jueves, 13 de mayo de 2010

Los límites del perdón

SIMON

Es un judío de un campo de concentración. Un día mientras trabajaba en un antiguo hospital fue llamado por una enfermera. Fue con ella hasta la habitación de un soldado de las SS que tras contarle todos los crímenes que había vivido y lo arrepentido que se sentía, le pregunta si le perdonaría.

Simón se siente muy responsable y al final se acaba yendo sin responderle. El soldado muere al día siguiente y Simón se encuentra ante el dilema de si ha hecho bien en perdonarle o no. Él no podía perdonarle de parte de las personas que habían muerto por culpa de sus crímenes. Pero sabía que estaba totalmente arrepentido y la única forma de morir en paz era perdonándole.


CHRISTOPHER HOLLIS(1902-1977)

Fue un maestro de escuela británico, profesor universitario, escritor y político conservador.

Sirvió durante la Segunda Guerra Mundial como oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea Real.

Inmediatamente después de la guerra fue elegido como diputado en el parlamento de Devizes.

Respecto al tema del perdón Hollis opina que él no sería capaz de decir lo que habría hecho, ya que no tendría la suficiente fortaleza, pero que al menos le debería de haber dicho unas palabras de compasión por la sinceridad del soldado. Hemos sido creados para amar, pero cuando estas leyes se rompen nosotros somos los encargados de arreglarlo perdonando aunque nos hayan hecho daño. Además él era tan víctima cómo los que habían muerto ya y por eso tenía derecho a perdonarlo.

Por último añade que de todas formas Dios le perdonará a pesar de su desesperación.


OPINIÓN PERSONAL

Yo creo que no sirve de nada razonar sobre la respuesta que daríamos. Seguramente hay mucha gente que dice que no perdonaría sin ponerse en el lugar del nazi. Sólo se piensa en lo mucho que sufrieron los judíos y que ese sufrimiento podía haber sido evitado, pero este soldado por ejemplo, también sufrió porque se sentía arrepentido y ya no podía hacer nada y sin embargo no fue perdonado. Otros pensarán que hay que perdonar porque lo dice su religión, o porque todos cometemos errores.

Pero si realmente hubiésemos estado en la situación de Simón no habríamos sido capaces de razonar, no se puede decir con exactitud lo que responderíamos porque en ese momento sólo nos dejaríamos llevar por nuestros sentimientos, o bien de odio, o de pena y compasión. Entonces nuestra respuesta dependería de nuestra personalidad y de nuestro carácter. Yo tal vez le preguntaría al soldado si él perdonaría a un asesino o simplemente sentiría tanta lástima por un cuerpo que apenas tiene vida que le diría que no importaba porque no había sido sólo culpa suya, él se había visto influenciado por otras personas.

Los limites del perdon. Adrian Perez

SIMON
La decisión final de Simon, es el silencio, pues ni le dice que, ni le dice que no, pero su silencio y posterior salida de la habitación del hospital, se entiende como una negativa. Esta decisión se debe a la gran incomodidad que sentía Simon cuando estaba en la habitación y al odio que tenia hacia los nazis, principalmente por las cosas que le habían hecho y había visto en el campo de concentración. Tras comentarlo con sus amigos, pensar mejor en lo que había hecho, se tranquiliza, pues llegó a la conclusión de que como a él no le había hecho nada no le podía perdonar, pero más tarde, un hombre que iba a ser sacerdote le comenta que sí le debería de haberle perdonado, pues con ese sincero arrepentimiento, sí que debería de recibir el perdón.

TZVETAN TODOROV
Tzvetan Todorov nacido en Sofía, Bulgaria, 1 de marzo de 1939 es un lingüista, filósofo, historiador, crítico y teórico literario de expresión y nacionalidad francesa, nacido en Bulgaria en 1939.
Su opinión es que no le perdonaría, basandose en el hecho de que no se puede extender al grupo el perdón del individuo y viceversa, que es cierto que muchos de estos asesinos nunca se arrepienten de sus crímenes, y aunque es un hecho a tener en cuenta y podría recibr un tratamiento distinto, no por esto se le perdonaria de todos sus crímenes. Finalmente termina explicando que, aunque hace ya muchos años de estos fatídicos crímenes, no debemos olvidarlos, pues esto nos permite hacer un juicio moral, no solo para luchar contra los males del ayer, sino también con los de hoy.

OPINON PERSONAL
Yo al igual que Todorov, no le perdonaría por el mismo motivo, porque no se puede hacer responsable del perdón de un grupo a un solo individuo, y aun más si este, ni siqiera pertenece a este grupo. Pero quizas, si tan sincero era el arrepentimiento de este hombre, se podría tener en cuenta, pero sin llegar al perdón total. También habría que saber cual era la presión y lavado de cerebro (mediante constantes himnos, imagenes y charlas), que este chico había tenido para alistarse en las SS y asesinar, aunque teniendo en cuenta que se alisto voluntario, no sería demasiado.

LOS LIMITES DEL PERDON

LOS LÍMITES DEL PERDON

LA DECISIÓN DE SIMON.

Simon no perdona al nazi de las SS.

No lo perdona porque se va corriendo de la habitación en la que estaba y luego cuando se lo cuenta a sus amigos les dice que no le perdonó porque a él no le había hecho ningún daño entonces el no era nadie para perdonar algo que a ti no te han hecho. Aunque luego cuando al día siguiente el chico de las SS se muere Simon poco a poco se va arrepintiendo al no haberle perdonado solo para que se muriera en paz.

