Tecnológico, sirviendo ahora como hospital militar, fue el lugar donde nuestro protagonista fue licenciado, también donde sufrió diferentes humillaciones como los ataques del “Día Sin Judíos”.

  Una vez dentro, se les asignaron las tareas, pero una enfermera que buscaba un judío se encontró con Simon; lo guio por los pasillos hasta llegar a una cámara de muerte, donde un joven de 21 años miembro de las SS llamado Karl, en su lecho de muerte, muy malherido necesitaba sincerarse antes de morir.

  Karl era un joven ejemplar de una familia religiosa, pero su vida daría un giro de 360º cuando se unió a las Juventudes Hitlerianas, y más tarde en la guerra, a las SS. Este le cuenta detalladamente su vida a Simon hasta llegar al momento justo antes de que un obús explotase a su lado y ser hospitalizado.

  Karl le cuenta la escena que le persigue desde entonces, un hombre con un niño en brazos saliendo por una ventana. Ese día tuvo un gran peso en su conciencia, y mostrando arrepentimiento le suplica a Simon que le perdone, pero en él resuena una pregunta en su cabeza: ¿puede un judío, que ha sufrido la persecución y el genocidio de su pueblo, perdonar a un asesino arrepentido? Entonces este decide levantarse en silencio y marcharse.

  Ya en el campamento le cuenta lo sucedido a sus amigos Arthur y Josek, que le felicitan por actuar así, aunque para él eso no terminó ahí. El siguiente día volvió al hospital donde se le comunicó que Karl había muerto, él le dejó todas sus pertenencias, pero Simon las rechazó.

  Años después, en otra prisión se encontró con un teólogo llamado Bolek, y le preguntó su opinión, a lo que este respondió que el muchacho pudo morir en paz al sincerarse.

  Al terminar la guerra, fue a buscar a la madre de Karl para corroborar su historia, la cual resultó ser cierta. Pero para no herir a su madre no le contó la verdad y continuó con su vida.


EL CARDENAL FRANZ KÖNIG:

  Es un arzobispo de la Iglesia Católica en Austria; aborda el tema sobre una perspectiva cristiana. El cristianismo indica que el perdón es un valor esencial, que el peor pecador puede ser redimido, eso sí, siempre que muestre un arrepentimiento sincero y genuino. Desde su punto de vista, Karl está arrepentido y merece el perdón de Dios.

  Franz König reconoce que Simon no tenía que perdonarlo, porque el perdón cristiano no puede ser impuesto, sino ofrecido libremente.


PRIMO LEVI:

  Es un italiano, sobreviviente de Auschwitz y escritor judío. Para él, el perdón en este caso es imposible, puesto que el Holocausto fue tan bárbaro que ninguna persona puede perdonar en nombre de todas las víctimas. Para Levi, el arrepentimiento de Karl no tiene porque ser auténtico, porque cuando ocurre el encuentro está moribundo y no tiene posibilidades de remediar su pasado.

  Para él, Karl buscaba aliviar su conciencia antes de morir. Por lo que rechaza la idea de que fuera perdonado.


DALAI LAMA:

  Como budista aconseja que se debe perdonar a las personas que han cometido crímenes contra la humanidad. Perdonar no significa expiar los crímenes ni excluirle la responsabilidad al criminal. Dalai Lama sugiere que perdonar puede ser una forma de sanar su sufrimiento sin justificar lo ocurrido.


OPINIÓN PERSONAL:

  Karl estaba consumido por el arrepentimiento. En ningún momento de su relato intentó exculparse ni justificarse, sino que aceptó la culpa. No buscaba reparar el dolor causado, demostró que no era la misma persona que cometió esos actos y buscó el deseo el perdón para morir en paz. Esto es cierto porque su historia, corroborada por su madre, expone que Karl era un joven ejemplar, por ejemplo, siendo el favorito del párroco local. Aunque todo cambio cuando se unió a las Juventudes Hitlerianas.

  Fue manipulado a través de la educación, la presión social, la disciplina militar y la propaganda ideológica. En su lecho de muerte, Karl se dio cuenta del daño que había causado y sintió un profundo arrepentimiento. Sin embargo, su arrepentimiento llegó cuando ya no tenía el poder de cambiar sus acciones ni de revertir el sufrimiento que había causado.

