sábado, 10 de febrero de 2018


 1. EL GIRASOL:

Simon Wiesenthal, es el protagonista de la historia narrada en este libro,  un judío que sufrió las condiciones infrahumanas que se vivía en el campo de concentración de Lemberg  durante la guerra.  Simon nos cuenta detalladamente las condiciones en las que se vive en este lugar, los duros trabajos que soportan, las numerosas muertes en las cámaras de gas, las constantes faltas de respeto… 
Durante su estancia allí, el protagonista de esta historia se apoya en sus amigos y compañeros de barracón Arthur y Josek.  Un día, Simon es enviado a trabajar en el Antiguo Instituto de Tecnología, lugar donde él estudió y se formó como arquitecto.  En la actualidad, el edificio era utilizado como enfermería para los soldados de la SS heridos durante la guerra.

Nuestro protagonista durante el trayecto hacia el antiguo instituto observa como en un cementerio, cada soldado de la SS poseía un hermoso girasol sobre su tumba. Esto a él le impacta puesto que piensa que a los criminales se les tratan de héroes, mientras que a ellos se les anula de la sociedad simplemente por cuestiones de creencias religiosas.

Al llegar allí, una enfermera llama a Simon y lo conduce hasta una sala donde se encuentra un joven moribundo llamado Karl. Es un soldado nazi, que le pide que escuche su relato y le cuenta los acontecimientos más importantes de su vida y el por qué ahora se encuentra en esta situación. Karl le relata una desagradable historia sobre el asesinato que protagonizó a una familia judía y le pide que le perdone para poder morir en paz. Simon intenta abandonar la sala en más de una ocasión, sin embargo, permanece hasta el final del relato. Al finalizar, éste sale de la habitación sin dar respuesta al soldado. 

Al llegar al barracón, les cuenta la historia a sus amigos y les pide opinión sobre su actitud, estos lo apoyan y no barajan la posibilidad de perdonar al soldado.  AL poco tiempo, Simon es trasladado y cuenta la misma historia a un sacerdote que tiene una opinión diferente a  Arthur y Josek. Durante todo ese tiempo, nuestro protagonista no puede dejar de pensar aquella situación.

Dos años más tarde,  todo acaba y Simon es liberado al fin.  Al salir, decide ir a visitar a la madre de Karl para escuchar la versión de la anciana. Ella ve a su único hijo como un héroe y una persona buena a pesar de no estar de acuerdo con su alistamiento a la SS. En ese momento, Simon decide abandonar la casa y ocultarle a la anciana la verdad.
Esta historia nos hace reflexionar. ¿Se debe perdonar a una persona que participa de forma voluntaria en tal sufrimiento?  



2. OPINIÓN PERSONAL:

Los límites del perdón, es un libro que nos hace reflexionar sobre el dilema moral de perdonar y sobre todo nos hace trabajar nuestra capacidad de empatía. Nos cuenta con detalles la vida en el campo de concentración y el comportamiento de los alemanes nazis ante los judíos. Durante la Segunda Guerra Mundial, murieron alrededor de 6 millones de judíos a manos de alemanes nazis promovidos por un líder lleno de odio hacia la raza judía. Si yo fuera el protagonista de esta historia, me encontraría en un dilema moral bastante difícil de resolver, puesto que el soldado siente un verdadero arrepentimiento y no se cumple su último deseo antes de morir, pero del mismo modo, él no tuvo reparo a la hora de alistarse de forma voluntaria a la SS y al matar a aquella familia de judíos. 

3. EVA FLEISCHNER:

Eva nos habla sobre las diferentes posibilidades del perdón desde la perspectiva religiosa. Nos dice que Simon no estaría en condiciones de perdonar a Karl puesto que el daño no se le hizo a él, sino a una familia judía a la que se le quitó la vida. 
Eva hace distinción entre judíos y cristianos, en su clase planteó el problema y los alumnos judíos no perdonarían, mientras que  los alumnos cristianos sí puesto que su sociedad no vivió lo que vivió la población judía. Además, ella resalta que en las páginas de la Biblia pone claramente que nosotros debemos perdonar un daño siempre y cuando ese daño haya sido a nosotros mismos y nunca a otra persona. Ella perdonaría al soldado puesto que siente que su arrepentimiento era real y era su última voluntad antes de morir.

Eva  analiza la Biblia y sus premisas para tomar una decisión sobre si perdonaría o no al soldado moribundo. Intenta ponerse en el lugar de cada personaje del texto y también analiza la reacción de sus alumnos ante el dilema pero finalmente gana su fe cristiana. Yo pienso que debería de pensar en todos los judíos que murieron de esa manera tan cruel y que el soldado alemán fue alistado a la SS de forma voluntaria y sin el apoyo de sus padres. Debería haber pensado las consecuencias de sus actos previamente. 







4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Opinión sobre: `EVA FLEISHNER´.
Eva dice que ella perdonaría, ya que es cristiana y ve el verdadero arrepentimiento de Karl. También marca la diferencia de pensamiento sobre el perdón entre cristianos y judíos, porque los cristianos perdonarían y los judíos no, según ella esto se debe a que los judíos vivieron todos los asesinatos y maltratos en su sociedad al contrario de los cristianos. No estoy de acuerdo con ella en que lo perdonaría porque creo que yo no lo haría, aunque Karl estuviese arrepentido, debería de haber pensado lo que estaba haciendo y el daño que provocaría y ser consecuente de sus actos.

Anónimo dijo...

En mi opinión yo no perdonaría a Karl porque lo que el hizo es irreparable y cuando alguna vez quieras que alguien te perdone por cualquier mal que hayas echo no basta solo con arrepentirte sino por lo menos intentar arreglar lo he has hecho mal, así que no estoy de acuerdo con Eva Fleishner.

Anónimo dijo...

Tras leer la opinión de Andrea me siento muy identificada con ella. El perdón no se lo puede dar alguien externo a un conflicto en el sentido de que una persona no puede perdonar de la misma forma a un asesino si este es ajeno o no a un crimen. Por eso también opino, que todas las personas que trabajan en el ámbito de la justicia( ya sea abogados, jueces etc) son extraordinarias, pues deben mantenerse objetivos pese a sus sentimientos para cumplir con su trabajo.