ARTHUR WASKOW

Arthur Waskow , nacido en 1933 en Baltimore, Maryland es un escritor estadounidense, activista político, y el rabino asociado con el movimiento de renovación judía

Arthur waskow no le perdonaría porque dice que ha roto las conexiones a través de las cuales los seres humanos y la tierra comparten el mundo y porque todo el daño que ha hecho llano lo iba a poder solucionar porque a las personas que les hizo ya estaban muertas y no solo por eso sino porque también habrá ayudado a otras personas a matar a más gente.

OPINION PERSONAL.

Yo no le perdonaría porque ha matado ha muchas personas inocentes que a el no le habían hecho nada malo y el no tenia derecho ha hacer eso solo porque les consideraran como una raza inferior a la suya.

De la única manera que le podría perdonar seria si le hubieran obligado a matar porque sino lo mataban a él, pero al no ser así yo no le perdonaría sino que encima lo mataría a el también para que viera lo que les hizo sufrir a unas personas indefensas.

-SIMON
Simón es un judío que estaba en un campo de concentración y un día cuando estaba trabajando en el hospital fue llamado por una enfermera donde lo llevo a una habitación que se encontraba un hombre moribundo , cuando este se puso hablar con él se dio cuenta de que el hombre moribundo era un soldado de las SS. El soldado le conto lo que había pasado durante su vida y que se arrepentía de los asesinatos que había cometido, que para poder morir en paz necesitaba su perdón pero Simón se fue de la habitación.
Simón siempre recuerda ese momento, y se queda con la duda si había actuado bien. Todos los demás judíos lo apoyan e incluso alguno le recrimina haberse quedado a escucharlo.
-ALAN L.BERGER.
El primer presidente del Holocausto con domicilio en el estado de Florida, y es profesor de Estudios Judaicos en la Florida Atlantic University, donde también dirige el Centro para el Estudio de Valores y la violencia después de Auschwitz. .Berger fundó y dirigió el Holocausto y el Programa de Estudios Judaicos de BA en FAU (1998-2005). Anteriormente, fue profesor en el Departamento de Religión en la Universidad de Syracuse, donde fundó y dirigió el Programa de Estudios Judíos. Mientras que en Syracuse, Berger sirvió como presidente interino del Departamento de Religión y Presidente Interino de la Dirección General de Bellas Artes. También fue el profesor de arte judío en el Colegio de William y Mary
Según este autor no perdones a los que tienen prohibido el perdón, es decir si hubiera sido Simón tampoco lo habría perdonado, además en el judaísmo hay dos grandes pecados uno es el que comenten los hombres contra Dios y el otro el pecado que cometen los hombres contra hombres, además no se puede perdonar lo que haya hecho a otras personas aunque sean de la misma raza y Karl no le importo que judío fuera, podría haber sido cualquiera.
-OPINIÓN:
Si me hubiera ocurrido lo mismo que ha Simón no lo hubiera perdonado al soldado moribundo, porque aunque su arrepentimiento sea verdadero un asesinato no se puede perdonar porque esas personas han sufrido demasiado, aunque después a lo mejor sentiría arrepentimiento porque dudaría si verdaderamente tenía el la culpa o las personas que lo habían formado en las juventudes hitlerianas.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Los Límites del Perdón y Harry Wu

Simon Wiesenthal

En el momento en que el nazi arrepentido hizo su confesión a Simon, éste se levantó en silencio y salió de la habitación. La cuestión es: ¿su actuación fue la correcta? En ningún momento dio su perdón al moribundo asesino, pero ¿acaso lo merecía? Esta pregunta estuvo en su mente mucho tiempo, y no encontraba solución. Estaba claro que el nazi se arrepentía de sus actos, y necesitaba el perdón de un judío para ver cumplida su última voluntad y poder descansar en paz.

Simon nunca estuvo seguro de haber actuado correctamente. Ese hombre se avergonzaba de sus actos, pero el genocidio que estaban cometiendo los nazis no se podía perdonar tan fácilmente, y menos aún si tú mismo eras judío.

Varias ideas atormentaban a Wiesenthal. Por una parte no podía perdonar al joven nazi, pues él no era la víctima directa de sus crímenes y tampoco estaba seguro de que mereciera ese perdón; pero por otra, él era, en ese momento, un representante de todos los judíos maltratados o asesinados y eso le podía conceder la autorización para aceptar o no sus disculpas. Sabía que aunque no fuese indultado y no viera cumplida su última voluntad, el nazi iba a tener una muerte mejor que su propia vida en los campos de concentración.

Harry Wu

Biografía:

Nació en 1937, en Shanghái. Es un escritor chino, activista por los derechos humanos en China. Nació en el seno de una familia de clase acomodada y claramente occidentalizada.

Cuando se lanzó la Campaña de las Cien Flores, Wu criticó la dureza y arbitrariedad de anteriores campañas dirigidas contra elementos contrarrevolucionarios. Con estas críticas fue acusado de “derechista” y se le envió a prisión, donde pasó diecinueve años.

Tras ser puesto en libertad ha luchado por dar a conocer el sistema penitenciario chino y las violaciones de los derechos humanos. Ha sido premiado con muchos reconocimientos por la defensa de estos derechos.

Opinión:

Harry Wu compara de alguna forma sus vivencias en las cárceles chinas con las de Wiesenthal. No puede imaginar que un miembro de la República Popular China le pidiese perdón, como había ocurrido con el nazi y el judío.

Él sabe muy bien lo que es vivir en un campo de trabajos forzados, recibiendo palizas, sin apenas alimentarse y pudiendo morir en cualquier momento; por ello tampoco habría perdonado al soldado, pero antes de marcharse sí que le hubiese gustado dejarle unas palabras que removiesen su conciencia.

Mi opinión

Ningún ser humano tiene el derecho de quitar la vida a otro, igual que ninguna raza tiene autoridad para considerarse superior a las demás y por ello eliminarlas.