  Si yo hubiera estado en la situación de Simon, lo hubiera perdonado. No porque sus crímenes eran diferentes a los cometidos por los demás nazis, ni para olvidar el sufrimiento de las víctimas. Negarle el perdón sería prolongar su sufrimiento sin aportar nada positivo al mundo. En cambio, concederle el perdón habría sido un acto de humanidad en medio de tanta maldad, una prueba de que incluso en la oscuridad, la luz puede hacerse presente.


LOS LÍMITES DEL PERDÓN- LOLA DURÁN

 RESUMEN CAPITULO 1

 Este capítulo trata sobre un prisionero, llamado Simon en un campo de concentración junto a sus compañeros , más cercanos Arthur y Josek, un judío que había llegado hace poco. Al principio solo escuchaban noticias del exterior que se enteraban otros compañeros del campo de concentración, hasta que escucharon que una anciana había dicho que Dios estaba de permiso, cosa que Simon no le echó tanto caso al solo pensar en el presente; como el hambre, agotamiento, humillaciones…

 A primera hora de la mañana llamaron a Simón y a otros prisioneros más para salir a trabajar junto a los askaris, que iban cantando y mientras se iban uniendo el resto de prisioneros aunque no estuvieran de humor. Cuando iban por la calle, justo en un cruce, había un cementerio que llamó mucho la atención de Simón por la cantidad de tumbas que habían con un girasol cada uno, ya que parecía que los muertos estaban recibiendo luz y mensajes; el casi nunca pensaba en la muerte, aunque le hizo ver las cosas de otra manera. Siguieron andando dejando atrás el cementerio, hasta que se detuvieron delante del Instituto Tecnológico, que parecía que no había cambiado desde que el estuvo ahí, pero justo en la entrada había un cartel que ponía “Hospital de la reserva”; los prisioneros entraron juntos, junto a los Askaris que más tarde se irían, para ver qué tarea les tocaba hacer.

 Simón estaba con su tarea  hasta que una enfermera le preguntó si era judío, cosa que le extraño a Simón ya que se podía ver en su ropa y aspecto; a Simón esta situación le recordó a cuando trabaja, hace dos meses atrás, en los Ferrocarriles del Este, cuando un soldado bajo del vagón y le ofreció a que fuera a buscar en su mochila un trozo de pan ya que el no se lo podía dar. Mientras seguía a la enfermera recordó como era ese lugar antes, hasta que la enfermera le llevó hasta una sala que antes era el despacho, pero estaba cambiado, ahora solo había una camilla con una figura inmóvil que estaba envuelta de blanco con una voz débil que le pedía que se acercase, y que le queda poco tiempo para morirse, por lo que quería contarle su historia ya que Simon era judío, y este se quedó sorprendido mientras le escuchaba en silencio. Karl, que estaba inmóvil en la camilla, le contó lo que pasó en Ucrania, que a día de hoy le seguía persiguiendo, ya que el era soldado y le mandaron a rodear un edificio judío para lanzar granadas al interior, y entre llamas vio a una familia intentando saltar junto a una ventana, pero Karl y los demás soldados les dispararon; Con esto que le contó a Simón buscaba el perdón de él al ser judío, pero el no dijo nada y se fue de la habitación para ir de vuelta al campo de concentración, donde allí se lo contó a sus compañeros, pero 

Simon al otro día volvió y la enfermera le comentó que Karl había muerto, y que le había dejado una caja con sus pertenencias, pero no quiso aceptarlo. Años después Simon fue a visitar a la madre de Karl que estaba apenada por la muerte de su hijo y su marido, esta le contó la historia de Karl y Simón al ver que no le contó los delitos, decidió no decirle la verdad y se marchó.

AUTOR ELEGIDO: HARRY JAME CARGAS 

Harry desde el primer momento decide no perdonarlo y dejar que Dios decida si lo perdona o no. 

Para Harry el perdón es algo complicado, ya que depende del acto que haya hecho la persona y no sólo se trata de perdonar con la finalidad de  sentirse bien con uno mismo. En las escrituras cristianas comenta que aunque el perdón sea una virtud, en este caso es un acto imperdonable, y los únicos que le podrían decidir si los perdona o no sería la familia. Por lo que para el, Karl murió sin ser perdonado.


