viernes, 5 de marzo de 2021

LOS LÍMITES DEL PERDÓN - NATALIA ARJONA

 1. RESUMEN.”EL GIRASOL”


En este libro sobre Simón Wiesenthal , un judío condenado en un campo de concentración nazi de Lemberg (Polonia). Aquí se encontraba con todo tipo de persona de diferentes estatus sociales, ricos y pobres, entre ellos varios de sus amigos. Arthur, un abogado y escritor conocido desde que estudiaban en el Instituto Tecnológico y su otro amigo Josek, un hombre de negocios.


En este lugar sufrían todo tipo de humillaciones, trabajaban sin piedad, morían ahorcados o incluso pisoteados. Simón estaba en el trabajo que todos deseaban, en los Ferrocarriles del Este donde poseían una pequeña libertad. 


Uno de los días eligieron a un grupo de 50 de presos donde estaba incluido Simón. Estaban destinados al Instituto Tecnológico donde él había estudiado pero que ahora se utilizaba como hospital.


En el camino al Instituto pasaron por un cementerio donde descansaban alemanes nazis y que cada una de sus tumbas estaba decorada con un girasol. Esta situación dió que pensar a Simón ya que su destino al morir sería una fosa común.


Cuando llegó una de las enfermeras le preguntó si era judio a lo que respondió afirmando y la enfermera se lo llevó a una sala. En esta sala se encontraba Karl, un jóven soldado nazi que tenia rostro y cuerpo vendado por una explosión. Este jóve tenía la necesidad de contar todo el dolor que había ocasionado en su vida hacia los judíos y terminar con el remordimiento que sentía para terminar con su vida en paz. Simón al ver que le estaba pidiendo que le perdonara abandonó la sala sin decir ni una palabra y regresó con sus amigos.


A la mañana siguiente la enfermera le dá la noticia del fallecimiento de karl y que este le había dejado todas sus pertenencia y la dirección de sus padres, cosa que rechazó. 


Tras dos años su amigos fallecieron y él fue trasladado al campo de concentración de Mauthausen. Aquí conoció a Bolek, un sacerdote cristiano que al contarle su experiencia le dijo que debía de haberle perdonado.


Simón fue liberado y decidió visitar a la madre de Karl a la que finalmente no le contó nada sobre lo sucedido por los buenos recuerdos que ella tenía de su hijo. Le dijo que  solamente pasaba por allí para darle saludos de parte de su hijo. Simón se planteaba si debería de haberlo perdonado.



 2. OPINIÓN PERSONAL.


Desde mi punto de vista en este libro donde se plantea esta situación hace pensar a los leyentes y que se pongan en esa situación si perdonarían o no a su enemigo que ha hecho sufrir a tantas personas. En cuanto a la respuesta que Simón dió a Karl tiene mucho que pensar pues su reacción fue quedarse en silencio y eso dice mucho más que unas palabras. Probablemente se vería muy confundido en tal situación. Cualquier persona es libre y consciente de sus actos pues debería de haber pensado ante en las consecuencias que tendrían sus actos. 


Si yo me encontrara en esa situación me dejaría llevar por el momento y la compasión ya que podría perdonarlo y quedarme con el sentimiento de que he hecho algo que no debía por otra persona que ha provocado tanto mal. También podría haber negado el perdón o el silencio como Simón lo que me habría ocasionado la misma sensación que a Simón.


3. HERBERT MARCUSE.


Este autor era un filósofo y psicólogo judío y de origen alemán muy importante. Marcuse defendía una opinión en contra del perdón nazi y él estaba de acuerdo con la reacción de Simón ya que le habría hecho lo mismo. Este piensa que no es correcto perdonar estos actos criminales ya que es una ayuda a perpetuar el mal y una manera más de olvidar a los criminales con un simple perdón.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo contigo, porque podría haberlo perdonado si me encontrase en esa situación o haberme negado a su perdón.

Anónimo dijo...

Yo creo que en ese momento lo correcto es perdonar. Karl se arrepintió y al ser tan joven pudo tomar decisiones incorrectas, como todos las tomamos en nuestra vida,si esque no fue realmente obligado por los nazis a hacer todo el mal que hizo. Como he dicho, pienso que lo correcto es perdonar, y con más motivo siendo judío, ya que con este acto se puede demostrar que los judíos no son lo que los nazis creían y que pueden tener la bondad, la fuerza y la empatía que no tenían los nazis.

Anónimo dijo...

Yo no hubiera callado, ya que si callo no le perdono, es cierto, pero tampoco le niego el perdón. Eso podría darle a pensar a Karl que quizás si le quería perdonar pero no quería decírselo. Yo en esa situación, le hubiera dicho a Karl que no rotundamente. No veo coherente perdonar a alguien que ha hecho tal cantidad de atrocidades, por mucho arrepentimiento que muestre.