Yo no tendría ni la capacidad ni las ganas necesarias para perdonar a un soldado nazi aunque se encontrase en su lecho de muerte; es más, le desearía un óbito lento y doloroso. En oposición a lo que pensaban, los nazis eran menos humanos que cualquier otra persona, fuese judía, polaca, o del lugar más recóndito del planeta, pues lo que hacían era más propio de bestias que de seres razonables y sensatos, y no se debería mostrar con ellos compasión alguna.

Los limites del perdón

Simón
-
Planteamiento
El libro esta planteado de una forma con la cual se entiende fácilmente todo lo que se explica, toda la historia de la que trata. Se narra, mediante Simón un judío interno en un campo de concentración, la vida que levaban allí dentro, su día a día tal cual la vivía él. Un día en un trabajo fuera del campo de concentración, en un hospital, el judío escucha la confesión de un soldado Nazi de las SS, que le cuenta todos los crímenes que había cometido, esto lo hace buscando el perdón de Simón como si esto le valiera en nombre de todos los judíos, ya que estaba a punto de morir.

A Simón esta confesión le deja marcado, ya que se marcha sin decirle si le perdonaba o no, vive el resto de sus días pensando en aquel soldado que le pedía su perdón. Simón tras la liberación del campo de concentración visita a la madre del soldado de las SS, Karl, con la intención de contarle lo que le confesó su hijo antes de morir, pero no pudo porque la madre de Karl tenía una imagen muy distinta de lo que en verdad era su hijo.


Harry James Cargas

- Harry James Cargas dio clases durante veinticuatro años en la Universidad Webster (San Louis) y publicó veintiséis libros, incluyendo a Christian Response al Holocausto y Conversaciones con Elie Wiesel. Él sirvió sobre mucha pasarela, incluyendo a Christian Leadership Nacional la Conferencia para Israel, Filósofos Internacionales para la Prevención de Omnicide Nuclear, la Ayuda Canina para el Minusválido, el Instituto Católico para la Educación de Holocausto, y el Instituto de Ana Frank. Él era el único Católico designado al Consejo asesor Internacional de Yad Vashem. Durante seis años él sirvió sobre el comité ejecutivo del Consejo de Memorial de Holocausto de los Estados Unidos.

-Los argumentos que Harry utiliza para expresar sus pensamientos son:
El valor
El ser perdonado después
la autoridad del que perdona sobre el otro.


Opiniones

-La opinión del Harry James Cargas es que Simón hizo bien en no darle respuesta a Karl.
Según Harry, el judío no es nadie para darle el perdón al nazi, dice que lo primero que deberíamos plantearnos es que si tenemos el valor suficiente para perdonar todos los actos de un nazi, y de esta forma cargar con ellos el resto de nuestra vida.
Dice que él no le perdonaría por miedo de no ser perdonado en su hora, que cuando a él le llegara su día no pedirá perdón como Karl, si no misericordia. Por otra parte también dice que la culpa de todos los asesinatos que cometieron los nazis, solo la tienen ellos, que es imposible perdonar todo lo que hicieron y con esto plantea la pregunta de si se puede perdonar a Hitler.

-La opinión de Simón a mi no me quedó del todo clara, porque si hubiera estado seguro de que tenía que perdonarlo lo hubiera hecho en el mismo momento de la confesión del soldado, y si por lo contrario no le perdonaba también lo hubiera hecho en ese momento. Simón para mi entender creo que esta confuso ante esta situación, porque piensa que él no es nadie para darle el perdón antes de morir, y por otro lado también piensa en todo el daño que los nazis estaban haciendo a la sociedad, y él mismo en el campo de concentración.

Mi Opinión

En mi opinión el soldado de las SS no tiene que ser perdonado por el judío, en primer lugar no le hubiera dado mi perdón. Mis argumentos son:
-El judío no es nadie para perdonar unos crímenes así
-El soldado de las SS es culpable por haber lanzado las granadas a la casa para incendiarla y con esto de haber matado a las familias judías que había dentro.
-Si al soldado de las SS se le perdonara, el mismo derecho tienen todos los demás nazis, ¿merecen todos el perdón solo porque se arrepienten de sus actos? No.
-El soldado debería haber pensado antes lo que hacía, porque para mí, al arrepentirse no sirve de nada cuando ya has matado a las personas, ya que el que el soldado se arrepienta no les va a devolver la vida.
Yo en este caso no le hubiera perdonado, no soy nadie para perdonar tal cosa y tampoco creo que se merezca el perdón por arrepentirse poco antes de morir.





martes, 11 de mayo de 2010

los limites del perdon

Simon no toma conscientemente la decisión de perdonar o no a el Nazi y pese ha que el joven nazi se muestra realmente arrepentido (aunque tal vez se pueda deber a que se encuentre en su lecho de muerte) y además la petición de perdón es por añadidura la ultima voluntad de un moribundo haga que Simon se plantee seriamente concederle su perdón aunque finalmente de manera inconsciente decide no hacerlo pues sale de la habitación sin decirle nada.
Simon no termina de ver si la decisión que ha tomado es la correcta ya que por un lado el alemán parecía realmente arrepentido y siempre hay que intentar conceder las ultimas voluntades pero un solo hombre no tiene la potestad para perdonar los crímenes cometidos a su propia raza y menos aun cuando las personas contra las que se han cometido están muertas. Finalmente Simon se auto convence que tomo la decisión correcta aunque decide no contar la verdad a la madre del soldado pues se da cuenta que lo único que provocaría con ello es causar un gran dolor y destruir la idealización que tiene una madre de su joven hijo muerto.

