lunes, 3 de marzo de 2014

Los límites del perdón. Eva Mª García Sánchez 1BHb

RESUMEN
"Los límites del perdón" narra la historia de un judío, Simón Wiesenthal, en su estancia en el campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial y después de esta. Describe todos los hechos que vivía él y los demás judíos, haciendo gran importancia a las horribles cosas que les hacían los soldados de las SS.
Un día normal y corriente a Simón junto a más personas, les hacen ir a un hospital a trabajar, el cual anteriormente fue el colegio donde estudió y que tantos malos ratos había pasado. Mientras trabajaba, una enfermera le dice que la acompañe y finalmente acaban en la habitación de un soldado nazi a punto de morir y quería su compañía. El pobre judío no sabía para y por qué estaba ahí, hasta que el hombre acostado en la camilla le empieza a contar todo desde el comienzo de su vida. Karl, que así se llamaba el soldado, le cuenta su experiencia en las juventudes hitlerianas, cómo era de joven, su relación con sus padres etc., y Simón sigue sin saber cuál es el motivo de su visita. Hasta que llega al tema de las terribles atrocidades que les realizaban a los judíos sin compasión, el soldado lo obligaba a quedarse con él porque quería saber si podía darle su perdón por haber hecho las cosas que había hecho, ya que sino, no moría en paz. Simón no sabía que pensar, ni que responder, ni cómo actuar en ese momento, así que hizo lo que mejor podría hacer, irse e intentar olvidar lo sucedido.
Naturalmente no pudo, al día siguiente Karl murió y más creció su culpa y su propio interrogatorio de si debería haberlo perdonado o no. Así pasan años, habla con algunas personas y les cuenta su encuentro con el soldado para ver su opinión, quedándose más preocupado de lo normal. Cuando finalmente lo liberan del campo de concentración, al cabo de un tiempo, va al encuentro de la madre de Karl y con ella mantiene una larga conversación sobre su hijo. Todas las cosas que le había contado a él eran verdad, pero Simón no quiso contarle los malvados trabajos que había formado parte su hijo para no disgustar a la pobre mujer, que aún seguía sufriendo. Al final, el judío se pregunta si hizo bien al no perdonar a Karl antes de su muerte.

OPINIÓN PERSONAL
El libro en general me parece muy bueno, ese punto de vista desde el judío es muy real, ya no lo sólo podemos conocer cómo trataban los nazis a los judíos desde fuera sino también los sentimientos de éstos últimos en todo momento. En primer lugar, el tema de perdonar o no al soldado me parece una cuestión realmente difícil, eso sinceramente depende de cada persona. Es cierto, que los nazis han hecho acciones realmente horrorosas, humillantes y agresivas al pueblo judío, pero en casos extremos como el de Karl, que hace llamar a su mayor enemigo para que esté en la misma habitación mientras cuenta la historia, si es una compleja cuestión para Simón para nosotros sería aún más. 
Es verdad que una sola persona no puede dar el perdón de millones que han sido matadas de forma salvaje sin un motivo y oportunidad para hablar. Cómo ahora nosotros mismos tampoco podríamos perdonar a los nazis por los judíos muertos hace años, no lo hemos vivido como ellos lo han hecho claro, pero sabemos los males que sufrieron y en las condiciones que vivían.
En segundo lugar, me ha gustado mucho la forma de pensar de Simón hacia los girasoles. Las palabras que dice para mí tienen sentido, al explicar que la flor es un intermediario entre la vida y la muerte, que gracias al girasol la persona que lo mire sepa quién descansa debajo y tiene un honor, aunque realmente no se lo merezca digo yo. 
Y por último decir que me parece un libro fácil de leer y entretenido, llevándote a otra época y entender la historia desde otro punto de vista, también te hace cuestionarte muchas cosas que aunque parezcan simples, no lo son.

RESUMEN AUTOR HERBERT MARCUSE
Según Herbert Marcuse, lo que hizo Simón, de irse sin darle ninguna respuesta al soldado, está bien, que él también lo hubiera hecho. Le parece inhumano y una parodia de la justicia que el verdugo pida perdón a la víctima. Que uno no debe, y no puede, ir matando y torturando alegremente y luego, cuando ha llegado su hora, simplemente pedir, y recibir perdón. Cree que el perdón fácil de esos crímenes está la propia maldad que trata de aliviar.

OPINIÓN SOBRE EL AUTOR
Sobre lo que piensa el autor que he descrito, se ve muy claro que no lo perdonaría nunca. Todo lo que dice tiene mucho sentido, ya que después de haber hecho el mal, ¿tiene que recibir perdón? Debe sufrir lo mismo que lo ha hecho él a otras personas, y eso signifique no ser perdonado nunca. 

4 comentarios:

elmundodelosprofes dijo...

Estoy de acuerdo con la opinión de Herbert. Nadie obligó a los soldados a matar a la gente y como Karl ve la hora de su muerte, se arrepiente y espera el perdón para poner morir tranquilo. Pero si no estuviera en su lecho de muerte seguramente no se arrepentiría, o si lo hiciera, se callaría. La muerte supone su mayor condena.

Unknown dijo...

Estoy contigo en que uno no puede dar el perdón de millones de personas, tienes toda la razón.
Dices que en el tema de perdonar es realmente difícil porque cada persona es como es pero si matan a gente que son como de tu misma familia yo seria incapaz de perdonarlo, ese es mi punto de vista

Nuestro mundo dijo...

Eva comparto tu opinión de que una persona no puede perdonar en nombre de todos los judíos. Yo opino igual que Herbert, nadie obligo a karl a matar a esos judíos y cuando se esta muriendo por miedo de la muerte decide pedir perdón en mi opinión nunca habría que perdonar a los judíos ya que lo que han hecho es imperdonable.

Unknown dijo...

Me parece muy claro y bien esquematizado el resumen de Eva. Por supuesto estoy de acuerdo en lo que refleja sobre el perdón. Y también de la visión de los girasoles.