OPINIÓN PERSONAL


Desde mi punto de vista, me pareció bien lo que hizo Simon, ya que aunque sea de su misma Fe, no tiene porque ser el la persona que le perdone. Yo al igual que Simon no podría perdonar a Karl ya que no depende de mi el perdonar o no, dependería de la familia a la cual disparo. Aunque fue soldado de la SS por obligación del ejército alemán y no tuvo la opción de negarse, por más que sus padres quisiesen, pero si se podía haber negado a no disparar a la familia o haber tirado la granada hacia el interior del edificio, podría haber actuado con decisión propia y no haber disparado siendo consciente de lo que le estaba pasando a esa familia, y después no lamentarse todos los días de su vida hasta llegar a su muerte y días antes contárselo a una persona de su misma Fe para sentirse menos aliviado y pensar que podría ser perdonado.


LOS LIMITES DEL PERDÓN

 LOS LÍMITES DEL PERDÓN. RESUMEN CAPÍTULO 1 “EL GIRASOL”


 Este capítulo trata de de la experiencia de un hombre llamado Simon cuando fue llevado a un campo de concentración nazi. Nos cuenta sus  trágicas experiencias y anécdotas vividas en aquel lugar.

Él y un viejo amigo llamado Arthur fueron llevados al hospital militar para trabajar y una enfermera llevó a Simon a una habitación donde se encontraba un antiguo soldado de la SS llamado Karl gravemente herido, quién le contó todos los crímenes que había cometido durante la guerra sintiéndose bastante arrepentido de ello y con la intención de ser perdonado. Simon no quiso darle una respuesta y se fue, y, posteriormente le contó lo ocurrido a sus amigos, quienes le apoyaron por no perdonarle.

Aunque ya había pasado tiempo, siguió con la duda si debería de haberlo perdonado o no ya que realmente no le dio una respuesta clara al soldado en aquel momento. Para terminar con su duda, se lo comentó a su nuevo compañero Bolek quien se estaba preparando para ser sacerdote y se sintió más aliviado.

Al acabar la guerra, Simon fue liberado y en un viaje con su mujer observó unos girasoles que le recordaban a aquel soldado y decidió ir a hablar con la madre de él para resolver algunas dudas aunque siguió con bastantes.


OPINIÓN Y ARGUMENTO DE UN AUTOR: ALAN L. BERGER


 Este autor defiende que Simon no debería perdonar a el soldado por mucho arrepentimiento que sintiese ya que todos los actos que realizó no son dignos del perdón de nadie.

Si Simon le hubiese perdonado habría caído en la trampa de los nazis, ellos matan pero no hacen nada por ellos por lo que su arrepentimiento no sirve de nada, solo actúan de manera inmoral.

Los asesinos piden el perdón después de realizar actos tan graves y hacer tanto daño a millones de personas.Y, por ello, no hay que ser moral con esas personas que no entienden lo que es.


OPINIÓN PERSONAL


 Dichas acciones llevadas a cabo por los nazis son totalmente imperdonables dado que la muerte de alguien no se perdona ni se puede olvidar. El sufrimiento en el que han estado sometidos los judíos y familiares es algo que les perdurará siempre. No importa todo lo arrepentidos que puedan llegar a estar aquellos asesinos porque las atrocidades que han cometido son deshumanas y totalmente inmorales. El perdón no quita los actos que se han realizado y el daño causado.

 





Los Límites del Perdón - Daniela De La Rosa

 

“LOS LÍMITES DEL PERDÓN: EL GIRASOL” - SIMON WIESENTHAL

¿Hasta qué punto serías capaz de llegar a perdonar a alguien? Este sencillo y a su vez complejo dilema es el que se nos plantea en el libro “Los Límites del Perdón”, específicamente en el capítulo ``El Girasol”, de Simon Wiesenthal, una autobiografía que refleja un evento de su vida durante su aprisionamiento en un campo de concentración.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler comenzó una búsqueda de judíos y otros grupos que consideraba inferiores. Entre ellos estaba Simon Wiesenthal, un arquitecto de origen judío que llevaba una pacífica vida, a pesar de los múltiples ataques que recuerda en contra de judíos en el “Día Sin Judíos” antes incluso la guerra. Simon fue capturado por las fuerzas nazis, las SS, y relata un suceso que experimentó durante su estancia en el campo de concentración de Lemberg.

Una mañana los guardias los dividieron en grupos para llevarlos a hacer trabajos. Simon, siguiendo a su grupo y bajo la mirada de los transeúntes y de los askaris, guardias rusos que supervisaban a los prisioneros, divisó en el camino un cementerio militar, y se interesó por los girasoles que reposaban sobre las tumbas de cada militar alemán. Simon formaban parte del grupo que debía ir a una antigua universidad, el Instituto Tecnológico, donde consiguió en el pasado su licenciatura pero que ahora servía como Hospital Militar.

