viernes, 3 de marzo de 2017


RESUMEN:

Simón es un judío que estaba encarcelado en un campo de concentración en Lumberg donde tenía que soportar todo lo que hacían allí con ellos, todos los malos tratos y con la crueldad que eran tratados. Un día es llevado a un hospital por unas enfermeras al lecho de muerte de un soldado porque se encuentra enfermo y pronto va a morir, este le pide que le perdone todos los males que ha causado a su pueblo para poder morir tranquilo, pero Simón no sabe que hacer y sale de la habitación sin darle una respuesta y al día siguiente muere el soldado. Cuando fue liberado intenta contarle a la madre del soldado lo que paso pero no se atreve al ver lo único que le quedaba era el honor de su hijo.


BIOGRAFÍA DEL AUTOR:

El cardenal Frank Köning, en 1965 fue designado director del Secretariado para los no creyentes, del que fue creador, y en 1966 fue nombrado miembro de la American Academy of Art and Science. Ejerció como arzobispo de Viena hasta que en el años 1958 le nombraron cardenal.  Teólogo y erudito, es autor de The Bibble in View of the Word Histoy y de la obra en tres volúmenes.

OPINIÓN DEL AUTOR:

La opinión del cardenal Frank köning es que él piensa que esa persona a punto de morir, creía en Dios y entonces pensaba que tenía que confesarle a Simón lo que le había con los judíos. Aunque Simón se fuera sin pensar nada, él pensó que éste le perdonaría porque le dio todas sus cosas. Además dice que Simón tuvo una vida pobre y esto es lo que le trae duda si hizo bien o mal al marcharse.

OPINIÓN PERSONAL:

En mi opinión, no estoy del todo seguro de si lo habría perdonado o no, aunque con lo que este personaje había hecho no debería de haber sido perdonado. Yo en ese momento seguramente que lo hubiera perdonado, igual que mi autor ya que éste esta a punto de morir t se arrepiente de todos los hechos malos que a cometido, y debería de morir con la conciencia tranquila.





SANTI LAGUNA GARCÍA.


2 comentarios:

Unknown dijo...

¿Debería morir con la conciencia tranquila, después de haber matado a cientos y cientos de judíos? ¿A ellos se les ofreció paz o respeto para morir? Estoy de acuerdo con tu opinión en la parte que corresponde al perdón. Si, yo también lo hubiera perdonado, pero más por orgullo propio que por el suyo. Ofreciéndole el perdón en nombre de todos a alguien que ha cometido atrocidades, supone estar en un escalafón superior a él, en un mundo donde tu raza es la inferior. Sería un acto de revolución el decir: Sí, te perdono. Te perdono porque soy más humano que tú, porque yo le doy oportunidades a las personas por el simple hecho de ser mis iguales. Evidentemente la situación que se plantea es compleja y requiere un tiempo meditar la respuesta idónea a la situación. Por otra parte, llevas razón en que todo el mundo merece una oportunidad de perdón. Pero, como bien dice mi autor, el perdón es algo que reside en nosotros mismos y no en las palabras de otro.

Teacher Lola dijo...

¿Conciencia tranquila? ¿Lo hubieses perdonado tú si hubiese sido autor de la muerte de algún familiar cercano tuyo? Creo que ese soldado, lo último que merecía era morir con la conciencia tranquila. Como mi autor dice, él no es nadie para perdonar tal barbarie y mucho menos sin haberlo vivido como Simon lo hizo. Dios se encargaría de perdonarlo o no.