sábado, 3 de marzo de 2018

LOS LÍMITES DEL PERDÓN : EL GIRASOL


En este libro, el protagonista Simón Wiesenthal, se encuentra en un campo de concentración nazi de la Segunda Guerra Mundial. Se encontraba con más presos y entre ellos estaban sus amigos Artur y Josek. Dentro de ese ambiente de tensión llegaron a pensar que Dios estaba permitiendo todas estas injusticias y que lea había abandonado.

Más tarde Simón, fue elegido para desempeñar trabajos fuera del campo de concentración, en el instituto tecnológico en el cual él se había formado de pequeño.
De camino hacia el instituto, le llamó la atención un cementerio en el que había girasoles sobre las tumbas de los soldados nazis que eran enterrados allí. Esos girasoles representaban la luz que recibían los soldados fallecidos.

Finalmente llegaron al instituto y comenzaron a trabajar. Allí se encontró a una enfermera y le preguntó a Simón si era judío. Le respondió que sí y esta lo llevó a una habitación donde se encontró a un soldado moribundo de la S.S. Su nombre era Karl y le contó su situación actual debido al crimen que había cometido. Karl le contó que hace un año recibieron la orden de meter en un edificio a unos 200 judíos entre los cuales había niños y ancianos junto con bidones de gasolina y tuvieron que lanzar granadas y así incendiar el edificio. Los que sobrevivían los tenían que rematar a disparos pero una familia y un niño marcaron especialmente a Karl. El protagonista también recordaba los niños que morían en los campos de concentración injustamente.

Un día después de este suceso, en otra batalla recordaba a esa familia y al niño y se quedó paralizado resultando herido. Sin embargo, Karl desde pequeño había sido creyente y necesitaba ser perdonado para poder estar tranquilo.
Simón salió de la habitación sin decir ni una sola palabra y volvió con sus compañeros al campo de concentración.

Al día siguiente la enfermera del hospital lo llamó de nuevo diciendo que Karl había fallecido y que le quería entregar su cosas a él. Simón no las quería y le dijo que no y solo se quedó con la dirección de su madre.

Cuando la guerra terminó, Simón consiguió sobrevivir pero sus amigos fallecieron y fue a buscar a la madre de Karl. Cuando la encontró, ella le dijo que su marido había muerto y le comenzó a explicar que Karl siempre había sido muy buena persona y que de pequeño había sido educado en un colegio religioso. Por tanto Simón decidió no contarle las atrocidades que su hijo había cometido.

Por último Simón se lamenta de su actitud tanto con el soldado de la S,S. como con su madre ya que con ambos decidió guardar silencio y no contar la verdad.


Opinión del dilema moral

El tema principal de este libro es el perdón y es un tema bastante complicado de tratar.
El protagonista ante las atrocidades cometidas por Karl, decide guardar silencio y no decir nada al respecto por lo ocurrido. En mi opinión Simón se equivocó ya que Karl, lo único que estaba buscando era ser perdonado por un judío ya que no podía pedir perdón a las personas que el había matado.

La controversia que existe es si cosas tan graves como las que ha hecho Karl pueden ser perdonadas.


Opinión de Yossi Klein Halevi

Defiende que no podemos juzgar la acción de Simón de haber guardado silencio mientras estaba delante de Karl porque dice que se produjo en otra dimensión de la cual no podemos opinar y que cometeríamos el mismo error que cometieron los que no vivieron el holocausto.

Piensa que poniéndose en la situación de Simón ya que él también es judío, es muy difícil poder perdonar a un soldado nazi y que tuvo que tener mucha fuerza moral para no vengarse de él y guardar silencio ante la madre de Karl.

Desde pequeño, Yossi odiaba a los alemanes y quería exiliarlos de la humanidad pero tras viajar a Alemania cambia su punto de vista y esta dispuesto a una reconciliación entre judíos y alemanes.


Opinión personal

En mi opinión es muy difícil para mí ponerme en la situación de Karl, como defiende Yossi de que aquel suceso ocurrió en otra dimensión de la cuál no podemos opinar y afortunadamente no tengo ningún familiar ni conocido que haya vivido el holocausto en primera persona, pero pienso que tiene que ser muy difícil para un judío perdonar a un soldado nazi en aquella época, porque los nazis fueron los causantes de la exterminación  judía.

Sin embargo una vez acabada la guerra no se vengó de él y no le dijo nada a su madre de los crímenes que había cometido.

Por una parte entiendo que Simón no hubiera perdonado a Karl y hubiera guardado silencio, pero por otra parte pienso que todo el mundo puede equivocarse y todo el mundo merece una segunda oportunidad por muy grave que sea el hecho que haya cometido. Sin embargo como he mencionado anteriormente, no puedo imaginarme realmente como fue aquella situación pero si tuviera que hacerlo, en mi caso pese a todo el mal que hizo, lo hubiera perdonado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bajo mi punto de vista, creo que el perdón y el silencio no es lo más adecuado, esto es lo que hicieron muchas naciones que se declararon neutrales
que en realidad no lo fueron ya que con ésta situación lo único que hicieron es mirar para otro lado, la de muchas personas que guardaron silencio y aquellos indiferentes. El perdón , como describo en mi resumen, pienso que no lo debe dar un juez ni una sola persona , sino todos aquellos que sufrieron, los millones que fueron torturados y asesinados,debemos de asegurarnos que nuestros descendientes conozcan la verdadera historia y todo ésto no quede en el olvido,como se ha tratado de hacer todo este tiempo , nosotros no debemos ser los que perdonemos, pero sí quiénes no debemos de olvidar, porque para saber ese sufrimiento habría que preguntarle a las familias de las víctimas judías.

Antonio Bejarano dijo...

Estoy completamente de acuerdo con Iván ya que creo que el perdón solo lo puede recibir aquella persona que esté verdaderamente arrepentida, y solo lo puede conceder aquella persona que haya sufrido directamente los daños ocasionados. Pienso también que si realmente no te sientas identificado por aquello por lo que te están rogando perdón no debes perdonar, ya que aquel al que verdaderamente le afecta no sabes si hubiera perdonado.

Abraham Fuentes dijo...

Yo no estoy de acuerdo con tu argumento de que todo el mundo merece una segunda oportunidad , un asesino no es digmo de llamarse ser humano y no hay excusa que lo justifique

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con Vicente,ya que pienso que el perdon es algo que se puede dar si los familiares y amigos de la victima lo desean,pero si yo pasara por esta situacion no lo perdonaria ya que a matado a muchas personas sin motivo alguno,solo por ser judio que son personas igual o mejor que cada uno de nosotros.