Joshua Rubenstein presidente de la región noreste de EEUU de Amnistía Internacional, abogado y famoso escritor de algunos libros como: The Unknown Black Book y Tangled Loyalties
Rubenstein dice que el no lo perdonaría de ninguna manera ya que pese a que el arrepentimiento del nazi parece cierto, el siempre tubo la ultima decisión de oponerse a esos maltratos, de no llevar a cabo esos actos de barbarie. El joven alemán eligió su camino y su futuro desde que desobedeció a sus padres y se unió a las Juventudes Hitlerianas y después a las SS. Los soldados alemanes que se negaban a llevar a cabo barbaries no eran castigados por lo que se ha sabido después. Las acciones definen a los seres humanos y no los pensamientos o las intenciones y este ser humano no llevo a cabo ninguna por mostrar su arrepentimiento al contrario que otros si lo hicieron ayudando a judíos a escapar de la Solución Final.

Yo creo que no lo perdonaría ya que no ha hecho nada para merecerse el perdón de personas que ya no pueden concederlo porque están muertas y si no has hecho nada para merecerlo creo que no deberías ni siquiera pedirlo pese a estar en el lecho de muerte, una persona siempre es responsable de sus acciones aunque sea en el ultimo momento, él fue quien a la hora de la verdad apretó el gatillo y quien llevo a cabo la ejecución, siempre podemos decidir aunque haya grandes atenuantes y circunstancias que influyen en nuestras decisiones y hacen que estas parezcan inevitables.
Por otro lado creo que Simon aunque hubiese querido perdonarlo no esta dentro de su capacidad hacerlo pues una persona no puede perdonar las ofensas que se han llevado contra millones de personas por el simple hecho tener la misma creencia.

LOS LIMITES DEL PERDÓN

Simón Wiesenthal:
Opninión:
Después de muchas dudas y de pensarlo detenidamente, no perdona al soldado nazi. Aunque estaba convencido de que éste se había arrepentido de todos los asesinatos que había cometido contra judios, él no podía absolverlo porque no había cometido contra su persona ninguna falta.
Argumentos:
+Aunque el soldado le pidiera perdón, las únicas personas que podían haberlo perdonado estaban muertas, y antes de matarlas el soldado no les había pedido perdón porque él solo cumplía órdenes de un superior.
+También es verdad que nadie le obligó a alistarse en las juventudes Hitlerianas, pero llevado por esas ideas políticas, fue capaz de cometer crímenes de los que se arrepintió en su lecho de muerte.
+ Pero, ¿se habría arrepentido de ellos si no fuera a morir? Probablemente no.

Deborah E. Lipstadt:
Biografía:
Nació el 18 de marzo de 1947 en Nueva York. Es una historiadora de origen judío pero de nacionalidad estadounidense y autora del libro de " La Negación del Holocausto". Es profesora de judío moderno y de estudios del Holocausto en la Universidad de Emory. Recibió su BA del City College de NY y su MA y doctorado por la Universidad judía privada de Brandeis.
Lipstadt era consultora para el "Holocaust Memorial Museum" de los Estados Unidos. En 1994 fue nombrada por Bill Clinton para el consejo de Memoria por el Holocausto de los Estados Unidos donde sirvió dos mandatos.
Opinión:
El judío podía haber perdonado personalmente al soldado ya que el presentaba remordimientos frente al resto de soldados de las SS. Pero no le puede ofrecer la expiación (uno afronta las consecuencias de sus actos) ya que los judios que habían sido incendiados por éste soldado no habían autorizado a nadie para que los perdonara en su nombre. El no lo podía perdonar.
Argumentación:
En el "Teshuvah" hay varias fases:
+ Hay que pedir perdón a la parte agraviada; el soldado no les podía pedir perdón ya que sus víctimas estaban muertas.
+Se confiesan verbalmente los pecados y se expresa la vergüenza y el arrepentimiento por haberlos cometido y se decide no volver a actuar de esa manera; el soldado sí que confiesa sus pecados, pero no tiene la oportunidad de volver a actuar correctamente ya que se está muriendo.
El judaismo tiene un concepto: los hechos tienen sus consecuencias, los buenos actos reportan la bendición, y los malos actos reportan el castigo.

Mi opinión:
Antes de dar una respuesta positiva o negativa a la pregunta, hay que tener muchos puntos de vista en cuenta. Hay que ponerse en el lugar de el judío y pensar como uno de ellos. ¿Qué haría yo en su lugar?
Yo creo que no lo perdonaría, ya que aunque en el fondo se arrepienta, ha matado a un montón de gente por culpa de su ideología, religión, "raza"...
Hay que tener en cuenta que antes de entrar a formar parte de las SS, él era un buen muchacho que se dejó influenciar por una determinada ideología.
También hay que tener en cuenta que seguramente se arrepienta porque se ve a las puertas de la muerte. Si hubiera tenido que pedir perdón a sus victimas antes de asesinarlas quemadas, ¿lo habría hecho? Yo creo que no. Además como ya he comentado anteriormente el judío no podía perdonarlo en el nombre de sus víctimas.
Por todo ésto...yo no le daría el perdón a este soldado.


Los limites del perdon

SIMON WIESENTHAL:
Planteamiento: Simon es un judío en un campo de concentración. Este un día es llamado por una enfermera y llevado hasta el lecho de muerte de un militar de las SS. Este le pide a Simon que le escuche y le perdone un acto atroz que cometió en su vida y que le remuerde la conciencia. Simon después de escuchar el terrible relato, decide irse de aquella habitación sin hablar, sin haber perdonado a aquel alemán.
Posición: la posición de Simon es el no perdonar a este alemán ya que cree que por una vida de asesinatos y un arrepentimiento a tiempo, no tiene porque ser perdonado, ya que por tantos actos atroces cometidos en su vida no se merece el perdón. Por eso no le concede el deseo del perdón al militar.

