martes, 28 de febrero de 2023

Los límites del perdón - Rocío Pérez Fernández

    Resumen:

  En este libro se recoge la historia de un judío llamado Simón Wiésenthal, que nos narra todo lo que tuvo que vivir en el gueto y en el campo de concentración. En esta historia lo acompañan dos amigos, Arthur que es un viejo amigo y Josek que es un judío que se conocieron en el gueto. Un día los soldados apartaron a algunos judíos para que realizaran un trabajo, entre ellos se encontraba nuestro protagonista, el lugar donde se desarrolla este trabajo es en la universidad que el estudió, y nos cuenta durante todo el tiempo que pasa en aquel lugar el como lo trataban por el simple hecho de ser judío. En la actualidad que vivía nuestro protagonista, la universidad pasó a ser un hospital. Una vez estaba en su puesto de trabajo, una enfermera se acercó a él, preguntando si era un judío. Cuando afirmo esa pregunta la enfermera lo guio hasta llegar a una habitación donde se encontraba un moribundo. Este moribundo era un soldado nazi que había cometido atrocidades y estas le atormentaban. Es por ello que pidió que un judío escuchara toda su historia para poder rogarle que le perdonara y poder morir en paz, sin que sintiera tanto dolor y remordimiento por no tener su conciencia tranquila. Aunque su desea no se cumplió ya que el protagonista de este libro no le dio ninguna respuesta.

  Cuando se reunió con sus compañeros estos se alegraron por la tortura que estaba pasando aquel soldado, ya que para ellos este tipo de persona, que se dedica a hacer sufrir a los demás y ha quitarles sus vidas no se merecían ese perdón ni esa compasión. A lo largo de la historia vemos como sus compañeros fallecen, y el como él es liberado. Una vez es libre este va a la casa de la madre del soldado para entregarle un objeto personal de su hijo fallecido, donde mantienen una conversación pero nunca menciona nada de todo lo que su hijo hizo, para que su madre mantuviera un bonito recuerdo de su hijo. Y por último se vuelve ha hacer la misma pregunta, ¿hizo bien en no responder?


    Reflexión personal:

  En mi opinión, no hubiera perdonado al soldado, pero eso no quita que yo no empatice con él. Es decir, entiendo el porque lo hizo, entiendo que cuando decidió pertenecer a un grupo de personas que luchaban por su país, su madurez y su capacidad de reflexión no eran muy altas, ya que se dejaba llevar por lo que decían sus superiores, con comentarios como que los judíos tenían la culpa de todos sus problemas,...  aquí nos deja ver que no era consciente de la realidad y que solo lo que decía su líder era lo que en realidad pasaba. Entiendo también que cuando fue consciente de lo que estaba haciendo ya era tarde y no existiera ninguna solución ya que su vida estaría en riesgo si se opone ha acatar las ordenes de su líder. Pero que entienda y comprenda ese sufrimiento y ese sentimiento, no quiere decir que todo lo que hizo fuera perdonable. Ya que acabar con la vida de miles de personas es algo muy grave, aunque tu vida corra peligro creo que es mejor oponerse a cometer actos de este tipo aunque ya no vuelvas a vivir ya que de la otra manera estarías muerto en vida como bien lo ha reflejado el libro. Ya que tu consciencia te recordaría cada segundo todo el dolor que has causado y te refugiarías en alguna droga, como por ejemplo hizo el soldado, que se refugio en el alcohol. Para mi hacer eso es mucho peor que sacrificar tu vida a cambio de otras, y si esto lo hiciera la mayoría de personas, el poder del líder se hubiera visto en un gran descenso ya que todas las personas que tenían un gran fanatismo hacia él le hubieran fallado, y este sería el acto más egoísta y a la misma vez más humanitario que se pudiera haber hecho, ya que sería egoísta porque es la forma más rápida de dejar de sufrir continuamente por cosas que has hecho y tu consciencia no te deja tranquilo o tranquila, y a la vez es humanitario ya que te niegas a matar a otras personas y das paso a que puedan ser libres y felices.


    Opinión de Franklin H. Littell:

  Él opina que no es perdonable ya que no es un desastre causado por la naturaleza como puede ser un tsunami o un terremoto, sino que ha sido causado por un consciencia, y que para esto debe de reflejarse la ley y la iglesia ya que la iglesia católica aún no se a pronunciado sobre estos hechos.


    Debate con Franklin H. Littell:

  Según él no es perdonable, y en ese aspecto estoy de acuerdo, pero un reflejo de la ley en la actualidad no tendría sentido ninguno si lo que buscamos es una respuesta a la pregunta de saber si lo perdonarías o no, ya que en ese momento la ley apoyaba al soldado y estaba de su lado, aunque en la actualidad en la que vivimos no se vería de esa forma, es decir basarnos en la ley no es un gran argumento si nos ponemos a pensar en esa época. Si hablamos de la iglesia católica, tiene lógica que no se pronunciara en ese momento ya que a ella le conviene que sea la religión con más devotos y ser la más poderosa, y en la actualidad pronunciarse sobre esos hechos no es una buena opción para ella ya que se vería aún más manchada su imagen. 

2 comentarios:

María Rodríguez dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo ya que no perdonarias al soldado, también estoy de acuerdo con lo que has comentado de que el alemán cuando entró en el grupo no era consciente de la realidad y cuando se dio cuenta era tarde pero como muy bien has dicho podría haberse opuesto, ya que así estaría salvando muchas vidas más y a lo mejor dando un ejemplo para que eso lo hicieran más personas.

Tello Marin dijo...

Yo no estoy de acuerdo contigo ya que desde el punto de vista religioso la muerte es unos de los pecados mas graves existen pero según la religión siempre hay que perdonar por lo tanto debe ser perdonado