jueves, 13 de mayo de 2010

Los límites del perdón

SIMON

Es un judío de un campo de concentración. Un día mientras trabajaba en un antiguo hospital fue llamado por una enfermera. Fue con ella hasta la habitación de un soldado de las SS que tras contarle todos los crímenes que había vivido y lo arrepentido que se sentía, le pregunta si le perdonaría.

Simón se siente muy responsable y al final se acaba yendo sin responderle. El soldado muere al día siguiente y Simón se encuentra ante el dilema de si ha hecho bien en perdonarle o no. Él no podía perdonarle de parte de las personas que habían muerto por culpa de sus crímenes. Pero sabía que estaba totalmente arrepentido y la única forma de morir en paz era perdonándole.


CHRISTOPHER HOLLIS(1902-1977)

Fue un maestro de escuela británico, profesor universitario, escritor y político conservador.

Sirvió durante la Segunda Guerra Mundial como oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea Real.

Inmediatamente después de la guerra fue elegido como diputado en el parlamento de Devizes.

Respecto al tema del perdón Hollis opina que él no sería capaz de decir lo que habría hecho, ya que no tendría la suficiente fortaleza, pero que al menos le debería de haber dicho unas palabras de compasión por la sinceridad del soldado. Hemos sido creados para amar, pero cuando estas leyes se rompen nosotros somos los encargados de arreglarlo perdonando aunque nos hayan hecho daño. Además él era tan víctima cómo los que habían muerto ya y por eso tenía derecho a perdonarlo.

Por último añade que de todas formas Dios le perdonará a pesar de su desesperación.


OPINIÓN PERSONAL

Yo creo que no sirve de nada razonar sobre la respuesta que daríamos. Seguramente hay mucha gente que dice que no perdonaría sin ponerse en el lugar del nazi. Sólo se piensa en lo mucho que sufrieron los judíos y que ese sufrimiento podía haber sido evitado, pero este soldado por ejemplo, también sufrió porque se sentía arrepentido y ya no podía hacer nada y sin embargo no fue perdonado. Otros pensarán que hay que perdonar porque lo dice su religión, o porque todos cometemos errores.

Pero si realmente hubiésemos estado en la situación de Simón no habríamos sido capaces de razonar, no se puede decir con exactitud lo que responderíamos porque en ese momento sólo nos dejaríamos llevar por nuestros sentimientos, o bien de odio, o de pena y compasión. Entonces nuestra respuesta dependería de nuestra personalidad y de nuestro carácter. Yo tal vez le preguntaría al soldado si él perdonaría a un asesino o simplemente sentiría tanta lástima por un cuerpo que apenas tiene vida que le diría que no importaba porque no había sido sólo culpa suya, él se había visto influenciado por otras personas.

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