SMAIL BALÍC:
Vida: Filosofo historiador bosnio, nació en Mostar en 1920.Era uno de los filósofos orientales mas importantes. Vivió la mayor parte de su vida en el extranjero debido al comunismo que existía en su país. Fue un gran traductor para los bosnios y también hizo una gran propaganda de su cultura bosnia por Europa. Muere en Viena en 2002.
Posición ante el problema de Wiesenthal: su opinión hacia el problema de Simon nos deja ver claramente como el hubiera hecho lo mismo que el protagonista de nuestra historia si se pusiera en su lugar, pero que pensándolo ahora fríamente el si que perdonaría a este militar de las SS ya que ha visto el arrepentimiento de la 2 guerra mundial. Pero sin embargo dice que Simon hizo bien ya que el era una tercera persona dentro de la historia ya que no perdonaba por le sino por otros, no le hubiera ocurrido nada a Simon ni se hubiera quemado por dentro por haber perdonado a este joven pero si le hubiera costado un gran esfuerzo.
Pero después de estas objeciones Smail Balic en la situación, en el pellejo de Simon en ese momento hubiera hecho exactamente lo mismo que el.

OPINION PERSONAL:
Yo hubiera hecho lo mismo que Simon no hubiera perdonado a este militar por muy arrepentido que estuviera.
Porque creo que no se lo merece, ya que por haberse arrepentido de lo que cometió no se merece el perdón. Después de una vida de masacre hacia los judíos opino como el protagonista de la historia y mi autor. No se merece el perdón por parte de ningún judío ni por parte de ninguna otra persona. Lo que se hizo con ellos no tiene perdón ni lo tendrá nunca por muy arrepentido que se este. Lo que hizo este alemán fue jugar con la vida de muchos judíos como sino tuviera valor alguno y eso no tiene precio ni perdón se mire por donde se mire. Me parece bien que este nazi muriera con ese arrepentimiento en su corazón y con la imagen de todos los judíos muertos que llevaba a sus espaldas. Creo que ese fue un gran castigo y que se lo merecía aunque este se arrepintiera.
Paula Guzmán Remón

LOS LÍMITES DEL PERDÓN "EL GIRASOL"

LOS LÍMITES DEL PERDÓN

Antes de empezar con el planteamiento y análisis de este capítulo (libro) titulado “El girasol” voy a dar una breve aportación sobre Simón Wiesenthal. Simón Wiesenthal era un joven polaco y arquitecto pero también fue un investigador judío, que después de haber estado prisionero en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen se dedicó a localizar e identificar criminales de guerra nazis que se encontraban fugitivo.

En “El girasol”, un libro publicado tras su liberación, Simón cuenta su propia historia de cuando estuvo en el centro de concentración. Mientras su estancia en el centro, Simón cuenta su día a día en ese sitio, las torturas que les hacían, los trabajos, las comidas, etc. Un día los soldados hicieron varios grupos para salir a trabajar fuera del campo y a él le toco en el grupo que iba al antiguo instituto tecnológico (actualmente un hospital), una vez allí una enfermera lo llevó hasta el lecho de muerte de un miembro de las SS quien después de contarle un poco su historia le dice lo que realmente quiere, es decir, detrás de este encuentro había un insólito pedido del soldado alemán quien, antes de morir, pidió ser perdonado por un judío.

Simón se preguntaba muchas cosas respecto a esa situación, el porqué a él, porque ahora que estaba en la muerte, que derecho tenía el de perdonarle por tantas muertes, la suerte que tenía el soldado porque él iba a tener un girasol en su fosa y es estaría en una común, etc. Al fin y al cabo la respuesta de S.Wiesenthal fue el silencio, entendida como la denegación del perdón; tras volver al centro lo comenta con sus compañeros (Arthur y Josek) para saber si había hecho lo correcto. Simón durante toda su estancia sigue pensando en el soldado y en la respuesta que le dio, no sabía si había hecho lo correcto pero los datos en los que se sostenía su silencio y denegación del perdón son los siguientes: él, mientras Karl le contaba su historia, pensaba en los demás judíos que también habían muerto por culpa de él y de otros soldados, también tenía dudas en el arrepentimiento del soldado, en que si también se hubiera arrepentido si siguiera con vida porque ahora que estaba para morirse era muy fácil decirlo, se preguntaba si todo lo que le estaba contando de su juventud y familia era cierto; Simón dudaba en perdonarlo, estaba muy afectado con la hecho que le había contado el soldado del niño y su familia que le recordaba al pequeño Eli, a las cosas que los nazis habían hecho con todos los niños judíos al poner la “guardería”, etc y al final después de tanto pensar y atormentarse decide no perdonarle, salir de la habitación, no decirle nada, no volver allí y intentar olvidarse del tema, porque él no tenía derecho a perdonar por las demás victimas. Tras salir del campo de concentración y pasar por la ciudad donde vivía la madre del soldado entra en su casa y habla con su madre, en cierto modo para verificar lo que el soldado le había comentado años atrás, que aun le reconcomía la conciencia en si había hecho bien en denegarle el perdón y también la visito para llevarle los últimos saludos de su hijo(ahora ya muerto) y comprobó la veracidad de toda la historia y la ignorancia de la madre respecto a la idea de su hijo pero Simón vuelve a hacer uso del silencio y no le cuenta como era Karl en realidad, ya que eso lo consideraba como un posible crimen. En conclusión, Simón no lo pudo perdonar porque no estaba autorizado a concederlo en nombre de todos los que asesinaron ya que eso significaría traición y desprecio a la memoria de millones de víctimas inocentes e incluso a su propia familia.

