viernes, 25 de febrero de 2011

Los límites del perdón. Héctor Yebra Gardeta.

-Simón Wiesenthal-

El libro los límites del perdón, narra una historia de un judío que se encuentra en un campo de concentración. Este chico se llama Simón, tiene dos apoyos que son sus amigos Arthur y Josek. Eran bastantes diferentes ya que Arthur siempre tenía una visión irónica de la vida y de las cosas mientras que Josek, todo lo contrario. Cada día moría mucha gente en este campo de concentración. Un día nombraron a 50 judios para hacer un trabajo, entre ellos estaba Simon, mientras iban andando por la ciudad hacia donde tenían que ir a trabajar, Simon recordaba lo que paso hasta llegar allí, donde tenían que ir a trabajar era el antiguo instituto de Simon ahora convertido en un hospital de militares. Estando en el hospital una enfermera le pregunto si era judío y lo condució hasta el lecho de un soldado nazi de la SS, que estaba apunto de morir. El soldado nazi de la SS le contaba todo tipo de situaciones que vivió, Simon lo único que hacia es escuchar y callarse. El soldado nazi de la SS, quería que un judío le perdonara todas esas situaciones, pero Simón lo único que hizo fue estar en silencio. Cuando Simón se entero que el soldado murió, se arrepintió de no perdonarlo para que pudiera descansar en paz, sus compañeros lo apoyaban y le ayudaban para que se sintiera bien.

-Matthew Fox-

Cuando un católico confiesa sus pecados, no solo debe contar toda la historia sino que tiene que sufrir una penitencia y demostras su pena y su contricción. Simón allí actuó con lo único que pudo, aplicandole la penitencia del silencio, esa penitencia es privada y al no conceder el perdón Karl se quedo a solas con su conciencia antes de morir, mientras que la verdad le miraba a los ojos. Esa decisión de Simón la interpreto como una victoria. Simón lo único que le ofrecio a Karl fue el quedarse con su pecado a solas, una acción responsable y adulta la de Simón. Karl le fue a regalar a Simón algunas pertenencias que tenía, pero este no las acepto. La justicia sin su recuerdo muere. Simón fue justo con el soldado, mas que justo compasivo, ya que se quedo en silencio en lugar de irse. La justicia y la compasión son terminos relacionados. La ignorancia es un pecado y cada uno tiene que morir con su verdad, mientras que la negación favorece a la implantación y propagación. Las ideas principales del autor son: perdonar y olvidar (actos distintos). Siempre se debería perdonar por la necesidad de seguir siendo libres, de poder seguir viviendo nuestra vida, pero no se debe olvidar. Si fuéramos capaces de recordar, tal vez elegiriamos vivir la vida más alla de la muerte.

-Opinión personal-

Sobre la primera parte del libro la historia, estoy de acuerdo con lo que hace Simón de guardar silencio, porque creo que en esa situación con una persona que ha matado a mucha gente, no puedes perdonarla (en nombre de todos) para que se quede tranquila. Creo que Simón actua correctamente.

Sobre el autor estoy de acuerdo con el en todo prácticamente, ya que un sacerdote probablemente le hubiera perdonado y no es justo que una persona perdone a otra en nombre de todos. Sobre las últimas cosas que dice el autor también estoy de acuerdo en que puedes perdonar, pero si solo te incumbre a tí y no a más personas, si le afectara a más gente no perdonaría de ninguna manera, pero si solo es de una persona, creo que se debe perdonar aun que no olvidar. No puedes hablar tu en nombre de todos si no estan de acuerdo. Perdonar y olvidar no es lo mismo. Pero yo creo que si perdonas puedes vivr mejor que si no lo hubieras hecho y aun que perdones, no significa olvidar, entonces puedes perdonar y no olvidar, pero al perdonar puedes vivir mejor tanto tu como la otra persona, recordando o no los sucesos.

4 comentarios:

Julia Oliván dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Julia Oliván dijo...

Como muy bien dices perdonar no es lo mismo que olvidar. Por eso, no estoy de acuerdo contigo en cuanto a que hay que perdonar para vivir mejor. Si perdonas y no olvidas, de que te sirve? Para mi, si no olvidas no puedes perdonar, porque cuando perdonas a alguien en parte lo olvidas y no se lo estas recordando constantemente, asumes que ha tenido un error, te pones en su lugar y consideras que debe ser perdonado.
Creo que una muerte no se puede perdonar y por lo tanto, mucho menos olvidar

Debby dijo...

Yo estoy de acuerdo con lo que dices, perdonar no es igual a olvidar. Si es cierto que no se puede olvidar todo lo malo que ha cometido una persona, pero indirectamente te sientes culpable por no perdondarla. Sientes la necesidad de hacerlo y así tener tu conciencia tranquila.

Pablo Sancerni dijo...

Estoy de acuerdo contigo Hector porque no se puede perdonar a esas personas, pero si te vas estar toda la vida arrepentido por lo que has hecho puedes perdonarle(en nombre de todos) pero tu siguiéndolo odiando en tu interior.