jueves, 4 de marzo de 2021

Los Límites del Perdón - Lucía Castillo Soldán

Se trata de un hombre judío llamado Simón que se encontraba en un campo de concentración de Lemberg. En el campo de concentración trabajaba en los Ferrocarriles del Este hasta que un día lo trasladaron al hospital de la reserva , que anteriormente, cuando el era estudiante en el Instituto Tecnológico donde estudió la carrera de Arquitectura y de la que no tiene tampoco muy buenos recuerdos ya que recuerda lo mal que los judíos como él lo pasaban sobre todo para conseguir dichos estudios. 

Durante el camino hacia el nuevo hospital militar se da cuenta que hay un cementerio en el que delante de cada uno hay un girasol que da la sensación de que mediante el girasol se transmitía luz y mensajes a los muertos y que estos no habían perdido el contacto con el mundo exterior Simón piensa que incluso los muertos eran superiores a ellos y se da cuenta que para el no habría ningún girasol porque lo entierran en una fosa común en el que otros cuerpos se encontraran encima del suyo. 

Una vez en el hospital militar una enfermera se acerca a él y le dice que le acompañe, Simón lo hace y es llevado a una habitación en la que se encuentra un soldado de la SS. Se llamaba Karl y le dijo que le tenia que contar una cosa antes de morir para así poder morir en paz e insistió en que lo escuchara, Karl le contó a Simón los crímenes que había cometido y su gran arrepentimiento y quería que Simón como judío lo perdonase en nombre de todos los judíos. Simón después de todo lo que le contó el soldado se marcha sin decir nada. 

Unos años después sus amigos del campo se mueren y Simón se queda solo y es trasladado de nuevo al campo de concentración de Mathausen, pero al tiempo los campos de concentración fueron liberados y Simón que fue de los pocos sobrevivientes no dudo en realizar una vida normal. 

Un día Simón se acuerda del soldados la SS que se había muerto y decide ir a visitar a la madre del soldado y este lo dijo nada a su madre de lo que había hecho su hijo, su madre le contó la vida del soldado y Simón se dio cuenta que el Soldado había sido sincero con él. 

Simón se planteo si habría hecho bien en perdonarlo o no y que si este soldado realmente se arrepentía de todo cuando hablaba con él.


Terence Prittie
Las personas que están a punto de morir esperan una consideración especial de los demás. Normalmente, se sienten terriblemente asustados y profundamente desdichados. Es un reflejo perfectamente normal y humano pedir perdón por nuestros pecados cuando se acerca la muerte. Los hombres que se encuentran bajo el fuego de las balas y que nunca han rezado antes suplican y prometen «ser buenos» en el futuro si Dios los complace y los rescata de una muerte segura. La certeza y no la mera posibilidad de la muerte es la única que puede reforzarnos a pe inclemencia. No puede, de ningún modo, perdonar un genocidio. Encuentro que perdonar a un hombre que ha contribuido a incinerar a hombres y mujeres vivos es completamente repugnante, y no lo puedo ver de otra forma más que como una parodia del perdón, algo que se ha concedido simplemente porque da la casualidad de que se está muriendo. Per donar a este soldado de las SS habría significado, por derivación, perdonar a todos los asesinos de las SS cuando estén en su lecho de muerte.

Mi opinión personal
Sinceramente ningún ser humano se merece que lo maten ni mucho menos que una raza se sienta superior que otra cualquiera y de no ser así matarla. No se me pasaría por la cabeza, ni mucho menos tendría la capacidad de perdonar a un soldado nazi, merecen la muerte, pero lenta y dolorosa, para que sepan que es el dolor y que es sufrir. Aunque el arrepentimiento fuera verdadero y sincero ese tipo de crímenes son imperdonables, ha matado a muchísimas personas inocentes y no se merece perdón ninguno, antes de hacer las cosas y arrepentirse debería de haberlas pensado dos veces.

Crítica a Terence Prittie
Mis pensamientos coinciden con mi autor elegido, ya que esos tipos de personas son repugnantes, ya que perdonar a este soldado suponía el perdonar a todos los soldados que lo hicieron, también veo que es normal pedir perdón de dichos pecados como bien dice Terence Prittie pero no todos los pecados son perdonables aunque sí una acción humana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por una parte estoy de acuerdo con ella, ya que no lo perdonaría, pero no estoy de acuerdo en que merecen una muerte lenta y dolorosa, ya que realizar eso nos convertiría en lo que ellos estaban haciendo.