MOSHE BEJSKI

Moshe Bejski nació en Polonia en 1920. De joven se une a una organización sinoista pero poco después tiene que renunciar a ello a causa de una enfermedad cardíaca. En 1942 Moshe termina en el campo de trabajo de Plaszow y sus padres y hermana son fusilados. Moshe logra esquivar a los guardias y busca refugio en sus vecinos polacos, pero solo recibe refuigio de uno. En 1945, los tres hermanos Bejski logran salvarse y son liberados por el Ejército Rojo y descubren el destino de sus padres y hermana y deciden emigrar a Israel. Años más tarde, termina siendo un juez israelí y presidente de la comisión del "Yad Vashem”.

El autor que se me ha asignado comparte experiencias con Simón, como por ejemplo que su familia fue deportada, que durante años soporto infernales pesadillas de la guerra en campos de concentración, trabajo y exterminio, que paso mucha hambre, etc. Moshe argumenta que en respuesta a la cuestión con la que Simón termina el capitulo se tiene que tener en cuenta el lado en el que te encuentres, es decir, dependiendo si eres una persona en las mismas condiciones que Simón y que el propio Moshe(quien tampoco le hubiera perdonado), que hubiera pasado por todo lo que ellos pasaron hubieran tenido el mismo comportamiento que Wiesenthal, ya que ¿cómo te planteas el perdonar a una persona que es compañero de quienes te están maltratando y quienes tienen en sus manos tu vida? Y ¿cómo se le puede pedir perdón a una persona que es incapaz de pensar y reaccionar racional y deliberadamente a causa de las diferentes circunstancias vividas? Pero por otro lado Moshe añade que si él no hubiera estado en las mismas condiciones o parecidas, si hubiera sido una persona normal, con criterios racionales hubiera tomado otra decisión; porque bajo criterios racionales el soldado de la SS se merecía compasión y comprensión por su sufrimiento y estado y también el perdón por sus crímenes pasados ya que los había confesado y esta confesión se basaba en el arrepentimiento sincero emanado de su conciencia.

MI OPINIÓN

Por último, solo queda exponer mi opinión respecto a este asunto.

En realidad yo no sé como hubiera actuado si hubiera estado en el lugar de Simón, hay delante de un compañero de los soldados que continuamente me hacen ver la vida como un infierno, delante de una persona quien ha cometido los mismos actos inhumanos contra judíos… Y digo que no se que hubiera hecho ni dicho porque igual que a él, me vendrían muchas situaciones y pensamientos a la cabeza que me impedirían tomar una decisión correcta, clara y racional. Pero en definitiva creo que tanto simón como la respuesta del autor que me ha tocado es la correcta, yo si hubiera vivido todo eso creo que no hubiera estado en la habitación del moribundo escuchando su remordimiento de conciencia, yo hubiera salido por la puerta en cuanto hubiera escuchado su propósito, no lo hubiera perdonado por mi familia, amigos y demás personas que pasan día a día por ese infierno porque no vale un simple arrepentimiento ya que eso no sirve de nada para devolverle la vida a las personas muertas y alas que logran sobrevivir.

Y claro a parte de este punto de vista, el del lado del prisionero, está el de una persona que ni le va ni le viene, como puede ser mi caso o el de mis compañeros ya que no hemos pasado por eso y si no nos ponemos en esa situación, probablemente le hubiéramos concedido el perdón porque Karl parecía muy arrepentido.

lunes, 10 de mayo de 2010

Los Límites del Perdón

ARGUMENTO Y OPINIÓN DE SIMON WIESENTHAL:
Simon Wiesenthal es el escritor de la obra. Es de origen judío y en la Segunda Guerra Mundial fue perseguido y encerrado en el campo de concentración de Lemberg por los alemanes. En ese campo de concentración vivió la muerte de muchos de sus amigos, compañeros, conocidos, etc. incluso llegó a pensar que él también moriría. Durante su estancia en Lemberg, trabajó en diferentes sitios pero sin duda, nunca olvidará uno de esos trabajos: el que realizó en un hospital.
Estando trabajando en este hospital, una enfermera llama su atención y le pide que le siga. La enfermera lo lleva hasta una habitación en la que encuentra a un hombre con la cabeza vendada y que está a punto de morir. Simon se acerca a hablar con él y éste comienza a explicarle que es un soldado de las SS, y que durante su servicio ha cometido grandes asesinatos. Lo que el enfermo pide es que le escuche y que le perdone por todo lo que ha hecho. Simon decide no contestarle y abandona la habitación, pero no deja de preguntarse si debería perdonar al alemán, que murió poco después de contarle la historia: le da pena el hombre y ha reconocido su culpabilidad, pero también sabe que ha matado a gente y que él no está capacitado para perdonar lo que les ha ocurrido a las víctimas. Esta es la cuestión principal del libro y a la que se enfrenta el autor. Sin embargo, aunque el autor nunca decidió si perdonar al soldado o no, éste se dio por perdonado simplemente con que el judío accediese a escucharle.


SVEN ALKALAJ:
BIOGRAFÍA Y OPINIÓN SOBRE LA OBRA:
Sven Alkalaj, nacido el 11 de noviembre de 1948 en Bosnia, es el actual Ministro de Relaciones exteriores de Bosnia y Herzegovina. Es uno de los judíos más representativo de Bosnia-Herzegovina. Sven Alkalaj ha luchado siempre por evitar actos como el genocidio que sufrió el pueblo bosnio y con el cual se vio relacionado durante casi cuatro años.
Este autor, de origen bosnio, compara la situación de Simon con el genocidio que sufrió Bosnia, o el holocausto. A él no se le olvida lo que le ocurrió, y tiene una frase muy significativa: "si no se reconoce lo que sucedió, nunca se podrá perdonar". Es decir, según esto Simon debería perdonar al moribundo ya que reconoció lo que había hecho. Pero esto no siempre es así. No solo se debe tener en cuenta el reconocimiento de lo sucedido, sino también el castigo a los culpables para conseguir estar en paz.
Sven Alkalaj perdonaría a aquel que se haga responsable de lo que hizo, siempre y cuando este fuese condenado por todo lo que hizo tanto él como todos los que son como él.

