RESUMEN:
Simon, un judío interno en un campo de concentración va con otros prisioneros a trabajar a un hospital. Encuentra a un soldado de la SS que, estando a punto de morir, le pide que escuche lo que tiene que contarle y perdone los terribles actos que había cometido. Está arrepentido y sólo quiere el perdón de un judío, para poder morir en paz. Simón sale de la habitación sin darle respuesta. Al día siguiente el soldado muere. Simón duda de su actuación. Él sabía que no debía perdonarle, por las personas que habían fallecido pero también sentía que debía haberlo perdonado por que se mostró arrepentido y así podría morir en paz. Simón es liberado del campo, visita a la madre del soldado y le cuenta la confesión de su hijo. Entiendo la postura de sus compañeros, un no creyente, Josek, esta de acuerdo con Simón en cambio Bolek, el sacerdote, piensa que el arrepentimiento es lo mas importante para obtener el perdón, él piensa que debería haberlo perdonado ya que, lo sentía de verdad y Simon era la única persona que hubiera podido satisfacer su ultima voluntad antes de morir.
ABRAHAM JOSHUA HESCHEL (1907 – 1972)
Biografía:
Fue un importante rabino y uno de los principales teólogos judíos del siglo XX. Nació en Varsovia, el 11 de Enero de 1907, se formó en Alemania y escapó del holocausto al poder viajar a Estados Unidos en 1940, donde continuó sus actividades hasta su fallecimiento en Nueva York, el 23 de Diciembre de 1972.
Posición del Rabino en el texto:
El Rabino no le quiere perdonar por que el viajante a atacado a otra persona, un desconocido, de saber quien era no lo hubiese hecho, por tanto ha actuado sabiendo lo que hacia, atacar a un simple hombre. Ahora le pide perdón al Rabino.
Opinión:
Efectivamente, una persona puede perdonar a otra si los actos han sido contra ella en cambio, uno no puede perdonar a otro por actos que ha cometido contra terceros (otros).
Además pienso que hay que perdonar pero cosas que sean reparables no irreparables. Una muerte no lo es, otros actos si.
OPINIÓN:
Estoy de acuerdo con la decisión de Simon. No le perdona por que él ha visto y ha vivido los horrores que han cometido los nazis en el campo de concentración. Es más fuerte el odio que siente Simón hacia los nazis que la súplica del soldado moribundo. Puedo comprender al soldado, que al ver que va a morir se muestra arrepentido para ser perdonado y descansar en paz.
Pienso que el arrepentirse está muy bien, pero después de haber torturado, matado a miles de personas injustamente, no vale que te arrepientas el último día de tu vida. Nadie puede tener derecho a quitarle a vida a otro, la vida es de cada uno.
viernes, 25 de febrero de 2011
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4 comentarios:
Me encanta tu opinión personal Julia, en el aspecto de que la fuerza del odio de Simón es mayor que el perdón de Karl, además me ha gustado mucho también la idea de que se arrepienta el último día ya que ha tenido muchos más días para arrepentirse.
estoy de acuerdo contico en cuanto a que una persona con un historial tan manchado de sangre, no puede ser borrado con un simple arrepentimiento
en el ultimo momento, tambien estoy contigo en que la vida es individual e intransferible, libre.
Veo razonable el silencio de Simon, pero eso no significaba que no le perdonaba simplemente estaba en un compromiso y no sabia que responder. Y, me parece que todos nos hemos equivocado alguna vez, ya sea en mayor o menor gardo, y todos hemos querido tener ese perdon, porque de los errores se aprende.
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