Resumen:
En esta historia, Simon, un hombre judío que que trabaja y vive en el campo de concentración de Lemberg. Allí vivía junto a su amigo Arrthur al cual lo conocía de todo la vida y con Josek, que había llegado hace poco al campo de concentración.
Un día, Simon es separado de sus amigos junto a cuarenta y nueve hombres más y los dirigieron hasta un hospital de soldados de las SS que en su tiempo fue el Instituto tecnológico donde Simon había estudiado. Cerca de ese hospital se encontraba un cementerio, en este las tumbas tenían cruces con nombres de los fallecidos y un girasol en cada tumba. Simon impresionado se quedó observando reflexionando que el nunca tendría un girasol en su tumba, ni si quiera una tumba propia ya que cuando el muriera seria enterrado en una fosa común junto a otros judíos. Llegando así a la conclusión de que hasta los muertos estaban por encima de los judíos.
Ya en el hospital una enfermera le dijo que fuera con ella, llevándolo hasta un habitación con un hombre al borde de la muerte.. Este hombre se llamaba Karl y era un soldado de la SS. Le suplicó a Simon que se quedara y escuchara su historia y lo hizo. Le empezó a relatar varios acontecimientos de su vida hasta que llegó a una parte donde Simon entre asco y repugnancia quería irse de allí pero nuevamente pero el soldado volvió a insistir ya que todavía no había terminado. Contó lo muy arrepentido que estaba por las muertes que había causado ese día donde metieron a mas de doscientos judíos en una casa donde introdujeron barriles de gasolina y tiraron granadas; a los que intentaban escapar eran disparados. Karl le pedía a Simon que lo perdonara por estos crímenes que le atormentaban. Simon sin saber que hacer exactamente salió en silencio de la habitación dando a entender que su respuesta era que no podía perdonarlo.
Cuando volvió al campo de concentración le contó lo sucedido a Josek y Arrthur para saber que debería haber hecho, ellos estaban de acuerdo con la decisión de Simon de no perdonarlo por que no se lo merecía.
Pasado el tiempo sus compañeros y fieles amigos murieron y más tarde Simon fue liberado. Él se acordó de aquella historia que le había contado el soldado de la SS y fue a visitar a la madre del difunto y así comprobaría si todo lo que el hombre le contó era cierto o una farsa para pedir el perdón de un judío.
Al llegar a la casa de la mujer, ella le contaba lo buen chaval que era Karl y la historia que le había contando no era mentira. Simon nunca le contó a la madre los crímenes que cometió su hijo, ya que no quería quitarle la buena imagen que ella tenía de él. Pero después de eso se volvió a preguntar qué debería haber hecho, perdonarlo o no perdonarlo.
Reflexión personal:
Perdonar o no perdonar. Esta elección es algo difícil y que se deba tomar a la ligera, sobre todo con unos crímenes tan atroces como los que cometió aquel soldado de la SS como cualquier otro. Es verdad que hay que tener el cuenta varias cosas, como es la política de la época y los pensamientos de la sociedad, pero aun así los nazis sabían lo que hacían y eran completamente conscientes de absolutamente todo. Y aun así lo hicieron. Cuando ya haces algo te das cuenta de las consecuencias de tus actos.
Yo no perdonaría, por el simple hecho de que él sabía en lo que se estaba metiendo, matar a judíos. Y por mucho que tu te arrepientas de lo que hiciste tus actos no cambiaran y son crímenes demasiado atroces como para dejarlos pasar por alto tan facilmente y perdonar.
¿Qué hubiera hecho Eva Fleischner?
Eva no hubiera perdonado. Por varias razones: la primera por que ella pensaba que Simon no tenía la potestad para darle el perdón al soldado, ya que quienes tenían el derecho de perdonarlo eran los fallecidos en aquella trágica masacre; por lo que entonces ella tampoco tendría la potestad para perdonar.
La segunda razón es por que a ella le pareció egoísta el hecho de que a pesar de que el soldado sabía lo que podría pasar con el judío y a la enfermera si otros soldados o cargos superiores se enteraban de esa reunión. Esas dos personas podrían tener castigos grandes o incluso la muerte, pero él al ser alguien a punto de fallecer pensó más en pedir su perdón que en el bien estar de los demás.
La tercera y última razón es, que Eva se preguntaba por qué Karl no hizo nada cuando pasó aquello. Podría haber hablado con sus compañeros y decirle que lo que estaban haciendo no estaba bien o que se arrepentía de asesinar a esas pobres familias.
CRÍTICA:
Estoy de acuerdo en que el soldado fue egoísta por pedir su perdón antes que pensar en lo que pasaría si otros se enteraban de su reunión pero no me parece bien que pensara que Karl podría haber hecho algo mas que callarse y arrepentirse el resto de su vida, solo por la simple razón de que en ese momento de la historia las ideologías de Hitler eran las que había que seguir; el racismo contra los judíos. Si cualquier persona iba en contra de esos pensamientos podría morir fusilado o incluso recibir torturas inimaginables. Karl tenía que mantenerse callado, mas que tener debía estar callado sobre su arrepentimiento y agonía por matar a mas de doscientos judíos en aquella casa.
Tampoco estoy de acuerdo en que los fallecidos debían darle el perdón al soldado y que nadie más debería hacerlo. Los muertos y no pueden hablar ni esta en este mundo, solo quedan los vivos. Aquellos que todavía pueden seguir viviendo y hablar son los que tienen la capacidad de dar el perdón a aquellos que realmente se lo merezcan.
3 comentarios:
Yo estoy de acuerdo con su opinión y por otra no. El soldado es verdad que mató a muchas personas pero todo el mundo comete fallos y nos gusta que nos perdonen.
Entiendo esta opinión, pero no la comparto. Creo que es mejor perdonar y poder honrar a la familia fallecida. Si no perdonas estarías toda la vida con la conciencia sucia, sabiendo que has dejado morir a un chico de 21 años aclamando el perdón.
Coincido contigo en que no debía perdonar a Karl ya que cometió atrocidades durante toda su vida como soldado, pero algo en lo que no estoy de acuerdo contigo es que todos los vivos puedan perdonar a cualquiera que haya cometido un crimen, con esto quiero decir que solo las personas que hayan sufrido directamente ese crimen podrían perdonar al que lo cometió, como por ejemplo el hijo de uno de los judíos que estaban dentro de ese edificio que Karl quemó, ya que el habría sufrido más el asesinato de su padre que Simón.
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