OPINIÓN PERSONAL:
Si, personalmente, se me presentase esta situación tendría que valorar diferentes aspectos antes de decidir si perdonar a alguien como el moribundo de las SS. En primer lugar, hay que tener en cuenta que alguien que no ha estado en esa situación, no puede saber lo que se siente y lo que se vive. Pero, al margen de esto, el perdón dependería de como hubiese pasado la época del campo de concentración. Si estaba allí y en malas condiciones, era por culpa de gente como ese hombre. Sin embargo, ese hombre también tenía una parte buena: había reconocido su culpa, era su última voluntad, etc.
En mi opinión, y si de mi dependiese, yo no habría perdonado al hombre porque por mucho arrepentimiento, voluntad o sentimiento de culpa; ha matado a gente que no había hecho nada. Es más, creo que si no hubiese estado en sus últimos días, él habría seguido con su trabajo.
Opinion de Simon.
Siendo prisioner en un campo de concentracion, Simon, judio, conoció a un aleman nazi agonizando y que antes de morirse le pidia el perdón. El nazi quería obtener la absolucion de sus pecados. La respuesta de Simon fue el silencio.
Según Simon, el nazi se merecia el perdon, pero solo por parte de los ofendidos, ya que el no le podía perdonar en nombre de todos. Aunque lo defendía diciendo que él, naturalmente, no nació siendo asesino; fueron los nazis los que le hicieron matar.
Somos una comunidad con un mismo destino y uno debe responder por el otro ya que la gente que había ofendido no estaba, para poder pedir el perdon;para el joven nazi Simon era la única oportunidad de recibir la absolución.
Le inquietaba el hecho de que estaba a punto de morir y no fue capaz de satisfacer su última voluntad.Pero hay peticiones que simplemente no se pueden conceder. Aunque admintió que sintió lastima por el aleman. Simon estaba cada vez menos convencido de que habíera actuado correctamente perdonandole.



Mark Goulden, periodista y editor británico, comenzo su carrera como reportero y editor en varios periódicos y revistas. Durante 36 años fue presidente de la editorial W.H.Allen y LO, y ha recibido numerosos premios y menciones por su trabajo en causas humanitarias. También fue un pionero de la aciación civil británica. Murió en 1980.
A él simpre le resultaba difícil mantener la calma cuando escribe o pienza sobre los crimenes de los nazis.Aquella terrible época, llamada ``la época de los nazis`` no es una pesadilla; todo es cierto. Y simpre debemos recordad que fueron los nazos, de tal modo que para perdonarles se necesita algo más que una simple frase echa.
Mark Goulden, en primer lugar hace mención de que el perdón pertenece completamente a Dios, en cuyo caso, no cabe más que zanjar la discusión. Pero, también que el perdón sólo está en manos del ofendido, pero, por desgracia, aquí los ofendidos no pueden disfrutar de su prorrogativa.
En su caso, como persona individual, habría abandonado en silencio el lecho de muerte, no antes sin haberse asegurado de que quedaba un nazi menos en el mundo.


Ahora, el autor nos pregunta que habriamos hecho nosotros en su lugar. Meditar sobre esta cuestión es como sumergirse en el interior de una pesadilla ya que el relato desafía a nuestra conciencia. Pero aún así, desde mi punto de vista el joven nazi aleman se merecia el perdón. Aunque también puede ser comprensible la actuación de Simon, ya que el perdón es algo que sólo el tiempo puede conceder. Simon no se lo podía conceder al momento, necesitaba reflexionar y creo que todos hubieran necesitado tiempo para tomar una decisión así. Pero, claro el joven aleman no disponía de tiempo.
En este caso, la mejor opción sería perdonarle; sin reflexionar y todo ello sobre todo para satisfacer su última voluntad.
Ya que, en verdad, tampoco somos nadie para no perdonar; porque si Dios nos concede el perdón nosotros también tenemos que hacerlo.

Ha sido una obra impresionante. Me ha gustado mucho.

domingo, 9 de mayo de 2010

Los límites del perdón

Simon
Opinión y argumentación:
El se va de la habitación y no le da una contestación, por lo que se considera como si no le hubiese perdonado.
El argumento que da para sustentar esto es que el no se ve capacitado para perdonar a una persona, ya que no es quien para decidir sobre el perdón de los demás. Debido a que ningún hombre puede hacer esto.
Además aunque siente compasión por el hombre le duele mucho saber todos los crímenes que comete contra judíos como él, por lo que esto también le lleva a no poder decir que le perdona porque el es judío y siente el sufrimiento que debieron pasar sus compañeros al ser asesinados tan brutalmente.
También se va de la habitación sin decir nada porque sabe que el de algún modo seguirá en contacto con el mundo gracias a una flor(el girasol) ya que todos los muertos que son soldados tenían uno y esto lleva también a que no le perdone porque todos los judíos asesinados injustamente eran enterrados en fosas comunes y ni siquiera poseían una simple flor que les diera una relación con el mundo exterior y con que alguna vez formaron parte de éste.
Simon siempre duda de si hizo bien o mal en no perdonar al enfermo, pero de algún modo el enfermo se sintió perdonado porque él se digno a escuchar hasta el final aunque después no contestara a su pregunta.

