Este libro nos relata la historia de un judío llamado Simón que sufre un dilema moral en el momento en el que lo sacan de un campo de concentración para perdonar a Karl, un soldado de las SS que se encontraba en muy mal estado. Este le cuenta a Simón sobre las atrocidades que había cometido en su vida y le pide que le perdone para así poder irse en paz junto al perdón de un judío. El judío no sabe qué hacer, por lo que decide volver al campo de concentración sin una respuesta para Karl. Esa noche Simón no pudo dormir tranquilo, por lo que a la mañana siguiente fue a ver a Karl, pero la enfermera que le atendía le comunicó que había fallecido. Pasaron los años y Simón fue perdiendo a todos sus amigos por causa de la guerra. Cuando esto acabó, fue a ver a la madre de Karl. Ella le contó las atrocidades que había hecho su hijo y Simón no quiso dar su opinión sobre el tema, lo que nos hace dudar sobre la decisión final que tomó, es decir, sí perdonar a Karl o no.
Edward H. Flannery
Edward, aunque entiende la decisión de Simón, le resulta imposible defenderla, ya que, como él dice,” le resulta imposible ponerse en esa situación”.
Piensa que para comprender por qué no lo había perdonado había que profundizar en los aspectos psicológicos y religiosos de Simón. Por su parte, Edward mantiene que él hubiese perdonado a Karl estando en el lugar de Simón y le habría sugerido que estuviese en paz con Dios.
Opinión personal
En mi caso, yo no hubiese sido capaz de perdonar a Karl. Creo que cada persona es libre de perdonar y de poder arrepentirse, como también es comprensible el negarle el perdón a alguien que haya sobrepasado un cierto límite, como es el caso que se relata en este libro. Karl ha hecho cosas horribles que, para mí, son imperdonables.
Critica a Edward H. Flannery
Estoy a favor y en contra de los argumentos que relata este autor. Por una parte pienso que se debe perdonar a las personas que se arrepientan de sus errores, y en este ámbito estoy a su favor, pero hay errores que no se pueden perdonar y, al contrario que el autor, pienso que existe un límite del perdón, dependiendo de las cualidades psicológicas, éticas, religiosas, etc... de cada persona.
3 comentarios:
No estoy de acuerdo con su opinión, ya que aunque cometío actos horribles se ve como realmente está arrepentido y no somos nadie para juzgarlo, por ello yo lo perdonaría pero solo en mi nombre y no en el de todos los judíos
Estoy de acuerdo con la opinión de Pablo, pienso que se debe de perdonar o al menos intentarlo, pero como él bien indica, el perdón tiene unos límites, y este es un buen caso de ello.
Estoy de acuerdo con su opinión ya que son cosas tan horribles que no merecen el perdón de nadie.
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