domingo, 4 de marzo de 2018

Los límites del perdón


El libro cuenta la historia de un judío, Simon, como sobrevive al campo de concentración junto con sus amigos, Arthur y Josek.
Mal viven en un barracón en condiciones infrahumanas y trabajando normalmente en las vías de ferrocarril. Un día lo llevaron a trabajar a su antigua facultad, convertida ahora en un hospital, de camino ven un cementerio donde están enterrados todos los soldados alemanes muertos en la guerra, le llama la atención que en cada tumba hay plantado un girasol y piensa que cuando el se muera no iba a tener ni eso, también le incomoda como los observan los transeúntes camino al hospital.
Cuando estaba allí trabajando lo llama una enfermera y le dice que la acompañe hasta el antiguo despacho del Decano donde había un oficial de la SS moribundo que Le pide que escuche una historia que tiene que contarle.
Se llama Karl tiene 21 años y Le habla de su infancia, de su madre y de su padre, de que era muy religioso hasta que se alistó a las juventudes hitlerianas. Le cuenta que estando en la guerra cometió un hecho del que se arrepiente mucho, mataron a un grupo de judíos, metiéndolos en una casa en donde echaron gasolina y granadas, la casa empezó a arder, el oficial les dijo que si alguien intenta salir les dispararían, entonces vio como por una de las ventanas salía un hombre y en sus brazos, un niño y una mujer y el oficial los mato, ese suceso es el que no olvida de su mente. Simon sintió dolor y intenta marcharse de allí y el oficial Le pide que no se vaya y escuche. Simon empieza a recordar a Eli un niño judío que vivía con el en el gueto, a los judíos que morían en las cámaras de gas...
Karl se sentía culpable por sus hechos y Le pidió perdón  a Simon para poder morir en paz. Simón se fue a su habitación pensando si lo habia hecho bien en no perdonarlo o lo tenia que haber perdonado,el dilema Le acompaña a lo largo de toda su vida ya que sobrevive al campo de concentración, una vez finalizada la guerra se dedico a juzgar a los culpables de los crímenes de los nazis a los judíos.
Fue a visitar a la madre del oficial que Le contó aquella historia que marcó profundamente su vida, ya que no paraba de pensar si actuó bien o tenía que perdonar o oficial.


                         Mi opinión
Me ha gustado mucho el libro por lo bien que cuenta lo ocurrido en esa época, lo mal que viven los judíos, las condiciones infrahumanas que soportan y al trabajo que hacían todo el día y las muertes que se producen en manos de los alemanes sobre los judíos.
En cuanto a la pregunta que nos hace el autor al final, nuestra religión dice que siempre hay que perdonar pero ese hecho fue muy duro y por eso el protagonista no perdono a los nazis. En mi opinión tampoco hubiera perdonado ese hecho por todo el mal que le hicieron a personas por el simple hecho de ser judíos.
                  Opinión de Christopher Hollis
Al autor le conmueve mucho el libro. El protagonista no está seguro de haber hecho lo correcto porque no deja de cuestionarselo e incluso va a visitar a la madre del oficial.
Piensa que aunque no se sintiera con el derecho de perdonarle en nombre de todos los judíos por lo menos Le debería haber dicho unas palabras de compasión ya que era un hombre arrepentido verdaderamente de lo que hizo.

4 comentarios:

Antonio Bejarano dijo...

Estoy de acuerdo con la opinion de mi compañero. En mi caso tampoco lo hubiera perdonado debido a la gran barbaridad que hicieron con los judíos aunque también estoy de acuerdo con la parte que dice su autor ya que le debería haber dicho por lo menos algunas palabras a Karl

Unknown dijo...

No comparto mi opinión con la tuya, es cierto que no estuvo bien lo que hicieron los nazis, pero Karl era uno más entre ellos, que seguía ordenes, sin poder hacer nada en ese momento, si se "revelaba", ¿que consecuencias hubiera tenido? probablemente el también habría sido fusilado, pero el hecho de implorar el perdón estando verdaderamente arrepentido da mucho que pensar, y sin duda alguna hubiera perdonado, aunque a mi o a nadie de mi familia le hubiera matado, pero como dice el autor que has elegido, él necesitaba unas palabras de aliento, y ¿qué mejor aliento que el perdón que él tanto ansiaba?

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con mi compañero Juan, no merecen perdón los crímenes que cometieron los nazis, ni el de Dios yo creo, sería capaz de decir incluso que no deberían ser perdonados.

Unknown dijo...

En cuanto a la opinión de mi compañero, no creo que la respuesta correcta haya sido generalizar con el tema de la religión, que ya no todos los lectores son creyentes y se reflejan en la religión a la hora de dar su opinión sobre perdonar al soldado.