jueves, 4 de marzo de 2021

Los límites del perdón - Fernando Camacho


Resumen:

El libro trata sobre un judío, Simon, aprisionado en el campo de concentración de Lemberg por los Nazis. Simon compartía una de las barricadas con sus compañeros, que morían día tras día. Realizaba trabajos como sustento de vida, y un día, al terminar una jornada laboral él y sus compañeros se dirigieron hacia un instituto tecnológico, donde el protagonista hace funciones hospitalarias. Por el camino encuentra un cementerio, en el que de cada tumba brota un girasol, hecho que deja a Simon atónito.

Al llegar al hospital una enfermera lo llama, preguntándole por su identidad. Al confesarle que era judío, le conduce hasta  Un soldado Nazi de 21 años, Karl, el cual está al borde de la muerte. Karl le cuenta que bombardeó una casa y que la familia que habitaba en ella se suicidó, tirándose desde una planta alta. Este hecho atormenta al nazi cada día, por lo que ruega el perdón. El protagonista sin saber qué hacer, huye de allí y posteriormente reflexiona lo ocurrido con sus compañeros. Su decisión fue no perdonar las atrocidades del joven soldado. Un día después, vuelve al hospital, pero Karl ya había fallecido, dejando su herencia a Simon, que no la acepta. Cuando termina la guerra, el judío es liberado del campo de concentración y se reúne con la madre de Karl para contarle lo que su hijo le hubiese querido transmitir antes de morir. 

Reflexión personal:

Es una elección muy compleja el hecho de decidir si perdonar o no este acto. Creo que si analizamos esto de primeras es imposible el hecho de perdonar algo así de inhumano, tal y como lo eran los nazis. Pero creo que hay que ir más allá. Karl no es un general ni un comandante nazi, es un simple soldado de 21 años. Realmente no sabemos su ideología al 100%, ya que ¿quería realmente Karl hacer esto, o tenía miedo a ser ejecutado por los nazis por incumplir esta orden? Sinceramente, creo que es lo segundo. No quiero que se confunda esto con que apoyo a los nazis, precisamente es todo lo contrario, son inhumanos por haber forzado a un muchacho de 21 años a bombardear una casa con personas inocentes dentro, y en el caso de incumplir la orden, pudiendo ser ejecutado. Dije al principio que esta elección es muy compleja de hacer ya que no estoy ni en el contexto social ni en el histórico, por lo que no puedo hacer una elección a ciencia cierta ya que no he sufrido esas condiciones. Pero si en vez de Karl hubiese sido un general la respuesta sería clara: lo dejaría morir con la conciencia sucia, ya que si es general es por voluntad propia. A Karl lo perdonaría, por muy duro que fuese, y me encargaría de honrar a la familia que murió. Su herencia se la pasaría a su madre, a la que le haría saber lo que hizo su hijo, pero la consolaría diciéndole que al menos, murió arrepintiéndose de lo sucedido.

Punto de vista Dalai Lama:

Como dice Dalai Lama, no necesariamente hay que olvidar cuando se perdona. Esto es lo que hubiese hecho él, perdonar a Karl, ya que el crimen no sólo lo cometió contra la familia sino contra él mismo, por ello quedó traumatizado. El chico pudo haber renunciado a este acto, pero por esta misma elección pudo haber sido ejecutado. Dalai hubiese aprovechado este hecho para dar ejemplo y que no se volviese a repetir.

Critica hacia punto de vista Dalai Lama.

Es muy duro ponerse en un punto de vista tan empático como lo tiene el Dalai Lama. Creo que pocas personas pueden hacer esto, ya que requiere una ideología y fuerza de voluntad inmensas. Pero en sí, creo que mi pensamiento se acerca mucho al de este, aunque mi capacidad de perdón no sea, claramente, tan admirable como la del Dalai Lama. La verdadera fuerza del ser humano se extrae mediante la capacidad del perdón en situaciones imposibles. Por supuesto que existen los límites del perdón, pero estos límites empiezan y terminan hasta donde nos permite nuestra voluntad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con su opinión por la parte de perdonarlo, pero yo, por otra parte, no le perdonaría por lo que hizo.

Carmen Lenquette dijo...

No estoy de acuerdo con su opinión. Es cierto que unos factores importantes son: que Karl no es ningún general ni comandante, solo un simple soldado y que no estamos en el contexto histórico y social de la época.
Aun que Karl sea un joven de 21 años que habla de su arrepentimiento hacía sus actos pero no hay que olvidar cuales fueron ni lo que causaron. Fueron demasiado horribles como para ser perdonados. Y aun sin saber su ideología al 100% creo que se puede intuir un poco cuando Karl decide ser soldado junto con sus amigos sabiendo las cosas que hacían con los judíos.