En este libro el autor, nos cuenta su
historia en un campo de concentración. Este, llamado Simon lleva allí un
tiempo, por lo que está acostumbrado a no tener esperanza por salir de allí y
tiene aceptado que su muerte llegara tarde o temprano. Un día, sacan a un grupo
(con el incluido) del campo y ve un cementerio donde hay tumbas con girasoles,
que según el conectan a los muertos con la vida. En el camino hacia el
Instituto Tecnológico (convertido en Hospital) nos cuenta de cómo, poco a poco,
comenzó toda la guerra. En el hospital los ‘’contratan’’ para sacar los
contenedores, pero en ese momento una enfermera se acerca a él y lo lleva hacia
una habitación donde se encuentra a Karl, un alemán, que le cuenta su historia
desde que era joven hasta que prendieron una casa donde metieron a cientos de
judíos y como vio como una familia se precipitaba por la ventana. En ese
momento, Simon recuerda la Pascua Seder y al profeta Elias, que le recordaba a
un niño del gueto, el cual casi muere a causa de las SS que fingió crear una
guardería para matar a los niños. En una de las batallas contra Rusia, Karl
visualizo de nuevo a aquella familia. Finalmente, termina como lo encontramos
la primera vez que lo conocemos. Tras todo esto, el no puede perdonarse. El
alemán le pide a nuestro protagonista que lo perdone y Simon se marcha sin
decir palabra. Los judíos vuelven al campo de concentración donde nuestro
protagonista le cuenta a sus compañeros lo que ha vivido, estos le dicen que ha
hecho lo correcto, pero él no se siente muy satisfecho. Más tarde, vuelve al
hospital donde la enfermera lo llevó a un almacén y le intenta entregar las
pertenencias de Karl, que ya había muerto, pero este las rechaza y le dice que
se las envié a su madre.
Dos años después, mucho de sus
compañeros murieron y el siguió en campos de concentración donde seguía
debatiéndose sobre si había hecho lo correcto con Karl.
Finalmente, llegó la libertad, buscó un
trabajo y formó una familia. De camino a Múnich decide ir a conocer a la madre
del alemán, que le enseña las pertenencias que él no logro ver al rechazarlas y
la ve tan agotada que decide no contarle la verdad sobre su hijo para que siga
pensando que fue una buena persona.
En mi caso,
elegí al autor Robert Coles. Este, piensa que Simon piensa que hizo lo correcto
dejando al nazi sin una respuesta, porque era lo coherente y honrado y que de
haber sido él, habría hecho lo mismo, pero después habría pedido a Dios que
perdonara al nazi. También nos menciona que realmente nunca sabríamos que
haríamos a no ser que nos encontráramos en ese tiempo y en esa situación. En
esto último tengo que estar de acuerdo con mi autor ya que tiene razón porque
realmente no sabríamos hoy día que hacer en una situación así. Pero, en el caso
anteriormente mencionado no puedo estar de acuerdo con Coles porque yo no le
perdonaría, ya que en una de las partes del texto donde está contando su
historia, dice que los alemanes que luchan en las batallas diariamente sí que
mueren con honor, por lo que para mí, esto quiere decir que aunque esté un poco
arrepentido, no lo está del todo. Por otro lado, recuerda mucho que quiere ser
perdonado, pero ¿por qué no intentó recompensar lo que hizo desde que ocurrió?
¿Por qué esperó hasta estar incapacitado y al borde de la muerte? Desde mi
punto de vista, el porqué de estas preguntas es, simplemente, que vio que ya no
tenía más opciones.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, si de verdad hubiera estado tan arrepentido hubiera hecho algo para "compensar" las vidas quitadas. Eso nos hace plantearnos si hubiera evitado alguna muerte más de judíos por parte de sus compañeros soldados o si no habría actuado.
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