Resumen del libro.
En este libro, se habla de las cosas que le hacían a los judíos contada desde una persona que vivió todos estos acontecimientos.
Simón, nos cuenta poco a poco su juventud, como fue pasando su vida y como cambió tan de repente, de pasar a ser un arquitecto, a pensar todos los días si ese sería el último. En su vida en los campos de concentraciones nazis, llegó a pensar que "Dios estaba de permiso", ya que esa era la una explicación que podía darle a la situación que estaban viviendo. Un día decidieron trasladarlo a un hospital, que antes era el Instituto Tecnológico donde Simón estudió, allí rápidamente se lo llevo una enfermera a una habitación, dónde se encontraba Karl, que era un soldado nazi de la SS. En la SS, le dijeron a todos esos soldados que las desgracias que les pasaban era culpa de los judíos, que ellos no eran considerados seres humanos y que por esa razón querían eliminarlos daba igual si eran hombre, mujeres o niños.
Karl, le contó a Simón la primera orden que le dieron de atacar una casa llena de judíos, primero pusieron bidones de gasolina, después metieron a todos los judíos dentro y lanzaron las granadas haciendo arder la caso entera, y quién intentase escapar, tenían la orden de matarlo, mataron a muchas personas pero lo que le llamó la atención a Simón fue cuando hablaron de un niño judío llamado Eli, ya que él estaba también en el campo de concentración. Las siguientes semanas destinaron a Karl y a sus compañeros a Taganrog, dónde perdió el conocimiento después de que un autobús explotara, y eso le provocó que perdiera la vista y a partir de ese día lo fueron trasladando de hospital en hospital esperando a que muriera.
Karl, lo que quería conseguir con esto era morir en paz pidiéndole perdón a algún judío por las cosas que había hecho y tanto se arrepentía, pero Simón simplemente salió de la habitación sin decirle nada y volvió con sus compañeros.
Simón estuvo dudando algo de tiempo en si sería correcto contarles a sus amigos todo lo que le había ocurrido, pero al final se decidió porque también quería saber lo que ellos opinaban de la decisión que él había tomado, y seguidamente todos opinaban igual que él, porque la culpa de el sufrimiento que ellos tenían también le pertenecía a Karl.
Al final, cuando ya habían liberado a los judíos que no habían muerto, Simón que era uno de ellos, empezó a buscar información de aquel soldado y acabó encontrando a la madre, que era viuda porque su esposo murió en un bombardeo en una fabrica y solo le quedaba el recuerdo de su marido y la idea del hijo ejemplar que tuvo y que murió en la guerra. Simón decidió no contarle nada a su madre, no quería que su dolor creciera, así que prefirió dejar las cosas como estaban.
Aunque el tiempo iba pasando, Simón siempre se quedo con la duda de que si su respuesta a ese soldado había sido buena o lo debería de haber perdonado.
Resumen de un autor.
Harry James Cargas, dice que el perdón es algo que tenemos que ganárnoslo, no solo pensar en el en nuestro lecho de muerte, ya que es una gran virtud. Dice que él no perdonaría a Karl, que solamente Dios decide si perdonarlo o no. También habla sobre la existencia de unos crímenes los cuales son imperdonables, y esos sin ninguna duda fueron los que cometieron Hitler y sus secuaces.
Crítica del autor.
Pienso, que el autor tiene razón cuando dice que son unos crímenes imperdonables, que lo que les hacían a los judíos no eran actos de personas, si no de animales. Pero hay que tener también en cuenta, que ellos estaban sometidos por las órdenes de sus superiores y que si desobedecían podrían hasta morir ellos mismos, hay que pensar también que si te pusieras en la situación de Karl en aquellos tiempos, te salvarías a ti mismo para que no terminen matándote.
Mi opinión.
Yo pienso, que acabaría perdonando a Karl, porque al final él se preocupo por ser perdonado y poder morir en paz, como he dicho antes, hay que ponerse también en su situación, simplemente fue un acto de supervivencia, los cuales él no estaba de acuerdo pero tenía que hacerlo si quería seguir vivo.
Sé que el perdón es algo que no se puede dar a cualquier persona, porque muchas de las personas que te piden perdón, al final no se arrepienten de sus acciones , pero Karl demostró estar arrepentido. Además, fue sincero con Simón y le contó toda su historia sin ninguna mentira.
2 comentarios:
Entiendo tu punto de vista porque como persona cristiana que soy tendría que perdonar a un arrepentido por muy mal que lo haya hecho, ya que Jesucristo en el evangelio, nos enseña que debemos perdonar al prójimo para acercarnos a Dios y alcanzar la vida eterna. Perdonar no significa olvidar o justificar el mal causado. Pero por otro lado, pienso que si yo estuviera en la situación de Simon sufriendo torturas y vejaciones a diario y viendo a tantas personas inocentes morir de forma tan cruel, no estaría en disposición para poder perdonar a una persona que tanto daño ha causado por mucho arrepentimiento que muestre. Creo que en la vida no todo vale y que hay cosas que son imperdonables.
En este caso, no puedo llegar a entender tu opinión; perdonarías para dejarlo morir en paz, alguien que nunca dejó vivir en paz al resto. Para mí, no es cuestión de pena ni sincerarse a última hora, no vale meter de por medio sentimientos que nunca antes ha habido. Además, no entiendo la idea de perdonar, pero no olvidar, en mi opinión, ya no vale arrepentirse de algo cuando lo has mantenido hasta el final, cuando uno veía lo que estaba haciendo en realidad. Quizás esta persona no merecía ir en paz como cualquier otra. No suena convincente, quizás sí algo engañoso, te perdono para que vayas en paz, pero aquí seguiremos recordando todos los hechos que hiciste con crueldad. Prefiero no perdonar, aunque no sea lo más apropiado como cristiana.
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