Cuando llegaron al hospital, se les encargó la tarea correspondiente. Sin embargo, él fue interceptado por una enfermera que buscaba un judío. Esta lo guio por unos pasillos hasta llegar a una sala. Le hizo pasar y lo que Simon encontró lo dejó confundido: una camilla con una figura, que supuso que era un alemán, cubierta con vendas.

El soldado nazi, Karl, de 21 años le cuenta que, aunque creció en una familia religiosa y ejemplar, todo cambió cuando se unió a las Juventudes Hitlerianas y, al estallar la guerra, alistarse a las SS como voluntario, a pesar de la desaprobación de sus padres. Demostrando arrepentimiento y buscando el perdón antes de morir de una víctima del Holocausto, le relata sus crímenes durante la guerra. Simon, muy impactado, recordó a las familias judías que murieron. Por ello, no tuvo la fuerza para responderle al alemán.

Se marchó del hospital y al volver al campo de concentración, insatisfecho con la decisión que tomó, les pidió su opinión a algunos amigos, como Arthur, o Josek, que le señalaron que hizo lo correcto y que no debería darle tanta importancia. Al día siguiente, Simon tuvo que volver al mismo hospital y la enfermera lo llamó, esta vez para comunicarle que Karl había muerto y que le dejó algunas pertenencias.

Pasaron un par de años, todos sus antiguos amigos murieron, pero él seguía prisionero en otro bloque. Allí, Simon le preguntó a Bolek, un teólogo polaco, sobre su opinión y este le señaló que el alemán veía a los judíos como una comunidad y que podría perdonarlo en nombre de todos, pero que con haberlo escuchado pudo morir en paz.

Tras la liberación, Simon volvió con su esposa y se alistó a una comisión para cazar nazis. Al poco tiempo, durante un viaje, decidió visitar a la madre de Karl. En el lugar, pudo corroborar lo que este le dijo; que venía de una buena familia con valores. No queriendo arruinar la visión que la madre tenía de Karl, decidió no contarle acerca de los crímenes cometidos por él y pasar página. Finalmente, Simon Wiesenthal nos pregunta qué hubiéramos hecho frente a este dilema moral que rondó su cabeza tanto tiempo.

OPINIÓN DE HARRY JAMES CARGAS EN CONTRASTE CON MI PROPIO CRITERIO

El autor Harry James Cargas explica su miedo a no ser perdonado “en el juicio final” en el caso de que perdone a un asesino. Realmente, él cree que el perdón puede considerarse en ciertas situaciones, que es un valor admirable. Sin embargo, no siempre debe de llevarse a cabo pues hay cosas imperdonables. Dice que, quizás, al perdonar, podemos situarnos por encima de otro. Se cuestiona quiénes somos nosotros para perdonar y si, realmente, tenemos valor para hacerlo. Opina que el perdón es en realidad algo que solo Dios debe llevar a cabo, que no somos aptos para perdonar y que, por ello, no perdona a Karl.

Personalmente, tampoco perdonaría al soldado nazi. No por miedo a que no se me perdone o porque Dios sea el único apto para dar perdón y paz, pues los que tienen el derecho a perdonarlo son las víctimas, lo cual, claramente, es imposible, si no más bien porque no considero que tal persona merezca el perdón. Primeramente, debemos tener muy en cuenta el hecho de que el soldado se alistó voluntariamente al ejército nazi, a pesar de la explicita desaprobación de sus padres. Él mismo se buscó tener que llegar a matar a personas, por muy arrepentido que esté ahora. Alistándose a las SS sabía que tendría que matar a personas inocentes.

Por otra parte, aunque a priori parezca demostrar arrepentimiento, realmente llega a notarse más preocupación por sí mismo que por las víctimas. No solo se compadece de sí mismo, sino que también menciona, en cierto punto, que ellos también son culpables. En su frase ``Mira, esos judíos murieron rápidamente, no sufrieron como yo. Aunque no eran tan culpables como yo ´´ se puede entender que, según Karl, esos judíos tienen parte de culpa de la situación. Además, se compadece de sí mismo, diciendo que va a morir sufriendo y que es muy joven para morir. Piensa más en sí mismo que en las verdaderas víctimas, las cuales, al contrario que él, no se buscaron la muerte.

Por esto, considero que Karl, al igual que cualquier otro soldado nazi que haya asesinado a conciencia a personas inocentes, no debería ser perdonado bajo ninguna circunstancia.