Franz König
Biografía:
Nació el 3 de agosto de 1905 fue un prelado austríaco, quien fue Arzobispo de Viena (1956-1985) y Cardenal de la Iglesia Católica.
En 1945 ejerció como profesor de religión en Krems (Danubio) y, en 1946, obtuvo el título de Privatdozent para Ciencia de las Religiones (especialidad de Estudios Bíblicos) en la Facultad católica de la Universidad de Viena. También fue nombrado profesor extraordinario de Teología Moral en Salzburgo (1948) y obispo de Livias (1952). En 1956 fue nombrado arzobispo de Viena en 1956 como sucesor de Theodor Innitzer. Fue elevado a Cardenal en 1958, recibiendo el Titulus S. Eusebii, y fue miembro de la Comisión de Teología en el primer período delConcilio Vaticano II.

En 1965 fue designado director del Secretariado para los no creyentes, del que fue creador, y en 1966 fue nombrado miembro de la American Academy of Arts and Science. Durante la década de 1970 trabajó junto con el Canciller Federal austriaco Bruno Kreisky con la intención de conciliar al Socialismo con la Iglesia Católica, aunque firmemente se opuso a la introducción del aborto legalizado por el gobierno socialista de Kreisky; incluso fue parte de una manifestación de la oposición. Dentro de la Iglesia, se dedicó a tratar el ecumenismo. También tuvo un rol importante en la elección de Juan Pablo II como Papa.

Hasta su muerte, el cardenal König estuvo activo en la Archidiócesis de Viena, que ahora está bajo la administración del actual Arzobispo de Viena, Christoph Schönborn. En 2003, durante sus vacaciones, König tuvo una caída en seco y fracturó su cadera. Sin embargo, tras ser operado se recuperó rápidamente y sólo unos meses después celebró la Misa de nuevo. Falleció mientras dormía el 13 de marzo de 2004.

Opinión y argumento sobre la lectura:

Expresa que nadie puede decidir acerca de el perdón de una persona pero que cuando se trata de una persona a punto de morirse y siendo su último deseo de algún modo está mal negarle su último deseo. Pero que él duda de que realmente se deba perdonar, porque es posible y se puede pero a lo mejor no se debe hacer.

El opina que el enfermo se dio por perdonado porque antes de morir le dejo sus objetos personales a Simon, por lo que aunque Simon considerase que no le había perdonado el pudo pensar lo contrario.

Franz muestra que el si que perdonaría al moribundo, y esto lo muestra con un pasaje del libro de Salmos con el que expresa que si nadie intentara absolverse de los errores que comete en la vida no podría llegar al reino de Dios, y que para que la gente se sienta bien y con la consciencia limpia antes de que le llegue la muerte ha de confesar a alguien su arrepentimiento por los pecados que cometió. Además este hombre ve que realmente el moribundo estaba arrepentido de todos sus actos y que son sinceras todas las palabras que le dice al judío, por lo cual el hombre enfermo de una forma se siente perdonado sólo porque Simon es capaz de escucharle hasta el final.


Mi opinión:
Por una parte perdonaría al enfermo porque se ve sinceridad y arrepentimiento en todas las palabras que dice. Además concedería el deseo de una persona que está al borde de la muerte; pero esto es lo único por lo que le perdonaría.
Por otro lado no le perdonaría y también me hubiera ido de la habitación como Simon. Le hubiera negado el perdón porque al ser judío me sentiría realmente mal al tener que escuchar las barbaries que un soldado nazi cometió contra otras personas como yo que fueron torturadas y asesinadas muy injustamente. Me sentiría frustrada al tener que oír a una persona hablar con arrepentimiento sobre unos actos que hizo porque quiso.
Ofende saber que muchas personas mueren injustamente por otras que se consideran superiores, pero hasta las personas que se consideran superiores después piden ser perdonadas a las consideradas inferiores, por lo que el arrepentimiento del soldado debía ser real; lo que no quita que por ello se tuviera que apartar la vista de todo el mal que hizo a gente indefensa y perdonar a una de las muchas personas que apoyo y colaboró para que en el mundo se diera una de las mayores locuras que jamás se han dado.
Es muy fácil matar a gente y luego arrepentirse, pero no es tan fácil perdonar a una persona por la cual toda una comunidad de gente a sufrido exageradamente.
Además pienso que Simon tuvo mucho aguante para poder escuchar todo lo que un soldado le decía en su lecho de muerte.

martes, 23 de marzo de 2010

Presentación

El cuadro de Paul Klee que encabeza el blog, llamado Borrado de la lista, y el nombre del blog tienen su origen en un mismo hecho histórico: el holocausto judío. Klee creó el cuadro para mostrar el rechazo de las ideas llevado a cabo por los nazis, que le obligaron a exiliarse a Berna.
Los límites del perdón es el título del libro de Simón Wiesenthal, conocido caza nazis, que estuvo en varios campos de concentración durante su vida. En su libro narra la vida cotidiana en en el campo de concentración, que un día se vió alterada por una "salida de trabajo" a un hospital, donde el encuentro con un herido terminal le suscitó un profundo dilema moral; el herido era un soldado nazi llamado Karl, que en su lecho de muerte confiesa a Simon los terribles crímenes que cometió durante su estancia en Rusia. Una vez oída la confesión del moribundo se nos plantea inmediatamente la cuestión siguiente: ¿Se puede perdonar al nazi sus hechos?
En la segunda parte del libro una cuarentena de autores y personalidades de diferentes religiones y países dan respuesta a la pregunta anterior, planteada por Simon inicialmente a sus compañeros del camop de concentración, y hoy a todos aquellos que han sufrido la inhumanidad de las acciones de ciertos hombres y estados en varios continentes.
Para concluir, simplemente decir que el blog es un trabajo colectivo de reflexión de un grupo de alumnos, sobre las argumentaciones de los diferentes autores defendiendo por qué perdonar o no al nazi; se pretende conseguir con ello un trato del papel de la memoria en las sociedades que han sufrido crímenes contra la humanidad, un debate sobre los beneficios y límites del perdón, y, en definitiva, una definición de las fronteras de la moralidad.